Cómo tributan los ETFs extranjeros

Cómo tributan los ETFs extranjeros

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Los ETFs son los reyes de la inversión pasiva e indexada. Su capacidad para replicar índices y sus bajas comisiones hacen que muchos expertos los recomienden como la panecea para el ahorrador español que no quiere complicarse la vida.

Para quienes no estén familiarizado con este producto, los ETF o Exchange Trade Funds se traducen al castellano como fondos cotizados. Se trata de fondos de inversión con una gran salvedad, cotizan como acciones y se pueden comprar y vender en cualquier momento. Además, su precio también fluctúa a lo largo de la sesión, algo que no ocurre con los fondos de inversión.

La mayoría son de gestión pasiva, es decir, que se limitan a replicar el comportamiento de los índices, pero cada vez hay de más tipos, incluyendo también de gestión activa, como te explicamos en este artículo sobre qué es un ETF y las diferencias con los fondos indexados

Por cierto, para los que quieren gestión indexada, una de las maneras más novedosas y más sencillas de invetir en gestión pasiva actualmente son los roboadvisors, en Finect os dejamos nuestra sección dónde podréis encontrar los mejores valorados y podréis comparar. 

Este comportamiento similar es lo que le diferencia de los fondos indexados y también lo que hace que existan dudas sobre la fiscalidad de los ETFs. ¿Deben pagar impuestos como acciones o lo hacen como fondos de inversión? Al principio había dudas, pero al final el ministerio de Hacienda lo dejó claro.

En la Ley sobre las Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal se incluyó una aclaracioń sobre cómo deben tributar los ETFs en general, sean nacionales o extranjeros. El texto es también claro "se extiende a las instituciones de inversión colectiva cotizadas que coticen en bolsa extranjera el tratamiento de las que cotizan en bolsa española respecto a la no aplicabilidad del régimen de diferimiento". En otras palabras, hay que pagar impuestos en el IRPF por cada traspaso de ETFs y no sólo por reembolsos. 

Esta resolución puso fin a la polémica sobre los ETF y los diferenciaría de los fondos indexados, dejando a estos últimos a la vanguardia de la gestión pasiva por la ventaja del diferimiento fiscal en caso de traspaso. Y es que con un fondo indexado sí que evitarías pasar por la caja de Hacienda en los traspasos

Cómo tributan los ETF en la renta

¿Cómo queda la fiscalidad de los ETF extranjeros con la nueva normativa? Básicamente igual que la fiscalidad de las acciones y que los ETF nacionales. Esto quiere decir que el dinero que obtengas con cada operación formará parte de las rentas del ahorro y más concretamente de las ganancias y pérdidas patrimoniales.

Para el cálculo del beneficio se tendrá en cuenta la diferencia entre el precio de compra y el de venta. 

Después, primero integrarás los beneficios con el resto de ganancias y pérdidas y después someterás la suma a los tres tramos progresivos del ahorro, que son los siguientes:

19% para ganancias hasta 6.000 euros.

21% para ganancias entre 6.000 y 50.000 euros.

23% para ganancias entre 50.000 y 200.000 euros

  • 26% más de 200.000 euros.

Lo único bueno de la tributación de los ETF frente a los fondos es que, al tributar como una acción, las plusvalías logradas no tienen retención al realizar la  la venta, por lo que podremos contar con todo el dinero que no nos han retenido hasta que llegue la hora de declarar la renta, donde ya nos tocará pagar por ellos.

Recuerda que, como con los fondos de inversión, podrás compensar las pérdidas que sufras con tus ETF con otras ganancias patrimoniales

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