Mutuactivos Semanal | La visión de consenso para 2026 y la nuestra
Por Ignacio Dolz de Espejo, director de Soluciones de Inversión y Producto de Mutuactivos.
A lo largo de las últimas semanas hemos estado estudiando la visión de mercado de otros agentes financieros, tanto gestoras competidoras como brokers. El afán de este estudio es intentar detectar visiones diferentes a las nuestras y, si es necesario, tenerlas en cuenta. Nos ha sorprendido que hay mucho consenso en una visión muy positiva de la macro, que da por hecho que muchas partes de la economía se van a alinear simultáneamente.
En primer lugar, a pesar de que la propia Reserva Federal admite que el empleo está desacelerando en Estados Unidos, y de que estamos viendo que el consumidor aguanta gracias a los más ricos mientras que el 75% restante está sufriendo, prácticamente nadie contempla la posibilidad de que Estados Unidos crezca menos del 2%.
También es sorprendente que nadie espere que la inflación se desplome ni que rebote sustancialmente y, por tanto, la mayor parte da por hecho que la Fed podrá bajar algo más los tipos de interés. Sí que hay distintas visiones respecto a si, una vez que tengamos nuevo presidente, la Reserva Federal va a bajar los tipos hasta el 3% o no.
En cualquier caso, el clima económico refleja un consenso generalizado en el que los beneficios vuelven a crecer entre un 10% y un 15% en Estados Unidos, un ritmo extraordinariamente alto y apoyado en márgenes empresariales récord, que no contempla ningún enfriamiento de la ola de capex en inteligencia artificial.
Pocos dudan de que la IA supone una auténtica revolución industrial, pero parece que empiezan a emerger dudas sobre la sostenibilidad de la inversión en centros de datos.
El consenso también considera que Europa va a crecer alrededor del 1%, a pesar de todos los problemas que tiene Francia y de la restricción presupuestaria en gran parte del continente. Y eso es gracias a la inversión general en defensa.
Pero también porque se considera que Alemania va a ser capaz de poner en marcha todo su plan de gasto en infraestructuras, lo que permitiría que creciera más del 1%, a pesar de que este año prácticamente no va a crecer y el año pasado decreció.
Mucha confianza, por tanto, en un viejo continente que no ha dejado de defraudar.
Otro punto de optimismo es que, aunque en los últimos años Europa siempre ha fallado sustancialmente respecto a las previsiones de beneficios empresariales que los analistas hacían a principios de año, este año sí conseguiría cumplirlas, tanto porque el dólar debería hacer menos daño como porque el punto de partida es mejor. Sin embargo, si el dólar vuelve a caer, las empresas europeas volverán a traer a casa menores ingresos.
Y todo esto — este entorno económico positivo, con crecimiento fuerte en beneficios — es lo que debería permitir que el año que viene podamos volver a tener un buen año de bolsa, a pesar de que las valoraciones en gran parte de los activos de riesgo son bastante extremas.
Nosotros somos positivos con 2026, pero nos cuesta casar las bajadas de tipos con tanta resiliencia en la economía, para que todo se cumpla se tienen que dar demasiadas cosas a la vez. Si añadimos al coctel las exigentes valoraciones de la renta variable americana y de los mercados de crédito, se hace más probable un escenario con menores rentabilidades que en 2025, más volatilidad y rotación sectorial y de estilos… un buen año para la gestión activa.
¿Cómo estamos posicionados?
- Estamos neutrales en duración, posicionados en la parte corta de la curva. El mercado descuenta que el BCE se quedará en el 2% y nosotros no descartamos que, si los datos empeoran o bajan tipos con fuerza en EE.UU., el BCE no tenga más remedio que seguir bajando. Es una cobertura natural.
- En EE.UU., tenemos una estrategia de aumento de la pendiente anticipando recortes rápidos de tipos y una política monetaria y fiscal procíclica que podría impulsar crecimiento e inflación, presionando al alza los tipos largos.
- En crédito, seguimos reduciendo exposición y mejorando la calidad. Subimos peso con fuerza en la corrección de abril y hemos ido bajándolo poco a poco desde junio. Hoy tenemos alrededor del 25% en cash o similares en casi todos los fondos de renta fija y hemos mejorado mucho la calidad de los subyacentes a la espera de una corrección.
- En renta variable, mantenemos una visión positiva; estamos prácticamente neutrales por la disparidad entre las valoraciones y el momento del ciclo. Hemos incrementado progresivamente el peso de Europa y emergentes en nuestras carteras, lo que reduce indirectamente el peso en tecnología y la exposición al dólar sin necesidad de coberturas.
- Seguimos apostando tácticamente por small caps en EE. UU. y Europa, pero hemos salido de nuestra posición táctica en Reino Unido. En septiembre entramos en el sector farmacéutico, que sigue muy castigado, cotiza barato y tiene potencial para beneficiarse de la revolución tecnológica.
- Seguimos apostando por tener en cartera alrededor del 20% en activos alternativos adecuándolos al perfil de cada inversor. Nos aportan un extra de rentabilidad, reducen la volatilidad de las carteras y ayudan a diversificar.