Euro digital, de la dependencia de CBDCs terceros a la autonomía próxima
El diseño del euro digital gira en torno a la reducción de la dependencia de actores extranjeros para los pagos minoristas, a la vez que se tienen en cuenta los beneficios que aportará en todas las partes interesadas (consumidores, comeciantes, etc.)
Aunque el BCE asegure que los ciudadanos europeos podrán seguir pagando en efectivo, este método de pago se está volviendo menos popular a medida que crecen los pagos digitales y las compras en línea (se espera que para 2027, las e-wallets gestionen el 30% de los pagos). Además, la presencia de comercios que no aceptan efectivo se ha triplicado en los últimos 3 años hasta el 12%. En la zona del euro se realizan una media de 379 millones de transacciones minoristas digitales cada día.
En este contexto, el BCE está diseñando un euro digital que fortalezca la soberanía financiera y la resiliencia operativa de Europa al estar construido con tecnologías e infraestructuras europeas, lo que permitirá desarrollar y gestionar de forma independiente soluciones de pago digitales, apoyando la profundización de un mercado único. El euro digital será accesible para todos en la zona del euro, a través de una aplicación móvil o una tarjeta física, por lo que se podrá elegir la tecnología con la que se sientan más cómodos, sin importar su edad o conocimientos de tecnología; a la vez que ofrece una mejor privacidad y protección de datos.
Funcionalidad offline
El euro digital estará disponible tanto en línea como fuera de línea; en este último, los usuarios disfrutarán de una privacidad similar a la del dinero en efectivo en los pagos, siendo conocidos solo por el emisor y el destinatario (el Eurosistema no podrá identificar ni vincular directamente personas con sus pagos).
Respecto a los comercios europeos, actualmente pagan una cantidad significativa a los sistemas de tarjetas internacionales, disponiendo de muy poco poder de negociación. Con el euro digital, se reduciría esa brecha. Por su parte, los bancos serán remunerados por los servicios prestados de valor añadido en torno al euro digital, mientras el sistema cubrirá los costes del esquema e infraestructura de este nuevo método de pago.
Además, los bancos y PSP serán los responsables de distribuir el euro digital, actuando como único punto de contacto para los usuarios del euro digital. Así pues, se ayudará a los bancos a retener a sus clientes frente a la creciente competencia en materia de pagos.
Actualmente, se está desarrollando una metodología para determinar la cantidad máxima de euros digitales que una persona podrá tener. Los límites de tenencia son importantes para garantizar la estabilidad financiera y evitar transferencias a gran escala de depósitos bancarios a euros digitales, especialmente durante situaciones de crisis.
La introducción de un euro digital que todos los bancos y otros proveedores pongan a disposición de sus clientes y que todos los comercios acepten en toda la zona del euro llevaría varios años. Los participantes del mercado necesitan certidumbre para invertir en el euro digital y esto requiere coordinación entre los colegisladores y el banco central. Es importante que el trabajo legislativo y técnico avance en paralelo, con rapidez y en estrecha cooperación.
Además, los pagos digitales en la zona del euro siguen fragmentados, tanto a lo largo de las líneas nacionales como en términos de casos de uso. Las soluciones de pago digital europeas actuales atienden principalmente a los mercados nacionales y casos de uso específicos. Por tanto, la fragmentación del mercado, la falta de soluciones de pago europeas disponibles a escala europea y la dificultad que enfrentan los PSP europeos para seguir el ritmo de los avances tecnológicos significa que Europa no está siendo competitiva dentro de su propio mercado; y, mucho menos, a escala global.
Se espera que, para finales del 2025, el Consejo de Gobierno del BCE decida si el proyecto del euro digital para la siguiente fase. En conclusión, el proyecto del euro digital es un paso crucial para mejorar el panorama de pagos y salvaguardar la soberanía monetaria europea, en un contexto de rápida evolución en el que 63 países están operando, probando, desarrollando o explorando CBDC minoristas.
Contenido elaborado por el equipo de contenidos de PwC
Más sobre activos digitales en nuestra sección en Finect
¡Descubre Fazil Crypto!
Conoce cómo puedes operar con más de 300 criptomonedas de forma fácil, rápida y segura. Una plataforma regulada pensada para ti.