La volatilidad amenaza mis ahorros para la jubilación, ¿puedo estar tranquilo?
Cuando las subidas y bajadas del merado son drásticas es importante que actúe con nervios de acero para no dejar que la incertidumbre afecte a sus decisiones y, en consecuencia, a su objetivo de ahorro a largo plazo, especialmente si es un inversor con alto patrimonio. Para ayudarle a afrontar los episodios de volatilidad, Fisher Investments España ha elaborado una guía que le explicará cómo enfocarse en sus objetivos a largo plazo sin desviarse del rumbo inicialmente marcado.
Las grandes oscilaciones al alza y a la baja son las que definen la volatilidad del mercado. No es fácil ver cómo, en pocos días, pierde gran parte del valor del capital que ha estado invirtiendo y ahorrando para objetivos como puede ser su jubilación. Pero, en realidad, la volatilidad no es tan destructiva para el patrimonio como puede ser tomar una decisión de inversión equivocada en un momento de caída.
Es por eso que algunos inversores no se sienten cómodos con estas situaciones de volatilidad del mercado y deciden invertir en activos menos volátiles como el efectivo o la renta fija. Pero, antes de cambiar la renta variable a este tipo de activos, es importante que entienda la correlación entre riesgo y beneficio. Aunque la renta fija y el efectivo son útiles en determinados momentos, la renta variable puede ser una buena opción cuando se busca un crecimiento durante un periodo prolongado ya que lo normal es que se revalorice al considerar periodos más largos de tiempo.
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Gestionar la volatilidad puede resultar difícil ya que existen ciertos sesgos y errores cognitivos que pueden llevar al inversor a tomar malas decisiones. Después de un par de días consecutivos de contracción del mercado puede que el inversor quiera reaccionar vendiendo en el momento equivocado ya que psicológicamente le resulta muy incómoda la pérdida de valor. Pero el deseo apresurado de protegerse le puede salir caro. Si queremos mantener el objetivo a largo plazo, es importante reevaluar las condiciones del mercado. Para ello, tenemos que ver si realmente ha cambiado algo o se trata de una inquietud exagerada y, si no se encuentra una razón fundamental, puede que lo más conveniente sea mantener la asignación de la cartera.
Por otro lado, hay inversores que piensan que, teniendo en cuenta un promedio histórico de rentabilidad de la bolsa superior al 8,6 %, pueden retirar un 8,6 % sin que ello afecte a su cuenta. Sin embargo, si se realizan retiradas durante una caída la probabilidad de conservar su capital se ve sustancialmente reducida. Por ejemplo, si una persona tiene una cartera de 100 000 euros que cae un 20 % en un año, hasta los 80 000 euros y, pese a todo, decide retirar el 8,6 % del valor de la cartera tras la caída (6 880 euros), después será necesaria una ganancia del 36,8 % para recuperar su inversión inicial. Por eso, si quiere aumentar la longevidad de su cartera, es recomendable que limite las retiradas cuando los mercados estén en descenso.
¿Es posible mantener la mente fría en esta situación? Lo cierto es que no todos los inversores son capaces de manejar la volatilidad del mercado, por ello es aconsejable contar con la ayuda de un asesor que le guíe en su planificación e inversión.
En resumen, el problema no es la volatilidad en sí, sino la reacción precipitada de los inversores ante la misma. Esto hace esencial entender las claves para afrontarla y comprender cómo afecta a su cartera