Fármacos GLP-1: ¿asesinos de la dieta?

Los fármacos contra la obesidad pueden suponer una revolución sanitaria. Con salvedades...

Las personas obesas son propensas a padecer diabetes de tipo 2, enfermedades coronarias, problemas circulatorios, problemas articulares y multitud de enfermedades que acortan sus vidas y reducen su calidad de vida. Dado que la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas según la Organización Mundial de la Salud (OMS), principalmente en los países desarrollados, y cada vez más también en los países en desarrollo, esto representa una crisis para los sistemas sanitarios.¹ 

Hasta hace poco, había dos enfoques principales para abordar la obesidad: cambio de estilo de vida (ejercicio y dieta) y cirugía. Lo primero no ha funcionado: la mayoría de las dietas para perder peso son poco más que modas pasajeras. Mientras tanto, la cirugía bariátrica no es para todo el mundo, es cara e invasiva, lo que conlleva importantes peligros y efectos secundarios. Esta es la razón por la que la aparición de un nuevo tratamiento farmacológico aparentemente eficaz ha suscitado un enorme interés, según el Comité Consultivo Temático de Pictet Health, que dedicó su última reunión al tema.

Walmart y más allá

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.  aprobó el popular fármaco contra la obesidad GLP-1, Wegovy de Novo Nordisk, en junio de 2023. En octubre, Walmart afirmaba que ya empezaba a notar un impacto en el comportamiento de compra de alimentos, con consumidores que compraban algo menos de volumen y algo menos de calorías. Las observaciones de Walmart son muy preliminares. De hecho, el Comité Consultivo Temático de Pictet Health advirtió del peligro de sacar conclusiones precipitadas, subrayando que es probable que los efectos sobre el comercio minorista de alimentos en general sean relativamente modestos. Pero demuestra hasta qué punto el fármaco ha penetrado en la conciencia general. 

Esa noticia provocó una onda expansiva en los mercados, ya que los inversores trataban de averiguar el impacto final de que la gente comiera menos. Las existencias de aperitivos salados flaqueaban. Según los comentaristas del mercado, parte de este movimiento fue excesivo. Algunos analistas del sector de ventas creen que es probable que se produzca una caída del 2% en el crecimiento de los alimentos procesados, aunque con signos de que el crecimiento en este segmento se está ralentizando, lo que podría ser suficiente para tener un impacto modesto en los beneficios empresariales del sector alimentario. Los productores especializados, como los fabricantes de algunos ingredientes alimentarios, podrían tener un mayor impacto.

Aunque  se espera que el fármaco propicie un alejamiento de los alimentos que engordan, las primeras pruebas sugieren que las personas que toman fármacos GLP-1 comen un poco menos de todo, en lugar de alimentos menos saludables. Esto podría cambiar si la pérdida de peso fomentara un estilo de vida más saludable. Al fin y al cabo, la pérdida de peso aumenta la movilidad, lo que facilita que las personas que reciben el tratamiento hagan ejercicio, aunque solo sea caminar.

El impacto en el sector sanitario es menos claro, ya que pueden darse efectos opuestos en el trabajo. Existen informes anecdóticos de que la demanda de equipos ortopédicos especializados está disminuyendo con la aparición de fármacos contra la obesidad. A medida que las personas pierden peso, disminuye la tensión sobre sus articulaciones y, al margen, necesitan menos prótesis de rodilla, por ejemplo. Por otro lado, a medida que las personas con obesidad grave pierden peso, se convierten en mejores candidatos para la cirugía, por lo que en esos casos podría haber más demanda de prótesis de rodilla y similares.

Al mismo tiempo, si los fármacos contra la obesidad aumentan la esperanza de vida al reducir la incidencia de diabetes, enfermedades renales y coronarias, es probable que las personas necesiten otras intervenciones médicas a medida que envejecen. Así, aunque no necesiten prótesis de rodilla porque pesen demasiado, pueden necesitarlas más adelante porque las articulaciones se hayan desgastado con la edad.

Las aseguradoras y los proveedores estatales de atención sanitaria tendrán que sopesar el alto coste de los fármacos GLP-1 y el hecho de que deben tomarse para siempre (las pruebas sugieren que las personas vuelven a sus viejos hábitos alimentarios y a su peso una vez que dejan de tomar el fármaco) frente a sus innegables beneficios.

Lo que parece seguro es que este nuevo fármaco tendrá un efecto drástico en la cantidad y la calidad de vida. Así que, a pesar del debate sobre su coste, está destinado a ser un tratamiento importante para una lacra moderna.

[1] https://www.who.int/activities/controlling-the-global-obesity-epidemic
[2] https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/type-2-diabetes/expert-answers/byetta/faq-20057955
[3] https://www.diabetes.org.uk/diabetes-the-basics/type-2-reverse
[4] https://newsroom.clevelandclinic.org/2023/11/11/international-clinical-trial-finds-that-semaglutide-reduced-cardiovascular-events-by-20-in-adults-with-overweight-or-obesity-who-dont-have-diabetes/
[5] Kate Ruder, “As Semaglutide’s popularity soars, rare but serious adverse effects are emerging,” JAMA, 15.11.2023.