El alquiler seguirá subiendo por "la falta de oferta y la inseguridad jurídica", según Bankinter
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado por primera vez un índice de referencia para limitar la actualización de los alquileres, que se sitúa en el 2,2% para 2025. Este indicador, diseñado para contener el incremento de las rentas, se ha quedado por debajo del IPC de diciembre, en el 2,8% según la primera estimación, y también de la inflación subyacente, que alcanzó el 2,6%.
El dato que publica el INE, que puede consultarse también en la web que ha lanzado el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, nace con la intención de ser la referencia que ponga coto a las revisiones de los alquileres, en virtud del contrato de arrendamiento firmado. Sin embargo, Bankinter duda que vaya a marcar una gran diferencia y considera que los precios van a seguir subiendo "muy por encima". ¿La razón? Que la limitación que aplica este nuevo indicador "sólo afecta a la renovación y no al cambio de contrato, salvo en 'zonas de alquiler tensionado'".
En consecuencia, "la falta de oferta, unida a la inseguridad jurídica, seguirán presionando los precios del alquiler al alza", afirma el equipo de análisis de la entidad en su comentario diario de mercado. "En 2024, han subido +11,5%, según el portal inmobiliario idealista, frente a la limitación del +3%", expone el banco.
El déficit de viviendas en el mercado de alquiler, una de la principales causas del incremento en los precios, se ha disparado en los últimos años. La oferta disponible ha caído el 40% entre 2020 y 2024, al pasar de 150.000 a 90.000 viviendas, según datos recientes de la consultora inmobiliaria Atlas.
En qué consiste el nuevo índice
Los contratos de alquiler que vayan se actualizar a partir de 2025 deben usar ya este nuevo índice creado por el INE, que se publicará de manera mensual. Se expresa con dos decimales, utilizando los últimos datos mensuales disponibles, y marcará el precio al que se revalorizarán los contratos de arrendamiento firmados después de mayo de 2023.
La metodología asignada para su cálculo combina varios parámetros: la variación del IPC, la inflación subyacente y un tercer componente, definido a propuesta de la Dirección General de Política Económica, que incorpora expectativas de crecimiento a largo plazo del propio índice.
A las diferencias entre las tasas de crecimiento anual del IPC y de la inflación subyacente de cada mes se le aplicará un coeficiente moderador, según las circunstancias del mercado del alquiler de vivienda.
Y para los contratos de antes de mayo de 2023, la anualidad se revalorizará usando el Índice de Precios al Consumo (IPC) o el Índice de Garantía de Competitividad (IGC), según conste en el contrato de alquiler firmado.
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