El yen activa la máquina del tiempo y regresa a 1998: ¿qué implica para el inversor?

El yen activa la máquina del tiempo y regresa a 1998: ¿qué implica para el inversor?

El yen ha viajado en la máquina del tiempo hasta aterrizar en 1998. Esta semana la divisa de Japón se sitúa en mínimos de 24 años en su cruce con el dólar, aunque en la jornada de este miércoles registró un tímido rebote que le aleja algo de esos mínimos. Una disparidad que se ha visto acrecentada por la debilidad de esta divisa y por el fortalecimiento del dólar, que ataca su nivel más alto desde 2002.

El Banco de Japón se ha mostrado reacio a subir los tipos de interés. Al contrario, a la Reserva Federal apenas le ha temblado el pulso para activar las subidas con el fin de atajar los altos niveles de inflación que registra Estados Unidos.

El yen es la tercera divisa más intercambiada del mundo y representa a la cuarta economía del planeta. La flaqueza se debe a la distancia cada vez más grande entre los diferenciales del interés de la deuda nipona y los del resto del mundo. De hecho, esta tendencia se viene acentuando las últimas semanas, en las que incluso el Banco Central Europeo ha marcado como pauta la subida de tipos. No ocurre lo mismo con el Banco de Japón, que ha aumentado su política monetaria acomodaticia.

¿Cómo poner punto y final a esta situación?

Una mejoría de las perspectivas de crecimiento con la reapertura de las fronteras después del Covid-19 y la alta inflación son los motivos que pueden llevar al supervisor nipón a dar un giro a su política monetaria permisiva (dovish).

Los precios de consumo en el país marcaron un 2,1% en abril, una décima por encima del objetivo de inflación que establece el Banco de Japón. Es la primera vez que se supera esta barrera en siete años. Esto, si cabe, sorprende más a los analistas en un país que lleva décadas combatiendo la deflación. "La caída del yen puede cesar si el Banco de Japón cambia de rumbo y se vuelve agresivo", destaca Francesca Fornasari, responsable de soluciones de divisas de Insight Investments en declaraciones recogidas por Reuters.

No obstante, por ahora las autoridades financieras niponas aún no se han pronunciado a favor de ese cambio. La última vez que Japón intervino su divisa fue en 1998, a raíz de la fuerte salida de capitales que produjo la crisis financiera asiática.

Yen débil, ¿bueno o malo para la economía?

El yen se ha debilitado hasta acercarse a mínimos de 7 años frente al yuan chino. Situación parecida ocurre en el cruce con el won coreano y el dólar taiwanés. Esto supone un alivio para una balanza comercial deficitaria.

Asimismo, la debilidad del yen ha impulsado el atractivo de la Bolsa japonesa. Muchos inversores internacionales consideran ahora que los índices japoneses están infravalorados frente a los mercados financieros europeos y de Estados Unidos.

"Analizando internamente el mercado nipón, vemos que las ratios de valoración por beneficios (PER) de las pequeñas compañías no eran inferiores (más baratas) a la de las grandes empresas desde 2012-2013. A lo largo de 2021 y 2022 ya vuelven a cotizar con descuento, un aspecto muy poco habitual que refleja la oportunidad actual en este segmento", valoran los gestores del fondo Japan Deep Value en su última carta trimestral.

La subida de tipos en otras geografías tiene el efecto contrario para los inversores japoneses. La debilidad de su divisa les pone en un aprieto: los rendimientos son altos y siguen aumentando, lo que convierte a los bonos extranjeros en más atractivos.

¿Una oportunidad de inversión?

La Bolsa japonesa es una de las que peor recorrido ha ofrecido a los inversores este año. Sin embargo, la devaluación del Nikkei 225, su mayor índice bursátil, abre oportunidades a los particulares. Compañías como Mitsubishi, Honda, Toyota, Canon, Sony o Fujitsu forman parte de este selectivo y tienen ahora valoraciones más atractivas que en tiempos pasados debido a las caídas del índice.

Una forma de posicionarse en las compañías cotizadas de Japón, aparte de la compra directa de acciones, son los fondos de inversión. Existen fondos que invierten en la región Asia-Pacífico y dan un peso importante al país nipón en su cartera. Es el caso del Allianz Oriental Income, de la gestora alemana Allianz Global Investors. Una quinta parte de la cartera se invierte en compañías japonesas como Toyota. El porfolio se completa con una exposición a valores de otros países y territorio de la región, como Taiwán, China, Australia o Nueva Zelanda.

Los inversores que quieran captar directamente el potencial de revalorización del mercado japonés disponen de vehículos de inversión con una exposición pura. Una opción pilotada por una entidad española es el Ibercaja Japón, un fondo de Ibercaja Gestión que invierte el patrimonio de sus clientes en renta variable de gran capitalización. Es decir, una cartera de compuesta por grandes empresas cotizadas japonesas de sectores como la tecnología (por ejemplo, la empresa de semiconductores Tokyo Electron), la salud (el fabricante de dispositivos médicos Terumo) o el consumo cíclico (Fast Retailing, matriz de Uniqlo).

Otra opción es el fondo Japan Deep Value, un producto financiero de gestión activa enfocado en compañías de pequeña y mediana capitalización. Consigue un rendimiento anualizado del 4% durante los 3 últimos años. El inversor contrata con este producto una cartera con participaciones en firmas japonesas industriales y tecnológicas, principalmente. Los usuarios también pueden consultar un escaparate de inversión en Asia a través de Finect. 

¿Cuánto puedo ganar invirtiendo a largo plazo?

La versión original de este artículo apareció en ElEconomista el 15 de junio de 2022. 

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