Al contratar un producto de inversión o ahorro a largo plazo es imprescindible contemplar la tributación, para aprovechar al máximo las ventajas fiscales que ofrecen algunos de esos vehículos. En este caso nos centraremos en los planes de pensiones. Un plan de pensiones es un instrumento de ahorro a largo plazo, habitualmente vinculado a la jubilación, aunque también puede contemplar otras contingencias como la invalidez, el fallecimiento del partícipe o, desde 2025, la antigüedad de las aportaciones.
Las aportaciones a los planes de pensiones permiten una reducción de la base imponible del IRPF en España, lo que significa que se tributa menos gracias al ahorro fiscal-temporal. En otras palabras: aportas a tu plan, reduces la base sobre la que gravan tus rendimientos del trabajo o actividades económicas, y postergas el pago del impuesto hasta el rescate.
Con carácter general **no existe límite en cuanto al número de planes de pensiones individuales** a los que un partícipe puede aportar. Lo que sí está delimitado es el importe máximo de las aportaciones deducibles fiscales.
A fecha de 2025 los límites vigentes para planes de pensiones individuales son (según la normativa del Agencia Tributaria): 1.500 euros anuales o el 30 % de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas, que es la menor de ambas cantidades.
Para planes de empleo (planes de pensiones promovidos por la empresa o con aportación empresarial) el límite adicional es mayor: se pueden deducir aportaciones hasta 8.500 euros adicionales anuales en determinadas condiciones.
En cuanto al rescate o disposición del dinero acumulado, una de las novedades más relevantes es que, desde el 1 de enero de 2025, se permite el rescate de las aportaciones de tu plan de pensiones que tengan al menos 10 años de antigüedad, sin necesidad de acreditar alguna de las contingencias tradicionales (jubilación, incapacidad, desempleo de larga duración, etc.).
Vamos con un ejemplo práctico para clarificar.
Marina tiene 32 años, trabaja por cuenta ajena y está soltera.
Sueldo fijo: 24.000 €
Bonus: 10.000 €
Aportación personal al plan de pensiones individual: 1.500 €
Aportación de la empresa al plan de pensiones de empleo: 1.500 €
1. Rendimientos del trabajo
Rendimientos íntegros del trabajo:
24.000 + 10.000 + 1.500 = 35.500 €
Cotización a la Seguridad Social: -2.436 €
Rendimientos netos del trabajo: 33.064 €
Otros gastos deducibles generales: -2.000 €
Base imponible general: 31.064 €
2. Reducciones por planes de pensiones
Según la normativa actual:
Plan de pensiones individual: -1.500 €
Plan de pensiones de empleo (empresa): -1.500 €
Total reducción aplicada: -3.000 €
✅ Base liquidable resultante
31.064 €
3.000 €
= 28.064 €
¿Cuánto ahorra Marina en impuestos?
El ahorro fiscal depende del tipo marginal que se le aplique.
Para una renta como la de Marina, es razonable situar su tipo marginal en torno al 30%.
Por tanto:
Ahorro fiscal aproximado = 3.000 € × 30% = 900 €
💰 Resultado final
Gracias a sus aportaciones al plan de pensiones:
Marina invierte 3.000 € en su ahorro para la jubilación
Y reduce su factura fiscal en aproximadamente 900 euros
En términos prácticos, es como si el esfuerzo real este año fuera de unos 2.100 €, mientras los 3.000 € siguen trabajando para su futuro.
Importante: la deducción de la aportación de la empresa al plan de empleo está regulada bajo condiciones especiales, por lo que conviene revisarlo caso a caso.
Para terminar, hay que tener en cuenta que el traspaso de un plan de pensiones a otro (o de un fondo de pensiones a otro) no tiene repercusión fiscal inmediata si se mantiene la figura del plan de pensiones, permitiendo conservar antigüedad y diferimiento fiscal.
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