No habrá recorte de tipos en julio y septiembre parece improbable: el BCE necesita "más datos"
Como siempre, los datos son la brújula que guía los pasos del supervisor bancario. Y aquí es donde se ha podido vislumbrar que el BCE no se plantea una nueva bajada de tipos en julio, tras el recorte de 25 puntos básicos acometido hoy, y que la de septiembre parece lejana. En su rueda de prensa posterior a la decisión del Consejo de Gobierno, la presidenta ha afirmado que van a "necesitar muchos más datos para confirmar el camino desinflacionario" y que estos llegarán "mucho más tarde en el verano".
En este sentido, a pesar de los avances de los últimos trimestres, Lagarde ha hecho hincapie en el aviso que recoge el comunicado sobre la inflación doméstica. ¿La causa? Los salarios, otro de los lugares comunes de las últimas ruedas de prensa de Lagarde. Según afirmó, los sueldos "importan enormemente" y siguen creciendo a un "ritmo elevado", por lo que presionan al alza los precios. Y aunque prevén que esta tendencia vaya aflojando en el último tramo del año y se consolide en 2025, se ha mostrado cauta y ha insistido en que tendrán que "testar la suposición de que los salarios decrecerán en 2024".
Es por esto que no ha querido pronunciarse al ser preguntada por cuándo llegará el siguiente recorte o a en qué medida seguirán moderando su política monetaria, ya que habrá "baches en el camino" y "los próximos meses seguirán siendo difíciles". "Conocemos el destino. Sabemos la dirección que estamos tomando. Conocemos la metodología que aplicaremos (...) pero lo que es muy incierto es la velocidad a la que viajamos y el tiempo que nos llevará", ha resumido.
"Unánime salvo por un gobernador"
Con respecto a la decisión tomada hoy, la presidenta del BCE ha señalado que "ha sido unánime salvo por un gobernador", aunque no ha querido revelar su identidad, y ha puesto en valor la seguridad con la que han apostado la rebaja de tipos. "Es la primera vez que tomamos esta decision en muchos años y no tomamos este tipo de decisiones a la ligera", ha manifestado.
"La solidez de las previsiones de inflación para el cuarto trimestre de 2025 constituyó la base de la decisión de recortar los tipos", explicó, para hacer referencia a que en sus proyecciones, en todos los trimestres de 2025 la inflación está alineada con el objetivo del 2% del supervisor bancario europeo.
Así que para este año, toca seguir pendientes de los datos macroeconómicos y del enfoque "reunión a reunión" del BCE, que como es habitual, recalca que no está comprometido con ninguna hoja de ruta preestablecida.
De hecho, Lagarde dejó pasar la ocasión de recordar que, incluso tras el recorte de tipos de este jueves, los tipos de interés reales son más restrictivos que en septiembre del año pasado, por lo que, tal y como adelantó Philip Lane, el economista jefe del BCE, la entidad está "eliminando cierto grado de restricción".
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