MIRÁNDOSE EL OMBLIGO-SESGO DE PROXIMIDAD

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MIRÁNDOSE EL OMBLIGO- SESGO DE PROXIMIDAD

El ser humano tiende a padecer ciertos sesgos o trampas mentales que condicionan su raciocinio y su conducta.  Tendemos a pensar que nuestros hijos son más guapos e inteligentes que la media, a creer que conducimos mejor que el vecino, a pensar que nuestro pueblo o comunidad es mucho mejor que otras. Sí, por supuesto, acepto su protesta, el sesgo de generalización desmonta esas afirmaciones. Es cierto, generalizamos y también hacemos suposiciones alegremente, pero desde luego ese niño es más guapo que la media, de eso no me cabe  la menor duda:-)

Todo lo cotidiano, lo próximo, lo conocido, nos inspira confianza, por eso solemos rechazar las bebidas de cola que no llevan cierta marca de prestigio.

También no inspira más confianza nuestro asesor financiero de proximidad, incluso aunque sea un mero comercial sin grandes conocimientos.  Pensar que la amabilidad con que nos recibe nos llevará a obtener buenos resultados no es del todo racional, pero el dicho de que es mejor algo malo conocido que algo bueno por conocer subyace , y condiciona, en lo más íntimo de nuestros pensamientos.

Desde siempre hemos visto las marcas de nuestras grandes empresas, y si han logrado sobrevivir desde tiempos inmemoriales, lógicamente, pensamos que lo seguirán haciendo, así que no es extraño que las recomendaciones de la prensa financiera y, cómo no, de nuestro asesor de proximidad, se centren en nuestros conocidos y queridos blue chips. Desde luego no tengo nada en contra de invertir en Repsol, Banco de Santander, BBVA, teléfonica..., o en cualquiera de los valores del mercado continuo español, pero hay más vida fuera de nuestras fronteras. No rechace -de entrada-los nombres de las empresas que no le son familiares.

Tampoco es necesario que invirtamos en mercados frontera o emergentes -emergentes de verdad, no los denominados como tales-. Sin ir más lejos el mercado europeo y el estadounidense amplian en gran medida nuestras posibilidades. Diversificar no es malo, sobre todo si no está seguro de la calidad de sus inversiones.

Es cierto que el mismo Buffett, durante muchos años, restringió sus inversiones al mercado "local", pero no debemos olvidar que su mercado era lo suficientemente amplio como para no tener que complicarse la vida fuera de su país. La compra de acciones internacionales (salvo que se adquieran a través de fondos) conlleva unos mayores costos de intermediación y la siempre molesta retención en origen sobre los dividendos. Es verdad que nuestros blue chips obtienen buena parte de sus beneficios en el exterior. Pero reflexione por unos momentos, si usted tiene el trabajo y sus propiedades en nuestra querida piel de toro, ¿cree racional invertir de forma prioritaria en acciones de proximidad?

Si el PIB español ronda el 3 % de la economía mundial, ¿no piensa que -salvo que encuentre unas enormes gangas en los índices nacionales- sería prudente destinar una cifra no muy lejana a ese 3% en sus inversiones exclusivamente nacionales?

Como casi siempre, lo que escribo está dirigido a gente con menos conocimientos financieros de los que tienen aquellos que leerán estas líneas, discúlpenme por ello; en cualquier caso les invito a abrirse al mundo.

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