Acciones europeas, un refugio ante la incertidumbre global
Dada la reciente volatilidad de las bolsas, es un buen momento para reevaluar nuestra visión de la renta variable europea para el resto de este año y 2016. En este artículo, Rory Bateman, director de renta variable de Europa y Reino Unido de Schroders, explica por qué sigue pensando que el activo se puede considerar un 'refugio seguro' en un entorno de creciente incertidumbre económica.
"En los últimos meses hemos venido comentando
tres riesgos clave para los mercados de renta variable europeos:
el ruido en torno a Grecia, las posibles subidas de tipos en
Estados Unidos y un hipotético aterrizaje brusco de la economía china.
Con el primero, ahora tenemos un respiro, tras el reciente acuerdo de rescate. Aunque quedan muchos problemas sin resolver, hay una clara determinación de las autoridades de ambas partes para llegar a acuerdos.
Con respecto al cambio en el ciclo de tipos en Estados Unidos, nunca ha habido tanta anticipación al movimiento de la Reserva Federal, por lo que creemos que ya está descontado. De todos modos, hay que verlo en perspectiva. En los últimos 25 años la bolsa estadounidense ha reaccionado inicialmente con caídas a las subidas de tipos, pero en los siguientes seis meses ha cambiado la percepción, ante la fortaleza económica y de los resultados empresariales.
La desaceleración de China es inevitable, la duda y la volatilidad del mercado se debe a cómo de fuerte está siendo. Su expansión ha estado dirigida por el gobierno, alimentada del crecimiento del crédito y centrada en inversiones e infraestructura. Ahora necesita hacer una transición hacia el consumo y el gobierno tiene que garantizar que este reequilibrio se produce evitando el colapso de la economía.
La reciente volatilidad del mercado se explica por el temor de que
las autoridades chinas sean incapaces de gestionar esta transición y
no se alcance el objetivo de crecimiento del 7% en el PIB. Se han
cometido diversos errores, como intentar inflar artificialmente el
mercado de valores, que han dañado la confianza de los inversores
internacionales en China. Y la debilidad de los datos de manufacturas
muestran que la economía se está desacelerando más rápidamente de lo
esperado.
China importa en las exportaciones, pero en sectores concretos
Por desgracia, nuestra capacidad para predecir la política china es muy limitada, pero sí sabemos que alrededor del 10% de los bienes exportados de la UE van a China, casi el 70% de los cuales están dentro de los sectores de maquinaria, transporte y productos químicos.
Aunque el crecimiento de las exportaciones a China ha sido del 9,8% anual en el período 2010-2014, las cantidades absolutas, 165.000 millones de euros, son modestas en comparación con el intercambio de bienes y servicios en la Unión Europea, que se eleva a los 2,8 billones de euros.
La recuperación de la economía europea es un hecho y, aunque algunos sectores se verán afectados por la desaceleración de China, creemos que persistirá, ante la expansión del crédito, las reformas estructurales, la mejora de la confianza empresarial y el aumento del gasto del consumidor.
La economía de la zona euro ha tardado siete años en recuperar el
tamaño del PIB alcanzado en 2008. Las exportaciones a China ayudaron a
prevenir una recesión aún peor durante la crisis de la eurozona, pero
ahora el motor interno tiene mucha más importancia en la economía de
la zona.
Preferencia por negocios locales
A nivel de la cartera, nos gustan especialmente las compañías europeas con más exposición a las economías domésticas. Las empresas más orientadas al mercado interno están viendo revisiones al alza de sus resultados mayores que las exportadoras y todavía cotizan con un descuento sustancial.
Si bien creemos que la recuperación europea está en marcha y el impacto de China será limitado, percibimos que la presión deflacionaria de las materias primas y las importaciones se trasladará a las expectativas de inflación. Además, nuevas devaluaciones de divisas en los mercados emergentes reducirían la competitividad relativa del euro. Estos problemas pueden exigir una reacción del Banco Central Europeo en algún momento.
Creemos que en los 12 próximos meses la renta variable europea
actuarán como una especie de "refugio" frente a otros
mercados y creemos que los inversores deberían aprovechar la
debilidad en los mercados para aumentar su exposición a la historia
de la recuperación europea".