La inversión de impacto, el gran reto de la industria de inversión sostenible
Un total de 236.894 millones de euros de activos gestionados por entidades españolas se acoge a criterios ESG
En España, un total de 236.894 millones de euros de activos gestionados por entidades nacionales se acoge a criterios ESG, según los datos recabados por Spainsif correspondientes a cierre de 2023. Esto representa el 49% del total del patrimonio gestionado y se iguala al peso de los años 2018, 2019 y 2021.
De estos 236.894 millones, el grueso 88% está categorizado como inversiones ESG, mientras que el 7% corresponde a inversiones ESG avanzadas, según se indica en el Estudio Anual Spainsif 2024. Otro 5% se agrupa bajo inversiones alineadas con el impacto, que tienen el objetivo y la estrategia de contribuir a cambios positivos reales, y un residual 0,16% corresponde a inversiones generadoras de impacto, que son aquellas que contribuyen a impactos positivos reales a través de su proceso de inversión, junto con su objetivo de riesgo y retorno financiero.
El informe de 2024 se ha realizado con una nueva metodología de estudios de mercado de Eurosif. Y bajo este esquema, cuestiones como las políticas vinculantes de exclusión, las estrategias de engagement, la doble materialidad y la diferenciación entre el impacto del inversor y el impacto de la empresa, cobran un mayor protagonismo.
"Nuestra idea es avanzar en la madurez de la inversión sostenible y ahora estamos yendo hacia la inversión de impacto", manifestó Joaquín Garralda, presidente de Spainsif, durante la presentación del Plan Estratégico 2025-2027 de la asociación. Este planteamiento corresponde a la primera de las cinco líneas de acción en las que plantean sus estrategia para los próximos tres años, y pretende abrir camino hacia la vía menos transitada en la industria de la industria de las finanzas ESG fortaleciendo las estrategias avanzadas de inversión sostenible orientadas al impacto.
Además de este, los otros cuatro ejes que guiarán la estrategia de la organización son el fomento de la educación financiera en sostenibilidad, enfocada tanto al pequeño ahorrador como a las pymes; una mayor colaboración con el entorno regulatorio y de supervisión; un análisis de temáticas "más sofisticadas" entre las que se encuentran la biodiversidad, la inteligencia artificial o la protección de los océanos; y la financiación sostenible, entendida como el pilar clave para el desarrollo de innovación y buenas prácticas. "No se trata solo de invertir, si no de financiar", ha asegurado Garralda.
Por estrategias, la evolución durante el periodo analizado presenta una gran importancia del screening negativo hasta 2018. Sin embargo, en los años posteriores la integración ESG coge fuerza, así como la adopción de políticas activas de engagement y voto, que son las predominantes desde 2022. Del otro lado, la inversión de impacto "mantiene una presencia intermitente desde 2019, aún lejana de generar crecimientos similares a los presentados por el resto de estrategias", expone el estudio.
¿Qué barreras encuentra la inversión de impacto?
Según señaló Andrea González, directora general de Spainsif, son varias la barreras que las gestoras y entidades identifican a la hota de acometer más inversiones de impacto. En el caso de las 27 nacionales encuestadas, tienen que ver con el rendimiento y con la falta de medición y divulgación sobre el impacto: ambas representan el principal escollo para el 48% del total.
La medición y divulgación es también la primera barrera para las internacionales. Y, en general, también hay preocupación por la escasez de productos u opciones viables, el volumen del producto o ticket mínimo, la liquidez, el riesgo y la falta de conocimiento y/o asesoramiento con experiencia cualificada.
De estas barreras se habló durante la primera mesa redonda del evento. Según explicó Guillermo Hermida, responsable de Sostenibilidad de CaixaBank Banca Privada, la inversión de impacto en España enfrenta grandes desafíos, entre los cuales la educación y la accesibilidad para el pequeño inversor son prioritarios.
Aunque en su opinión el sistema ha madurado y ha surgido una "convergencia en inversión general e inversión de impacto", reconoció que "el gran desafío es cómo trasladarlo después a los inversores minoristas", quienes aún no comprenden completamente el concepto de impacto y suelen desconocer la disponibilidad de productos de este tipo. Además, Hermida señaló la dificultad de "encontrar vehículos que tengan generación de impacto", lo que limita las opciones viables para los inversores.
Clemen Epalza, CEO de Fonditel y vicepresidenta del grupo de entidades gestoras de activos de Spainsif, también destacó el importante reto que supone la mejora en medición y divulgación del impacto. Además, coincidió en que el mercado español tiene particularidades que dificultan la expansión de estas estrategias, como la fuerte bancarización y la aversión al riesgo en el canal minorista. Epalza considera que, aunque el screening negativo ha sido una técnica útil, por sí sola es insuficiente y se requieren "estrategias más exigentes" que impulsen la inversión de impacto de manera efectiva.
Por último, Andrés Herrero, de Previsión Social de UGT y vicepresidente del grupo de sindicatos de Spainsif, subrayó la importancia de una perspectiva global en la sostenibilidad y el papel del engagement como herramienta de impacto, especialmente desde las organizaciones sindicales. Herrero argumentó que una estrategia sólida de engagement y participación política podría impulsar cambios en los emisores y ayudar a fortalecer aspectos clave como las condiciones laborales.
"Pasado de tuerca" con la regulación
En la mesa redonda, se continuaron abordando los retos de la inversión sostenible. Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia para España y Portugal de JPMorgan Asset Management, comentó que para la firma "la mejor forma de ayudar al cliente a conseguir sus objetivos es mediante la gestión activa y, en este sentido, la participación activa nos parece que encaja perfectamente".
Según explicó, como gran inversor la firma cuenta con posiciones muy importantes en muchas compañías y dentro de sus objetivos figura el de influenciar para que adopten medidas que les lleve a ser más sostenible. "Estamos de acuerdo en que sí o sí hay compañías que tienen que ser excluidas, pero para nosotros es más importante la parte de participación", agregó Gutiérrez-Mellado.
Por su parte, Lucía Catalán, Managing Director de Goldman Sachs Asset Management Iberia, hizo hincapié en la importancia de que los países emergentes se involucren porque si no será "imposible"alcanzar la neutralidad climática. "Suponen el 86% de la población mundial, el 60% del PIB mundial y el 75% de las emisiones de carbono", ha recordado.
Además, puso de manifiesto el reto de retomar los avances en términos de descarbonización. "Creo que ha habido una cierta desmotivación por la regulación y los retornos, que no han acompañado", afirmó, indicando que en cuanto a regulación "quizás nos hemos pasado de tuerca en Europa". Con todo, enfatizó que el tema sigue siendo prioritario para las empresas y también coincidió en la relevancia de la participación activa de los inversores como herramienta de influencia en las compañías y países emisores.
Este contenido se ha elaborado bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.