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¿Es el fin de las grandes petroleras?
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¿Es el fin de las grandes petroleras?

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La industria petrolera se ha enfrentado a un "cambio de paradigma" tras los acontecimientos que protagonizaron los activistas climáticos y los gestores de activos durante las juntas generales de accionistas de las empresas estadounidenses ExxonMobil y Chevron. Mientras tanto, en Europa, Shell perdió un caso judicial histórico que le obliga a reducir sus emisiones de carbono. En este artículo, explicamos lo sucedido y cómo Schroders está actuando para paliar los efectos del cambio climático.

¿Qué pasó en ExxonMobil?

El hegde fund Engine No.1 presentó propuestas en la junta general de accionistas de Exxon para sustituir a cuatro directivos de la firma por unos sugeridos por ellos mismos. Contaban con el apoyo de inversores entre los que se incluían algunos de los mayores fondos de pensiones de Estados Unidos. Dos de las resoluciones prosperaron, lo que supuso la incorporación de dos nuevos miembros al consejo: Gregory Goff, ejecutivo de Marathon Petroleum y Andeavor, y Kaisa Hietala, ex de Neste Oyj. Estos directivos fueron elegidos por su experiencia en sostenibilidad y transición energética.

¿Por qué se ha propuesto este cambio a Exxon?

Las acciones de Exxon, que cotizan bajo las marcas Esso y Mobil, han tenido una rentabilidad inferior a la media del sector durante los últimos cinco años. Mientras que algunas compañías petroleras han adoptado medidas para llevar a cabo una transición energética, Engine Nº 1 dijo que Exxon no lo había hecho. El temor es que Exxon quede muy expuesta a los activos que queden estancados por la aceleración de las medidas para hacer frente al cambio climático.

La presión se intensificó después de que la empresa sufriera pérdidas por valor de 22.400 millones de dólares el año pasado, principalmente como consecuencia de la caída de los precios del petróleo provocada por el Covid. Chris James, de Engine No.1, dijo a Bloomberg: "Fue una campaña que se basó en la lógica y los datos económicos".

¿Qué pasó en Chevron?

La junta general de accionistas de Chevron también experimentó cambios el mismo día que la de Exxon. El 61% de los accionistas votó a favor de una resolución en la que se pedía a la empresa, que también cotiza como Texaco, que "redujera sustancialmente" sus emisiones. La empresa dijo que estudiaría detenidamente el resultado. Chevron se ha quedado atrás en el establecimiento de un objetivo de cero neto que tenga en cuenta las emisiones de carbono del petróleo y el gas que vende.
 

¿Qué pasó con Shell?

Shell también tuvo una llamada de atención recientemente. En un caso presentado por “Amigos de la Tierra”, un tribunal holandés ordenó a la empresa que redujera sus emisiones de carbono en un 45% para 2030 respecto a los niveles de 2019. Recientemente, Shell se fijó el objetivo de reducir la intensidad de carbono de sus productos en al menos un 6% para 2023, un 20% para 2030, un 45% para 2035 y un 100% para 2050 respecto a los niveles de 2016, "una de las estrategias climáticas más ambiciosas del sector", según Reuters.
Pero el tribunal dijo que la política climática de Shell "no es concreta y está llena de condiciones... eso no es suficiente".

¿Por qué están pasando tantas cosas ahora?

Todos los años, los activistas del cambio climático se centran en la "temporada de juntas generales", de abril a junio, y utilizan estos foros para impulsar el cambio, aunque a veces sólo sea para dar a conocer los fallos. 
Los acontecimientos de las dos juntas generales, tanto de ExxonMobil como de Chevron, también estuvieron precedidos por un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). En él se afirmaba que el desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo y gas debe detenerse este año y que no pueden construirse nuevas centrales eléctricas de carbón si se quiere alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050. También pidió que no se vendieran coches de  combustible fósiles nuevos más allá de 2035.

¿Y ahora qué?

La atención se centrará cada vez más en la COP26, la próxima cumbre del clima de las Naciones Unidas. Su título completo es la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y se celebrará en Glasgow en noviembre. 
Los activistas esperan que se acuerden más compromisos en la COP26, o en el período previo. También se espera que este año aumente la atención sobre las empresas de combustibles fósiles y los bancos que las financian. Los inversores se están concentrando en su objetivo para influir en las empresas. Climate Action 100+ ha atraído a 575 firmas de inversión institucional, entre ellas Schroders, que en total representan 54 billones de dólares en propiedad de empresas.


Nuestra visión

Las resoluciones en las juntas generales de accionistas constituyen una parte del panorama de la influencia corporativa. Los gestores de activos también deberían relacionarse con las empresas a lo largo del año para identificar el riesgo y aumentar el valor para sus clientes.

Rory Bateman, director global de renta variable de Schroders, dijo: "No hay duda de que necesitamos ver una acción más rápida en la industria petrolera. Hay varios mecanismos que pueden ayudar a conseguirlo. Creemos que es esencial comprometerse con las empresas de forma coherente. Nos reunimos regularmente con directivos y los miembros del consejo de administración para compartir nuestras preocupaciones y nuestra experiencia sobre cómo pueden acelerar el cambio. Respaldaremos estas decisiones si las empresas no cambian con la suficiente rapidez. La falta de acción aumenta los riesgos financieros a los que se enfrentan nuestros clientes y eso es algo que no podemos aceptar. Sin embargo, cada propuesta debe ser evaluada por sus propios criterios. Esto implica un cuidadoso análisis fundamental de la resolución y del comportamiento de la empresa. En algunos casos, estas resoluciones pueden atar las manos de la directiva y, de hecho, frenar la acción climática".

Información importante: Los puntos de vista y opiniones aquí contenidos son los de Andrew Oxlade, responsable de contenido de Schroders, y no necesariamente representan puntos de vista expresados o reflejados en otras comunicaciones, estrategias o fondos de Schroders. Este material tiene la intención de ser sólo para fines informativos y no tiene la intención de ser material promocional en ningún sentido. El material no pretende ser una oferta o solicitud de compra o venta de ningún instrumento financiero. El material no tiene la intención de proporcionar y no se debe confiar en él para la contabilidad, asesoramiento jurídico o fiscal, o recomendaciones de inversión. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Las rentabilidades pasadas no son una guía para las rentabilidades futuras y es posible que no se repitan. El valor de las inversiones y los ingresos de las mismas pueden disminuir o aumentar, y los inversores pueden no recuperar las cantidades invertidas originalmente. Todas las inversiones implican riesgos, incluido el riesgo de una posible pérdida de capital. Se cree que la información aquí contenida es fiable, pero Schroders no garantiza su integridad o exactitud. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Los dictámenes de este documento incluyen algunos pronósticos. Creemos que estamos basando nuestras expectativas y creencias en suposiciones razonables dentro de los límites de lo que sabemos actualmente. Sin embargo, no hay garantía de que se vayan a realizar previsiones u opiniones. Estos puntos de vista y opiniones pueden cambiar.

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