¿Por qué regalarle dinero al banco?

¿Por qué regalarle dinero al banco?

A día de hoy una letra del Tesoro español ofrece una rentabilidad anual del 2,44%. Viendo la evolución en el mercado, en la próxima subasta esa rentabilidad superará el 2,60%. Y ofrece el mayor nivel de seguridad que se puede obtener en España.

Salvo error u omisión por mi parte, que yo sepa ninguno de los principales bancos españoles, ni siquiera los de tamaño medio, ofrece esa rentabilidad en un depósito a un año (salvo que te comprometas a comprar no sé cuántos productos de la casa con altísimas comisiones). Y desde luego ninguno los ofrece desde 1.000 euros, que es el valor nominal de una letra del tesoro. Es más: la liquidez de una letra del tesoro es total y absoluta, mientras que los depósitos a plazo fijo no se pueden deshacer hasta el vencimiento -como su nombre indica– o, para hacerlo, hay que pagar una fuerte comisión.

Yo creo que la respuesta está, en primer lugar, en el desconocimiento. Y en la comodidad. La mayoría de la gente interpreta que el banco le va a pagar una remuneración de mercado y que, si se lleva un margen, merece la pena, porque resulta cómodo. Lo que probablemente no sabe la gente es que lo amplio que puede ser ese margen. Sólo tienen que comparar la oferta actual de depósitos de su banco con lo que paga una letra del tesoro a día de hoy. Por un margen así merece la pena hacer uno mismo la gestión (y sólo es una vez al año).

Además, en el mundo digital en el que vivimos, esa "gestión" es sencillísima. Se pueden comprar letras del tesoro en el Banco de España por Internet, sin necesidad de hacer un montón de papeleos. De hecho, todos los días hacemos cosas mucho más complicadas cada vez que nos sentamos ante el ordenador para realizar gestiones de todo tipo.

También hay gente que piensa que esa rentabilidad superior se la comerán las comisiones de intermediación. Pero eso es porque no saben que el Estado está encantado de que los ciudadanos compren su deuda pública y, como ocurre cuando hay que pagar a hacienda, todo son facilidades.

Para empezar, puedes comprar directamente las letras del tesoro en el banco de España pagando una comisión del "1,5 por mil, con un mínimo de 0,9 euros y un máximo de 200 euros", según informa la propia entidad. En otras palabras, al 2,60% de intereses que nos va a pagar la letra del tesoro que compremos tras la próxima subasta hay que deducirle un 0,15%, lo que significa que nuestra rentabilidad neta será del 2,45 % anual. ¿Qué banco en el que nos sintamos igual de seguros que con el tesoro público ofrece una rentabilidad así?

También podemos comprar las letras en nuestro banco. Se lleva su propia comisión, pero como el Estado quiere facilitar que le financiemos, "topa" lo que los bancos pueden cobrar por vender letras del tesoro. Conviene preguntar, pero normalmente aunque la comisión sea algo mayor, merece la pena si lo comparamos con el depósito a un año que ofrece el mismo banco.

Pero si esta diferencia de rentabilidad les llama la atención, no les quiero decir si nos hacemos el siguiente planteamiento: si yo compro un bono del Estado con vencimiento a 10 años, tengo liquidez cuando quiera. No tengo por qué esperar al vencimiento. Como estamos hablando del activo más líquido que existe en el mercado (deuda pública europea, en este caso española), podemos establecer sobre la marcha el plazo que nos interese. La ventaja en rentabilidad es muy importante, dado que el bono a 10 años ofrece actualmente en el mercado una rentabilidad del 3,40 %, que es más o menos la que ofrecerá en la próxima subasta que realice el Tesoro.

Alguien dirá y con razón que el valor de los bonos fluctúa y podríamos quedarnos enganchados durante 10 años, que es cuando nos devolverán lo invertido. Ahí tendrán que confiar en mí y en las previsiones del BCE: de aquí a tres años, por poner un ejemplo de plazo de nuestra inversión, la inflación será claramente inferior a la actual. Si baja la inflación bajarán los tipos de interés y subirá el precio de los bonos.

Por no entrar en tecnicismos, pueden comprobar fácilmente esta relación de proporcionalidad inversa viendo lo que ha ocurrido este año: han subido los tipos de interés, ergo ha bajado el precio de los bonos. Si bajan los tipos ocurrirá exactamente lo contrario. Así que además del cupón se podría obtener una plusvalía.

¿Y si es tan evidente, por qué no lo hace la mayoría de la gente? Pues por el mismo motivo que la pereza nos impide a veces comparar ofertas en todo tipo de servicios. Y porque en España quien dirige las decisiones de inversión de los españoles son los grandes bancos, que lógicamente tienen más interés en que sus clientes financien sus operaciones que en que financien al Estado.

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