La economía japonesa y el impacto de la subida de los tipos de interés
Durante los últimos años, la economía japonesa ha contado con periodos de altas y bajas y, habiendo cerrado un buen 2023, el primer semestre de 2024 ha evidenciado una realidad económica más compleja.
Durante el primer trimestre de este, el producto interior bruto real del país asiático evidenció una caída del 0,5% en relación al trimestre anterior y del 1,3% en comparación con el segundo trimestre del 2023. Dicha caída se vio impulsada por varios factores, como la bajada en el gasto de los consumidores, la caída en exportaciones y la inversión.
Para la segunda mitad del año se espera que la economía del país mejore, contando con una inflación moderada, la cual se espera tenga un impacto en el gasto de los consumidores.
El mercado laboral también juega un papel clave para la reactivación de la economía del país, con los salarios al alza -en el mes de mayo registraron un aumento del 4,7%-.
En este contexto económico complejo, con la inflación en ascenso, es como recientemente el Banco de Japón decidió avanzar con la subida de los tipos de interés de referencia, que ha elevado desde el rango de 0% -0,1% hasta el 0,25%.
Según explicó el gobernador del Banco de Japón (BoJ), Kazuo Ueda, la medida se produjo porque los cimientos de la economía japonesa son relativamente sólidos, con aumentos graduales de precios acompañados de aumentos salariales, a pesar de las preocupaciones de que el gasto personal se mantenga a medida que subían los precios.
Ueda agregó que es posible que se produzcan nuevas subidas de tipos este año, aunque al igual que sus homólogos occidentales, rechazó comprometerse con una fecha específica. Todo dependerá de cómo siga avanzando la economía, lo que incluye cómo se vayan trasladando a esta los últimos movimientos en la política monetaria nipona.
¿Cómo afectará dicha medida a la economía japonesa?
La reciente iniciativa llevada a cabo por el Banco de Japón genera un gran cambio al terminar con las tasas de interés negativas. Durante varios años, el organismo mantuvo tasas cercanas a 0 con la finalidad de combatir la deflación y reactivar el crecimiento económico.
Dicha política tuvo como resultado una moneda local más débil, generando un encarecimiento en las importaciones y aumentando la inflación. Así, con esta medida el BoJ buscará frenar la caída del yen disminuyendo el coste en las importaciones al tiempo que pone el foco en combatir la inflación.
Asimismo, se espera que la decisión pueda afectar el gasto de los consumidores y la inversión llevada a cabo por empresas, ya que conllevará un progresivo encarecimiento de los préstamos y de la financiación para ciudadanos y empresas.
Por último, es importante destacar que la medida llevada a cabo por el BoJ marca el comienzo de una nueva etapa en la economía japonesa, aunando el arranque de un periodo de reactivación económica junto los esfuerzos para controlar la presión inflacionaria.
La decisión tomada por el organismo ha alineado al país en términos de política económica con otros jugadores a nivel intencional.
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