La insolidaridad del sistema de la pensiones públicas.

La insolidaridad del sistema de la pensiones públicas.

Nos sorprendían los medios de comunicación de ayer con la nueva reforma del sistema de las pensiones. Noticia que se venía venir por alguna que otra declaración del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España, Don José Luis Escrivá Belmonte. Declaraciones que ya le habían propiciado algún que otro escarnio público, pero las presiones de Bruselas pesan y pesan mucho, sobretodo si detrás de ellas hay 6.000 millones de euros pendientes de recibir, poderoso caballero don dinero.

 

La Comisión Europea supeditó en su día el envío de fondos a la aprobación de reformas estructurales relacionadas con: el mercado laboral, la transición energética, las finanzas públicas, las pensiones, las inversiones en I+D y la transición digital y el cambio climático. Y ahora le ha tocado a las pensiones, cambio que las patronales de los empresarios, CEOE y Cepyme, no se han tomado muy bien, por su falta de consenso con ellos, así como por el aumento de sus costes salariales vía subida de las cotizaciones sociales. Parece que los empresarios son la percha de las guantadas este año tras las subidas de las cotizaciones de los autónomos, eso sí… progresiva…

Pero lo mejor de todo es el nombre que le ha puesto el ministro a la segunda de las medidas, una nueva tasa adicional, cuota de solidaridad… Cuando el propio sistema público es un sistema:

 

  1. Piramidal: tú hoy cotizas para pagar las pensiones de las clases pasivas actuales, no es para ti ese dinero, no te lo guardan para ti, es para usarlo ahora, es para otros.
  2. Insolidario: porque el 40% de la sociedad sostiene al 60%.
  3. Excesivamente generoso, hipotecando el futuro del mañana: mientras que en los países del norte de Europa se recibe una pensión de jubilación entorno al 40% de su último salario, en España está sobre el 80%.

 

Hay una cosa clara, algo hay que hacer, el agujero de la Seguridad Social es de más de 20.000 millones de euros, y se estima que para el 2050 esté por encima de los 50.000 millones; y las medidas necesarias no hay político sobre la faz de tierra española que esté dispuesto a tomarlas por su coste electoral. Así, más allá de las medidas más o menos acertadas que se han tomado para contentar a Úrsula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, todo español con independencia de si es asalariado, funcionario, autónomo, empresario o directivo, necesita un complemento de ahorro privado para compensar la ineficacia del sistema público, sólo con la pensión pública no podremos mantener nuestro poder adquisitivo. No sirve de nada mirar para otro lado a golde de gin tonic como si la cosa no fuera contigo porque el mañana llega, y llega antes de que te des cuenta.

 

Dicha solución privada en la mayoría de las ocasiones no viene de la mano de los planes de pensiones o de los planes de previsión asegurada. Carcasas con falsas ilusiones impositivas a corto plazo, que a la hora de la verdad suponen un agravamiento fiscal importante llegando a costarle un 47% de lo rescatado al ahorrador, el 47% del capital aportado y su beneficio; cuando hay otras carcasas como los unit linked donde sólo tributa el beneficio con un tipo máximo actual del 28% o los planes individuales de ahorro sistemático, PIAS, que si cumplimos una serie de requisitos, tendremos una verdadera exención fiscal.

 

Si aún sigues ahorrando en un trágico plan de pensiones y quieres buscar soluciones más óptimas para tu economía sólo tienes que enviar un what`s app al 607470782. 

 

Un saludo.

José Manuel Marín Cebríán – El Robin Hood de las Finanzas.

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