Por qué los ganadores del confinamiento no serán los perdedores con las vacunas

El año pasado trajo cambios significativos a nuestras vidas y aceleró el crecimiento de una serie de tendencias de consumo y ocio. Las compras online son un ejemplo obvio, y lo mismo ocurre con algunos de los otros "ganadores del confinamiento": los juegos de ordenador y los kits de comida preparada.

Al igual que las compras online, creemos que son dos tendencias que han llegado para quedarse y que pueden seguir creciendo más allá de la pandemia. Además, creemos que las empresas más pequeñas son la mejor manera de acceder a las oportunidades de inversión que brindan.

Los juegos no son sólo para el confinamiento

Los juegos de ordenador siguen evolucionando muy rápidamente. El ritmo de cambio en los últimos cuarenta años ha sido increíble y la innovación continúa. En la mente de algunos inversores, los juegos se asocian con el confinamiento, pero eso ignora el enorme potencial de crecimiento estructural del sector.

Hemos visto cómo un gran número de personas se han aficionado a los videojuegos. Los datos de Statista muestran que el número de jugadores en todo el mundo ha aumentado desde los cerca de dos mil millones en 2015 y, se prevé que supere los tres mil millones en 2023.

Hemos visto cómo los videojuegos han evolucionado hasta convertirse en algo tan social como el propio juego. Los juegos MMO (Massively Multiplayer Online) permiten la participación de un gran número de jugadores, creando una sensación de comunidad en el juego. Además, aprovechan el sentido de la narración para mantener el interés de los jugadores.

También están las continuas innovaciones en los deportes electrónicos (e-sports) y la realidad virtual. Los e-sports han crecido en popularidad no solo en términos de participantes, sino también en atraer a una base de fans que asisten a torneos en la vida real y los ven también online. El Campeonato Mundial de League of Legends de 2019 atrajo a más de 100 millones de espectadores, los mismos que la Superbowl. En el pasado, las empresas de juegos de ordenador consideraban los torneos principalmente como herramientas de marketing para ayudar a retener a los clientes, pero cada vez son más importantes también en términos de monetización.   

Hay varias empresas europeas que están a la vanguardia de estos avances. El creador de Assassin's Creed, Ubisoft Entertainment, es quizás el más conocido. Sin embargo, para los inversores en empresas más pequeñas hay una amplia gama para elegir: Embracer, Stillfront, Team17 y Nacon son también desarrolladores europeos de títulos populares.

Suecia, en particular, sigue siendo líder en el desarrollo de videojuegos. Juegos tan populares como Minecraft y Candy Crush se desarrollaron en Suecia; la asociación del sector Dataspelsbranschen afirma que una de cada ocho personas de todo el mundo ha jugado a un juego hecho en Suecia. La guerra de ofertas del año pasado entre Electronic Arts y Take-Two Interactive por la empresa británica Codemasters ilustra cómo las pequeñas empresas europeas tienen capacidades únicas que resultan atractivas para los grandes desarrolladores de juegos estadounidenses.

Desde el punto de vista de la inversión, el potencial de monetización de la popularidad de los videojuegos es muy interesante. Los precios se han mantenido en gran medida en los últimos años, pero eso está empezando a cambiar. Muchos juegos se descargan gratuitamente y dependen de las compras dentro del juego para obtener ingresos. Incluso la compra de un juego físico, que ronda los 50 euros, se compara favorablemente con otros tipos de entretenimiento, dada la cantidad de tiempo que generalmente se dedica a completar un juego.

Sin embargo, existen riesgos que los inversores deben tener en cuenta. El creciente perfil de la industria significa que un lanzamiento de un juego que salga mal se hará evidente. A finales del año pasado, Sony retiró de su tienda el esperado Cyberpunk 2077, tras las quejas de los usuarios por los fallos y, Microsoft también ofreció reembolsos. El desarrollador del juego, CD Project Red, que tradicionalmente se ha centrado en el mercado de los juegos de PC, tuvo que parchear el juego para las consolas.

