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Claves del primer trimestre de 2023 y perspectivas de los mercados de renta fija
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Claves del primer trimestre de 2023 y perspectivas de los mercados de renta fija

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El año empezó con buenas sensaciones…

Tras el cierre de 2022, un año especialmente negativo para los mercados de renta fija por el fuerte repunte vivido en los tipos, 2023 se iniciaba como un año a priori menos complejo y con mejores perspectivas para los mercados financieros en general. Y así lo vivimos en los primeros compases del año, con una cierta relajación en las curvas de tipos y un estrechamiento en los diferenciales de crédito que se veía reflejado en una buena evolución de los activos de renta fija.

En esos primeros compases del año los datos de precios seguían marcando el ritmo, y las políticas monetarias de los Bancos Centrales pivotaban alrededor de los datos de IPC. Una inflación que se mantenía por encima de lo que se considera deseable es lo que llevaba al BCE a seguir con su trayectoria de 50 pb de subidas en su tipo de intervención, anticipando que este sesgo tensionador se iba a prolongar de cara a los próximos trimestres. No solo en Europa, en EEUU, Powell defendía en el Congreso a primeros de marzo la necesidad de controlar la evolución de los precios a través de subidas más agresivas de tipos, y esto llevaba al mercado a anticipar un nivel de llegada en el tipo de intervención del 6% con un bono a 2 años que superaba el 5%, niveles no vistos desde hacía más de 15 años.

¿Qué podía fallar?

Como decía John Lenon “la vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes” Y de esta manera, la chispa que hace saltar un incendio inesperado es la quiebra de Silicon Valley Bank que despertó los viejos fantasmas de Lehman Brothers y arrastró a toda la banca mediana norteamericana. El rescate de First Republic Bank por parte de los grandes bancos estadounidenses y las declaraciones de la Secretaría del Tesoro Janet Yellen anunciado medidas adicionales si fuera necesario ha permitido contrarrestar en gran medida el escenario de incertidumbre.

Después de todo este terremoto, lo cierto es que los mercados han ido recuperando poco a poco la calma, el sector financiero ha sido el gran damnificado en todo este proceso, especialmente castigada se ha visto la deuda subordinada e hibrida, que ha visto como sus precios caían con fuerza y los inversores perdían en cierta medida la confianza en esta tipología de activos.  A pesar de ello, a medida que el tono de mercado ha ido mejorando, la evolución de las cotizaciones de la deuda senior, de mayor grado de prelación, ha vuelto a niveles previos al estadillo de episodio Silicon Valley.

¿Y en Europa? ¿Qué ha ocurrido?

Claramente un efecto contagio, y es que, a pesar de las grandes diferencias en cuanto a regulación del sector, era inevitable que el temor se extendiera, y de esta manera se ha castigado al “rival más débil” que no era otro que Credit Suisse. La entidad estaba inmersa en un proceso de restructuración de su negocio por sus más que discretos resultados, y la fuga de depósitos se la ha llevado por delante. La adquisición por parte de UBS de la entidad con un importante apoyo económico de las entidades públicas suizas debería haber neutralizado el temor de los inversores sobre la solidez del sector financiero europeo.

¿Cómo han vivido los fondos de renta fija este turbulento comienzo de año?  

Si miramos la rentabilidad acumulada en los tres primeros meses de año vemos que la práctica totalidad de las carteras se encuentran en terreno positivo, lo que demuestra la resiliencia de los fondos de perfil más conservador. Dos han sido los factores que han permitido este comportamiento, por un lado el relevante peso en deuda pública que ha actuado como refugio en esta coyuntura, y por otro lado la elevada diversificación de las carteras y el nulo peso en deuda subordinada, la más penalizada en este episodio de volatilidad y que ha permitido sortear las fuertes caídas vividas en estos activos.

¿Qué podemos esperar para los fondos de renta fija de cara a los próximos meses?

Dejando aparte episodios como el que hemos vivido en marzo, desde luego nuestras previsiones nada tienen que ver con lo que anticipábamos hace tan solo doce meses. Después de vivir el año pasado el proceso de subida de tipos más rápido de la historia que condicionó muy negativamente la evolución de los fondos de renta fija, este año 2023 se anticipa como un buen año para este activo. Lo peor ya ha quedado atrás, la rentabilidad de los bonos ha alcanzado niveles que no habíamos visto en más de una década, y este nuevo escenario proporciona nuevas oportunidades en todos los activos de deuda tanto pública como privada y todos los tramos de las curvas de tipos.

¿Cuál es nuestra estrategia para Renta Fija?

Somos especialmente positivos para los plazos más cortos de las curvas soberanas. Las políticas monetarias restrictivas han tenido como consecuencia un fuerte tensionamiento de los tramos monetarios derivando en un fuerte aplanamiento de las curvas de interés. De esta manera, con reducidas duraciones, y asumiendo por tanto un muy riesgo muy acotado de tipos, podemos obtener retornos más que razonables, sobre todo para aquellos inversores de perfil más conservador que quieran minimizar la volatilidad en sus carteras.

La renta fija privada supone también un importante nicho de valor en este año. A lo largo de la última década, el universo de bajos tipos de interés en el que hemos vivido ha permitido que las empresas privadas se financien a niveles muy atractivos y por tanto han entrado en este nuevo ciclo de tipos mucho mejor preparadas que en ciclos anteriores.  A pesar de ello, hay que tener en cuenta que la elevación en los costes de financiación y el posible deterioro en el ciclo económico va a tener un efecto más acusado en las entidades más apalancadas y con peor rating, por lo tanto, la exposición a crédito debe hacerse de forma selectiva y diversificada, sobreponderando aquellos nombres más sólidos y con mejor calidad crediticia.

¿Y a partir de ahora?

Podemos concluir por tanto que, aunque ciertamente nos encontramos ante un escenario macroeconómico complejo, las oportunidades en los mercados siguen ahí, y los inversores más conservadores tienen en los fondos de renta fija una alternativa de inversión atractiva con un nivel de riesgo limitado y un potencial muy superior al que hemos vivido en los últimos años.

 

Cristina Gavín Moreno

Responsable Renta Fija

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