En 2026, las oportunidades más atractivas “se concentran en Europa”
Christophe Girondel (Nordea AM) considera que Europa vuelve a ofrecer una oportunidad estructural en renta variable
Christophe Girondel, Global Head of Institutional and Wholesale Distribution en Nordea AM
Este 2025 ha vuelto a estar marcado por una elevada concentración del mercado en Estados Unidos, pero también por cierta rotación hacia otros puntos del mapa. El foco de los inversores ha empezado a desplazarse en busca de una mayor diversificación y, de cara a 2026, este movimiento va a seguir su curso en renta variable.
“Las oportunidades más atractivas se concentran en Europa”, afirma Christophe Girondel, Global Head of Institutional and Wholesale Distribution en Nordea AM. ¿La razón? Fundamentalmente, el impulso vendrá de la mano de la gestión presupuestaria europea, que será más expansiva. “El cambio fiscal que se está produciendo, especialmente en Alemania, con planes de inversión en ámbitos como defensa, puede marcar un punto de inflexión para la región”, valora Girondel.
Y se trata de un impacto que irá más allá del corto plazo. “El efecto multiplicador de este gasto puede beneficiar de forma significativa a las compañías europeas”, lo que sustenta una visión positiva del mercado europeo a medio plazo.
“Estrategias como Nordea 1 – Empower Europe Fund están bien posicionadas para 2026”, resume. Este fondo invierte en compañías que impulsan la modernización de las redes energéticas, la reindustrialización o la innovación en defensa, áreas que “previsiblemente seguirán beneficiándose de un sólido respaldo político y de un importante despliegue de capital”.
Estados Unidos presenta un panorama muy distinto. Girondel cree que el atractivo de este mercado “sigue dependiendo de un grupo muy reducido de valores”. Con solo “seis o siete compañías concentrando la mayor parte del crecimiento esperado del S&P 500”, considera esencial distinguir entre un posicionamiento táctico a corto plazo y una visión estratégica a tres o cinco años.
Más valor en crédito que en riesgo extremo
En renta fija, el escenario también está cambiando. Girondel observa que “las oportunidades se están desplazando progresivamente hacia duraciones más largas y, especialmente, hacia soluciones multiactivo de crédito”. A medida que el ciclo monetario avanza y el BCE adopta un tono más acomodaticio, muchos inversores están rotando desde depósitos y fondos monetarios hacia segmentos con mayor potencial de rentabilidad.
Dentro de este universo, el crédito con grado de inversión destaca frente a otros segmentos. “Los diferenciales actuales compensan de forma adecuada los riesgos asumidos”, explica. El mensaje es claro: el high yield ofrece menos atractivo en el entorno actual, dadas “las primas tan ajustadas y el aumento del riesgo idiosincrático”. Por este motivo, tanto su foco actual como el desarrollo futuro de la gama de renta fija BetaPlus de la gestora siguen centrados “en activos de mayor calidad”.
En cuanto a la deuda soberana, Girondel considera que el mercado ha entrado en una fase más madura. El entusiasmo inicial provocado por los tipos elevados ha quedado atrás y el sentimiento se ha normalizado, dando paso a “una posición más equilibrada”.
“Para los inversores que buscan estabilidad y un perfil conservador en 2026, Nordea 1 – Active Rates Opportunities Fund presenta un atractivo diferencia”, detalla. ¿La razón? Al invertir exclusivamente en cédulas hipotecarias y deuda pública y contar con un enfoque “disciplinado y orientado al control del riesgo”, representa una alternativa óptima para aquellos clientes que no pueden permanecer en liquidez, pero que necesitan preservar capital a través de activos de alta calidad.
El gran riesgo infravalorado: la concentración en EEUU
Preguntado sobre riesgos que el mercado pueda estar pasando por alto, el Global Head of Institutional and Wholesale Distribution en Nordea AM vuelve a recalar en Estados Unidos. “El mercado continúa infravalorando los riesgos derivados de la elevada concentración de la renta variable estadounidense”, alerta.
El dominio de unos pocos valores ha llevado a muchos inversores a reducir su exposición a estrategias activas con mayor tracking error, pero concentrar en exceso las carteras en esos nombres implica “asumir un nivel de riesgo significativo”.
No cree que esta situación sea sostenible en el tiempo. Para Girondel, el punto de inflexión llegará cuando la inteligencia artificial empiece a traducirse en “ingresos claramente visibles o mejoras operativas tangibles”. Será entonces cuando el mercado pueda rotar hacia los verdaderos ganadores de la transición hacia la IA y reducir el peso excesivo de los actuales gigantes tecnológicos.