Vender depósitos, acciones y fondos antes de acabar el año te ahorrará impuestos en la declaración de la Renta

Cuando termina el año, llega el momento de hacer balance. La próxima primavera habrá que rendir cuentas otra vez con la Agencia Tributaria en la temida Declaración de la Renta. Aunque solo quedan unos días para tomar las uvas, todavía se pueden llevar a cabo algunas actuaciones para pagar menos impuestos.

Gestha, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, calcula que los ciudadanos se pueden ahorrar hasta 2.900 euros en la próxima declaración de la Renta si aprovechan las ventajas fiscales. No todos los contribuyentes pueden beneficiarse de las deducciones por igual, ya que depende de cuestiones como el sueldo y el patrimonio.

¿Inviertes? Puedes compensar pérdidas con ganancias

Una forma muy conocida por los inversores para pagar menos impuestos es la de compensar pérdidas y ganancias patrimoniales. Al realizar la declaración de la Renta, el contribuyente puede restar las pérdidas que haya sufrido a las ganancias logradas durante el año anterior. Esta posibilidad permite al ciudadano pagar impuestos solo por los beneficios reales de sus inversiones.

Para ello, conviene saber que la base imponible del ahorro está dividida en dos componentes: los rendimientos del capital mobiliario y las ganancias y pérdidas patrimoniales. Ambos grupos tributan en la declaración de la Renta por tramos, en función de la cantidad obtenida. En concreto, la escala va desde un tipo mínimo del 19% para los beneficios inferiores a los 6.000 euros hasta un tipo máximo del 26% para las cantidades superiores a los 200.000 euros.

El primer componente son los rendimientos del capital mobiliario. Aquí se incluyen los ingresos generados por productos financieros. Por ejemplo, los intereses de cuentas bancarias, depósitos, bonos de deuda pública o seguros de ahorro y los dividendos de las acciones.

En segundo lugar se encuentran las ganancias y pérdidas patrimoniales. Este apartado abarca el dinero obtenido por las ventas, ya sea de inmuebles o de instrumentos financieros como las acciones, los fondos de inversión y los fondos cotizados (ETF), entre otros. Aquí se incluiría también el dinero obtenido al vender una criptomoneda. 

¿Cómo se haría esta compensación en la práctica? Imaginemos un contribuyente que ha tenido que vender acciones por una caída del valor en Bolsa y, como consecuencia, ha perdido 2.000 euros. Este ciudadano puede vender acciones cuyo precio esté al alza con un beneficio de hasta 2.000 euros. Así no tendrá que pagar impuestos por ellas.

La clave reside en compensar las pérdidas sufridas con ganancias obtenidas dentro de cada uno de estos componentes, pero sin mezclarlos con el otro. Por ejemplo, si un contribuyente pierde dinero al vender acciones, puede compensarlo con el dinero ganado al vender un fondo de inversión. Si el saldo final de todos los rendimientos de un componente es positivo, se incluye en la base imponible del ahorro en la declaración de la renta.

También puede ocurrir que el resultado de uno de los componentes sea positivo, mientras que el otro componente ofrezca un saldo negativo. En ese caso, el contribuyente puede compensar con hasta el 25% del saldo positivo del otro componente.

¿Cómo se calcularía? Siguiendo con el ejemplo anterior, nuestro contribuyente ha tenido pérdidas al vender acciones por importe de 2.000 euros, pero ha ingresado 4.000 euros por dividendos. Es decir, tiene un saldo positivo en el componente rendimientos de capital mobiliario, pero negativo en el componente ganancias y pérdidas patrimoniales. Puede compensar las pérdidas sufridas hasta un 25% de los 4.000 euros, es decir, 1.000 euros. Los otros 1.000 euros restantes quedarán pendientes de compensar en el futuro.

La Agencia Tributaria permite aplicar esta ventaja fiscal de compensar las pérdidas durante los cuatro ejercicios fiscales siguientes, según el artículo 49 de la ley del IRPF. Por tanto, la declaración de la Renta de 2021 es la última oportunidad de los inversores para compensar las pérdidas sufridas en 2017 que todavía estén pendientes de compensar. Antes de que termine el año, se pueden vender inversiones con una ganancia equivalente a esa pérdida para aprovechar este beneficio.

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No te olvides de aportar al plan de pensiones

Además de esta opción, otra de las formas más clásicas de pagar menos en la declaración de la Renta es a través de los planes de pensiones. El dinero aportado a este producto de ahorro se descuenta de la base imponible del contribuyente, es decir, como si el ciudadano hubiera ingresado menos dinero.

Esta ventaja fiscal está limitada a un máximo de 2.000 euros anuales por contribuyente, aunque a partir del próximo año se reducirá a 1.500 euros. 

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Este artículo de Finect se publicó originalmente el 29 de diciembre en 20 Minutos.