Comentario sobre la situación entre Israel e Irán
Max Stainton -Estratega Senior de Macroeconomía Global-
La escalada del conflicto entre Israel e Irán ha intensificado la tensión en Oriente Medio. Israel parece decidido a neutralizar las capacidades nucleares de Irán, mientras que la posibilidad de un cambio de régimen añade riesgos significativos.
Aunque se han reportado daños en infraestructuras energéticas tanto en Irán como en Israel, el impacto en la oferta global sigue siendo limitado. No ha habido ataques a instalaciones de producción clave ni intentos de bloquear el Estrecho de Ormuz, un punto crítico para el comercio mundial de petróleo y gas. El mercado, aunque ha incorporado una prima de riesgo geopolítico, parece considerar que los riesgos extremos siguen siendo poco probables, al menos por ahora.
Desde una perspectiva macroeconómica, el canal principal de transmisión de esta crisis es el energético. El aumento del precio del crudo (que llegó a superar el 13,5% en las primeras horas de los ataques, aunque se ha moderado hasta alrededor del 7% en el momento de escribir estas líneas) refleja la creciente preocupación. Este repunte podría generar un nuevo impulso estanflacionario en EE.UU., complicando aún más la labor de la Reserva Federal, que ya enfrenta presiones por otras disrupciones de oferta. La situación es compleja y es poco probable que se resuelva rápidamente.
Desde una perspectiva de asignación de activos, mantenemos una visión equilibrada del riesgo, aunque continuamos monitorizando de cerca los desarrollos.