Comentario de la última reunión del BCE de julio
Salman Ahmed - Responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International
La reunión del BCE se desarrolló como se esperaba, sin cambios en los tipos de interés oficiales y con una orientación limitada hacia el futuro. El comunicado y la rueda de prensa fueron bastante equilibrados, lo que reiteró su postura dependiente de los datos. La presidenta Lagarde señaló las elevadas presiones internas sobre los precios y los salarios como razones para mantener los tipos sin cambios.
Sin embargo, también restó importancia al reciente repunte de la inflación, que calificó de puntual, y a las presiones salariales generales, que en líneas generales se ajustan a sus expectativas. Entretanto, los riesgos a la baja para el crecimiento, debidos sobre todo a la lenta recuperación del sector industrial y a la débil dinámica crediticia que afecta a la demanda de inversión de las empresas, justifican que el BCE elimine cierto grado de restricción. Esto vuelve a centrar la atención en el flujo de datos durante los meses de verano, y un recorte en septiembre está muy en juego. Tendremos dos meses más de datos sobre la inflación y el trabajo, que deberían abrir el camino «de par en par» a los recortes, en ausencia de cualquier otra sorpresa al alza.