La reconversión industrial de las finanzas
"Reconversión industrial en la banca". ?sta frase no la digo
yo, aunque sí he dicho muchas muy similares, sino el presidente de uno
de los mayores actores de ese sector que necesita reconvertirse: BBVA. Y
no se lo dice a sus íntimos, precisamente, sino que fue lo que el diario
francés La Tribune destacó como titular de la entrevista que le realizó a Franciso González
. Detalles no concretó, pero sí lanzó alguna idea de fondo sobre esta
necesaria reconversión, "la reforma del sistema de distribución de
productos a particulares", dijo. Y, efectivamente, yo creo que es
necesaria esa reconversión, pero la reforma debería llegar incluso hasta
la forma en que González se plantea la reforma. Esa idea de
"distribución a particulares" sigue sonando a fórmula de
arriba a abajo. A una sociedad de redes centrallizadas y no
distribuidas. La revolución industrial de las finanzas debe ser radical
en sus planteamienteos. Considerar los cambios de fondo que se están
dando en la sociedad es básico. Si nos creemos que los mercados son
conversaciones, las conversaciones deben ser entre iguales. El mayor
esfuerzo aquí debe ser de las entidades para aprender a hablar como los
humanos. Y los humanos no suelen utilizar, por ejemplo, la palabra
"distribución" para referirse a sus necesidades financieras.
No se ven "distribuidos", sino asesorados, ayudados. No sé si
me explico. [caption id="attachment_1722"
align="alignright" width="300" caption="Los
sectores financieros, a la cola en reputación entre los consumidores,
según el informe Trust Barometer de Edelman"]
[/caption] Y es apremiante hablar en el mismo lenguaje que los
ciudadanos, porque la confianza en el sector se sigue debilitando. Y
esto tampoco lo digo yo, sino el informe de Edelman que cité ayer, que
muestra a este sector como uno de los que menos confianza infunde a los
ciudadanos, a muy poca distancia de los medios de comunicación, cuya
reconversión industrial curiosamente también está ya en marcha por
motivos muy similares. Y eso ya está en marcha. Si la reforma no la
realizan los bancos, la acabarán realizando los ciudadanos: "Para
las corporaciones tradicionales, las conversaciones interconectadas
parecen un mar de confusión. Pero nos estamos organizando más rápido que
ellas. Tenemos mejores herramientas, más ideas nuevas, y ninguna regla
que nos detenga". Esto tampoco lo digo yo, es la cláusula 94 del
manifiesto cluetrain
. El reto parece gigantesco, pero la oportunidad también. Habrá
entidades que lo vean así, se suban al tren de la revolución financiera
y estarán entre las ganadoras en este proceso, mientras otras lo verán
como una amenaza, tomarán medidas defensivas y colocarán cuantos más
productos puedan a sus inversores para retener su dinero el mayor tiempo
posible. ?stas tendrán más difícil sobrevivir en este nuevo entorno
porque "nuestra lealtad es para con nosotros mismos: nuestros
amigos, nuestros nuevos aliados y conocidos, hasta nuestros compañeros
de batalla. Las empresas que no juegan un papel en este mundo, tampoco
tienen futuro". Tampoco lo digo yo. Es la cláusula 93 del
manifiesto cluetrain.