¿Qué está pasando con los depósitos en España?

¿Qué está pasando con los depósitos en España?

Los ahorradores españoles esperan como agua de mayo que los bancos mejoren la remuneración de los depósitos. Mientras las Letras del Tesoro ya ofrecen rentabilidades superiores al 3%, los bancos españoles siguen sin mostrar el mínimo interés por captar el ahorro acumulado por las familias durante la pandemia.

Con el objetivo de controlar la inflación, el Banco Central Europeo (BCE) ha subido los tipos de interés en cuatro ocasiones en un año hasta alcanzar el 3%. La presidenta del supervisor europeo, Christine Lagarde, ha advertido de que se llevarán a cabo nuevos incrementos en las próximas reuniones. Este endurecimiento de la política monetaria se ha trasladado inmediatamente a las hipotecas de tipo variable, pero no se ha traducido en una mejora en los depósitos.

A diferencia de lo que ocurre en países vecinos como Francia o Italia, donde los bancos empiezan a ofrecer remuneraciones superiores al 2%, las entidades españolas no mueven ficha por los depósitos. En su lugar, están vendiendo fondos de inversión que invierten en deuda pública, que están teniendo mucho éxito. Los fondos son un producto financiero más complejo, no apto para todos lo públicos ya que implican asumir un riesgo mayor.

¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Qué está pasando con los depósitos? Si se quiere entender, hay que recordar cómo funcionan los bancos. El negocio clásico de los bancos consiste en captar dinero de unos clientes, a cambio de una remuneración, para prestarlo a otros usuarios que lo necesitan, cobrando un tipo de interés.

¿Pero cómo consigue una entidad financiera que los particulares le presten sus ahorros? Normalmente, los bancos piden dinero a los particulares ofreciéndoles una remuneración a cambio. Son esos porcentajes llamativos que aparecen en las paredes de las oficinas bancarias o en las páginas webs de los bancos: 3%, 5%, etc.

Las cuentas remuneradas y los depósitos bancarios a plazo fijo son ejemplos de productos financieros muy populares que son lanzados por los bancos para captar dinero.

Además de las comisiones, los bancos obtienen beneficios por la diferencia entre lo que cobran a los particulares que solicitan préstamos y lo que pagan a aquellos clientes que prestan sus ahorros.

Por ejemplo, un banco otorga hipotecas a los clientes con un interés al 3%, mientras que remunera los depósitos al 1%. La diferencia entre esas cantidades es lo que ganan los bancos.

¿Qué ocurre si, de repente, los clientes no pueden devolver el crédito? Así les pasó a muchas familias durante la anterior crisis financiera, que no pudieron hacer frente a las cuotas del préstamo. Ante este posible escenario, las entidades siempre tienen que tener un colchón de capital para responder a este tipo de situaciones.

La crisis financiera provocó que la normativa sobre requerimientos de capital se haya endurecido. Es decir, el colchón de capital ahora tiene que ser mayor. La solidez de los balances de las entidades financieras también ha mejorado mucho. Además, los bancos también han podido aumentar la liquidez, gracias a que los tipos de interés estaban bajo mínimos en la última década.

Otra consecuencia de la crisis financiera fue la reducción de entidades financieras que operaban en España, debido a una concentración del sector mediante fusiones. Los cinco grandes bancos —Caixabank, Santander, BBVA, Sabadell y Unicaja— controlaban el 69,3% de los activos bancarios en España en 2021, según los datos del BCE. Esto supone que haya una menor competencia que en otros países europeos.

Tras las subidas de tipos por parte del BCE, las hipotecas de tipo variable se han encarecido. Por tanto, los bancos están consiguiendo más dinero con los créditos e hipotecas concedidas, porque los intereses que pagan los particulares son mayores.

Por tanto, los bancos no tienen necesidad de recurrir al mercado para pedir dinero. "Hay liquidez en el sistema. Las entidades financieras no tienen ansia por captar depósitos”, ha asegurado recientemente Peio Belausteguigoitia, consejero delegado de BBVA España, en un evento organizado por El Español e Invertia.

Otra importante razón de los bancos para no mejorar la remuneración de los depósitos es que les restaría beneficios. Por eso, se resisten a premiar el ahorro de los ciudadanos y ofrecen fondos de inversión en vez de depósitos.

¿Esta situación puede cambiar en los próximos meses? Salvo sorpresa mayúscula, actualmente parece que la situación va a permanecer igual. Solo las pequeñas entidades y los bancos extranjeros están mejorando la remuneración de sus cuentas y depósitos, mientras que los grandes bancos permanecen parados.

La única forma que se produjera un cambio es que un gran banco decidiera ofrecer una remuneración interesante por sus depósitos. Esto podría dar comienzo a una guerra de depósitos, como ha ocurrido en anteriores ocasiones. Esto provocaría una reacción en cadena de otras entidades financieras que no querrían ver a sus clientes llevándose el dinero a otros bancos y que se verían obligadas a mejorar las remuneraciones.

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