Los inversores deben tener en cuenta estos riesgos. Es necesario analizar cuidadosamente la experiencia de una empresa en los distintos segmentos de juego - PC, consola, móvil -. Repartir las inversiones entre varias empresas puede ser una forma de intentar gestionar el riesgo. También existe la oportunidad de invertir en empresas de subcontratación que ofrecen servicios de garantía de calidad, pruebas y traducción para los desarrolladores de juegos de ordenador. Estos servicios pueden ser cada vez más demandados a medida que evolucionan las consolas y aumentan las expectativas de los consumidores.

La concienciación sobre la salud impulsa la tendencia de los kits de comida

Otro de los éxitos del confinamiento ha sido la entrega de kits de comida para hacer en casa. El confinamiento y el teletrabajo hacen que la gente se prepare más su propia comida y que muchos se aburran de cocinar. Los kits de comida han demostrado ser una solución popular y son otro hábito que creemos que perdurará tras los confinamientos.

 El líder del mercado, HelloFresh, tuvo 5 millones de clientes activos en el tercer trimestre de 2020 que pidieron 162 millones de comidas. Esto se compara con 2,6 millones de clientes activos y 68,9 millones de comidas en el mismo período de 2019.
Con gran parte de Europa todavía imponiendo algunas medidas de confinamiento y restricciones de movilidad, muchos de nosotros estamos deseando volver a salir a los restaurantes cuando podamos hacerlo. Pero eso no implicaría necesariamente sustituir a los kits de comida.

Antes de la pandemia, estos kits ya eran muy populares entre los consumidores con poco tiempo y preocupados por la salud. Los kits de comida proporcionan ingredientes frescos y recetas adaptadas a un número determinado de personas. Esto atrae a una base de clientes que es consciente de la importancia de los alimentos frescos en lo que respecta a la salud, así como del impacto medioambiental del desperdicio de alimentos.

La pandemia, con sus cierres de restaurantes y colas en los supermercados, hizo que muchas personas descubrieran los kits de comida por primera vez. Sin embargo, en nuestra opinión, el potencial de crecimiento es considerable. En la actualidad, el mercado se dirige principalmente a las cenas, pero hay margen para pasar a las comidas, los desayunos y los aperitivos. También hay que tener en cuenta el mercado de la comida preparada, en el que HelloFresh se ha introducido recientemente en Estados Unidos con la compra de Factor75.

De hecho, aunque la pandemia ha provocado un fuerte crecimiento del comercio electrónico de alimentos, este crecimiento se ha producido desde niveles muy reducidos y sigue estando muy por detrás de otras categorías, como la ropa. En nuestra opinión, el potencial de crecimiento es significativo.

Como en cualquier negocio online, la primera tarea de los proveedores de kits de comida es dar a conocer su marca a los clientes potenciales, lo que implica un importante gasto en marketing. La clave para nosotros, como inversores, es encontrar las empresas que puedan crecer y obtener beneficios, en lugar de limitarse a perseguir los volúmenes. Una vez más, es necesario analizar cuidadosamente para encontrar las empresas ganadoras.

Otro riesgo que hay que tener en cuenta es la alta rotación de clientes: muchas personas aprovechan los descuentos para probar un kit de comida durante una o dos semanas, pero no se inscriben a largo plazo. El punto crucial para un proveedor es asegurarse de que la calidad del servicio sea alta, para que los clientes que han tenido una buena experiencia vuelvan cuando se adapte mejor a su presupuesto o estilo de vida.

Gran parte de Europa sigue en una especie de confinamiento por ahora. Cuando la pandemia se disipe, habrá acciones en sectores actualmente cerrados -viajes, hostelería- que se beneficiarán. Pero creemos que los juegos de ordenador y los kits de comida serán dos hábitos del confinamiento que se mantendrán.

Luke Biermann y Hannah Piper, gestores de renta variable europea de Schroder