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¿Se han perdido los inversores la verdadera revolución en vehículos eléctricos?
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¿Se han perdido los inversores la verdadera revolución en vehículos eléctricos?

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Los vehículos eléctricos han llegado a un punto de inflexión. Por un lado, la calidad del producto ha mejorado y la disponibilidad del consumidor se está expandiendo rápidamente. Por otro lado, el coste de tener un vehículo de estas características se está acercando al nivel de los de combustión tradicional, hecho que ha aumentado la predisposición de los inversores para comprar este tipo de vehículos.

Como inversores expertos en inversión sostenibles y especialmente involucrados con el cambio climático, hemos analizado la situación del sector y, en concreto, el mercado de furgonetas y camiones eléctricos, donde se está produciendo un crecimiento mayor.

Viento de cara para vehículos eléctricos

Si hacemos un pronóstico de cuándo se producirá la transición en ventas de automóviles tradicionales a los eléctricos, las estimaciones denotan que llevaría muchas décadas. Hay dos razones clave: 

- No existen las suficientes fábricas de baterías para proveer a todos los automóviles del mundo. Además, la inversión requerida para ello es cuantiosa. Se estima que el gasto necesario por parte de la industria para completar esta transición sería de más de 400.000 millones de dólares.

- El segundo factor que frena la utilización del automóvil eléctrico es la velocidad de reemplazo: la vida útil promedio de un automóvil es de más de 15 años. Es aún más largo en las economías emergentes. Suponiendo que los vehículos eléctricos representan el 25% de todas las ventas mundiales de automóviles nuevos en 2030 y el 75% en 2040, los vehículos eléctricos solo representarán poco más del 11% de la flota total en 2030,  menos del 45% en 2040 y solo un 77% en 2050 ( que es cuando el transporte debe ser producir cero emisiones para cumplir con el objetivo de París).

Los vehículos comerciales lideran el cambio

Sin embargo, el sector del reparto comercial y la logística se pasará al vehículo eléctrico mucho más rápido ya que sus vehículos tienen un uso mucho más intensivo que los turismos. Esto implica que, por lo general, su vida útil es inferior.

El sector logístico no ha tardado en percatarse de ello y las empresas que disponen de grandes flotas están liderando el cambio hacia el modelo eléctrico. Uno de los factores de este cambio es que las autoridades han endurecido la regulación de emisiones. Pero también es una cuestión de coste ya que la electricidad es más barata. 

En esta misma línea, las empresas de reparto están bajo la presión de sus clientes en cuanto a reputación de marca se refiere. Así, Amazon ha anunciado recientemente planes para que el 50% de todos los envíos sean neutros en carbono para 2030 (cuando solo alrededor del 10% de la flota actual de automóviles tradicionales se habrá cambiado a la eléctrica).

Amazon necesita dar más detalles sobre cómo pretende lograrlo, pero está claro que este ritmo de conversión de los vehículos con motor de combustión puede y va a suceder más rápido en la industria de la entrega profesional y el comercio electrónico. Quizás Amazon, en lugar de ofrecer la entrega gratuita al día siguiente para los miembros Prime, pronto podría comenzar a incentivar la entrega gratuita de vehículos eléctricos y cobrar por otros métodos de entrega.

¿Cómo afecta esto a los inversores?

Amazon, que ha anunciado recientemente sus planes para que el 50% de todos sus envíos sean neutros en carbono para 2030, es solo un ejemplo de empresa que se adapta a los desafíos globales como el cambio climático. Pero hay más. Y es precisamente en estas empresas donde creemos que existen oportunidades para los inversores ya que consideramos que están mucho mejor posicionadas para afrontar el futuro. Con el objetivo de capturar estas oportunidades, en 2008 creamos el Schroder International Selection Fund Global Climate Change (SISF Global Climate Change), un fondo de renta variable que busca oportunidades en todo el mundo invirtiendo en empresas que reconocen la amenaza del cambio climático y se enfrentan antes que otras a los retos que este plantea, así como en compañías que forman parte de la solución a los problemas que acarrea este fenómeno.

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