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Cultura financiera, primer paso para una jubilación tranquila
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Cultura financiera, primer paso para una jubilación tranquila

La evolución demográfica y los sensibles cambios laborales han puesto a la jubilación en el foco de atención y, en ocasiones, es motivo de preocupación para los ciudadanos.  El interés por la cultura financiera sobre la jubilación crece de forma exponencial al ritmo del envejecimiento poblacional. Aunque las autoridades manifiestan repetidamente que en la actualidad las pensiones no están en peligro, el abanico de ofertas que invitan a ahorrar con una visión a largo plazo cada vez cobra un mayor atractivo para así complementar la jubilación pública.

A veces olvidamos el concepto de la palabra jubilación: vida, alegría. La jubilación es la acción por la que una persona deja su actividad laboral y pasa a la inactividad, sea fundamentalmente por la edad, u otras circunstancias personales como puede ser un problema de salud. El cese definitivo de trabajo implica no recibir los ingresos habituales, y el estado, en el caso de España, se compromete a gestionar una prestación económica de por vida. Las cotizaciones a la Seguridad Social son la base por la que se calcula dicha prestación. Afortunadamente, se han superado viejos clichés sobre lo que significa ser un jubilado. Como afirma Xavier Puig, Profesor de Economía y Empresas de la Universitat Pompeu Fabra Barcelona School of Management, “hoy en día, lo normal es que una persona pase más de una tercera parte de su vida jubilada, y durante la mayor parte de ese tiempo seguirá siendo activa”.

Cuando llegue el momento de dar el paso para asegurarse el futuro, y cuanto antes mejor, hay que tener en cuenta que hay dos tipos de jubilación: la contributiva, esta es en la que el trabajador ha aportado parte de su sueldo durante toda su vida laboral; y la no contributiva, en la que la persona no ha trabajado o no ha cotizado el número de años mínimo (necesario) a la Seguridad Social.  Según la última normativa, en España la edad de jubilación oficial está actualmente en los 66 años para todos aquellos que no hayan cotizado más de 37 años y 3 meses. El número de pensionistas en España (2021) se situó en cerca de diez millones de personas, lo que representa alrededor de dos personas activas por pensionista, y el aumento de la esperanza de vida está en los 82 años. El gasto en pensiones supone al estado un desembolso de 171.165 millones de euros anuales.

La clave: cultura financiera

En este escenario, la cultura financiera juega un papel esencial, no sólo a la hora de entender la situación actual y las previsiones de las pensiones en un futuro, sino para conocer las opciones para complementar las pensiones de la manera más adecuada para cada caso. La Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España entienden la cultura financiera como “el dominio de habilidades, conocimientos y prácticas diarias necesario para tomar decisiones financieras con información y de una forma sensata a lo largo de la vida”.

La cultura financiera capacita a los ciudadanos a tomar decisiones de inversión más sensatas en el momento adecuado. De esta manera pueden empezar a ahorrar e invertir en productos financieros óptimos a largo plazo que les permitan tener una jubilación más satisfactoria económicamente. En el caso de España, la ratio de conocimientos financieros es de un 49%, frente al 52% de media europea según (añadir fuente). Esto evidencia que prácticamente la mitad de los españoles no son capaces de entender conceptos como el binomio rentabilidad-riesgo o la importancia del largo plazo a la hora de planificar nuestras finanzas. El informe Observatorio del Ahorro Familiar profundiza más y revela que 8 de cada 10 familias que saben de finanzas y son conscientes de ello, consiguen ahorrar para asegurarse un bienestar económico.

De ahí que el conocimiento financiero nos ayuda a mejorar nuestra planificación financiera, lo que nos permite ahorrar mejor. La planificación y el ahorro son pues los primeros pasos. Lo siguiente es la inversión. En este caso, es aconsejable dejarnos asesorar por profesionales a la hora de poner nuestros ahorros a trabajar. Lamentablemente, los estudios revelan que en este punto también, los españoles adolecen de la cultura financiera necesaria.

El Informe Naranja “Comportamiento de los inversores españoles ante los movimientos del mercado”, publicado por ING, apunta que “solo el 12% de los españoles con fondos y/o acciones tenía bastantes conocimientos financieros, y un 54% decía que tenía pocos conocimientos. Y, de estos últimos, el 24% se dejaban asesorar y el 30% tomaba sus propias decisiones sobre inversión".

Estos datos evidencian la necesidad de reforzar la cultura financiera en España en la fase de planificación, ahorro e inversión, para asegurar a los ciudadanos la opción de una jubilación sin sobresaltos.

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