Ayer se publicó la estadística semestral de población en España y menudo desastre.
Por un lado, el número de nacimientos se precipitó a zona de mínimos, hasta 187.000.
Por otro, las defunciones subieron con fuerza, por encima de las 220.000
Resultado? Una dramática cifra de caída en el crecimiento vegativo superior a los 30.000, la cifra más alta jamás registrada.
Y gracias a que los madrileños siguen teniendo más nacimientos que defunciones, porque hay comunidades donde la situación resulta ya demoledora. Por ejemplo, Asturias, Galicia y Castilla y León, donde en el primer semestre de 2017 murieron el doble de personas de las que nacieron... Tela.
Un país que envejece a marchas forzadas y con cada vez menos savia nueva. El peor de los mundos y no sólo para las pensiones...