¿Quiere hacer una buena cartera? Incluya activos que aporten descorrelación.
Dentro de los factores que debemos de tener en cuenta a la hora de elaborar una buena cartera, el incluir algún producto que ayude a aportar algo de descorrelación en la misma, es uno de los más importantes.
Pero, ¿qué es la descorrelación?
En palabras sencillas, dos productos están descorrelacionados cuando tienen comportamientos diferentes en un mismo contexto de mercado.
Históricamente, uno de los activos que se utilizaba para descorrelacionar las carteras de bolsa, era el Oro, ya que cuando se producían caídas en los mercados, y la renta variable comenzaba a corregir, el Oro era un activo que solía tener una evolución positiva o al menos no ligada al comportamiento de los índices.
Uno de los errores que vemos en algunas carteras de inversión, es que todos los activos que la componen, reaccionarían de la misma manera ante correcciones en los mercados. Muchas de estas carteras, tienen el 100% en productos de renta variable, en algunos casos ni siquiera diversificada por países, o tienen todo en productos de renta fija.
Lo que suele ocurrir en estos casos, es que cuando la renta variable tiene correcciones, o cuando la renta fija tiene un mal comportamiento (como estamos viendo este año); las carteras sufren en la misma proporción.
En nuestra opinión, cuando configuramos una cartera de inversiones a largo plazo, además de intentar que los activos aporten diversificación, hay que tratar siempre de incluir algún activo que pueda tener un comportamiento diferente en momentos de correcciones.
En este momento por ejemplo, los fondos de gestión alternativa están generando bastante interés entre los inversores, ya que suelen ayudar a descorrelacionar en parte las carteras, especialmente cuando estas tienen bastante sesgo a la renta variable.
No queremos decir con ello que estos fondos ganen dinero "siempre" que los mercados corrigen, ni mucho menos. Lo que esperamos de este tipo de productos, es que las carteras no estén tan ligadas a la evolución de los activos de renta variable.
Con esto, podremos conseguir que nuestra cartera pueda tener un nivel de riesgo más controlado y por tanto que las fluctuaciones de los mercados nos afecten en menor medida.
