La escasez, la demanda sostenida y la geopolítica refuerzan el papel del oro como refugio frente a la incertidumbre económica, destacan desde Schroders
En un año marcado por máximos históricos en el precio del oro, la gestora europea Schroders ha identificado cinco factores fundamentales que los inversores deberían considerar al evaluar este metal precioso como parte de sus carteras.
El análisis realizado en su grupo en Finect, parte del contexto actual, en el que la combinación de una fuerte demanda y una oferta minera limitada ha elevado el interés por el oro como activo estratégico.
1. Oferta rígida frente a demanda persistente
La entidad destaca que, a pesar de los niveles récord de precios, la producción minera “se mantiene básicamente plana con respecto a los niveles de 2018”. La incapacidad de la oferta para responder rápidamente, unida al interés persistente de bancos centrales y grandes inversores, sugiere que los precios del oro podrían mantener su tendencia al alza, incluso si disminuye la demanda proveniente del sector joyero.
2. Un activo líquido desvinculado de los tipos de interés
Schroders subraya un cambio relevante en la dinámica histórica del mercado: “la desaparición de la correlación histórica entre el oro y los tipos de interés (reales, ajustados a la inflación)”. El oro, históricamente influido por la evolución de la masa monetaria, podría seguir recuperando “terreno” aunque con cierto desfase temporal, lo que refuerza su atractivo actual.
3. Escasez estructural
Otro punto central es la limitada disponibilidad física del oro: “si se acumulara todo el oro extraído en la historia de la humanidad, sólo ocuparía el volumen de tres piscinas olímpicas”. Esta escasez estructural, combinada con un entorno económico incierto, podría motivar una mayor demanda inversora, generando una presión adicional sobre su precio.
4. Alternativa al dólar como refugio
Schroders también analiza el papel geopolítico del oro frente al dólar estadounidense. El flujo acumulado de inversiones en activos norteamericanos ha llevado a EEUU a registrar una posición de inversión internacional neta negativa de 26 billones de dólares, según cifras citadas por el expresidente Donald Trump. Este desequilibrio, junto con la creciente búsqueda de diversificación por parte de los inversores globales, podría impulsar la consideración del oro como activo refugio alternativo.
Impacto del proteccionismo y la desglobalización
Finalmente, Schroders apunta a las implicaciones de un entorno más proteccionista. Aunque finalmente Trump ha comentado que el oro no será objeto de aranceles a la importación, los actores del mercado se sienten en un clima de extremada volatilidad, de tensiones logísticas y comerciales, que refuerzan la percepción del oro como valor estratégico.
La firma concluye que “los inversores mundiales se sentirán cada vez más atraídos por la revalorización de los últimos años”, no solo por la función de refugio del oro, sino también por el atractivo financiero de las empresas mineras auríferas, cuyos márgenes son actualmente “extraordinarios”.
Este contenido se ha elaborado parcialmente con inteligencia artificial, bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.