Malos datos de actividad empresarial: ¿se traducirán en un menor crecimiento económico?
Esta semana se han conocido los datos del PMI compuesto en la eurozona, un indicador de las expectativas y la actividad de las empresas, que ha arrojado dudas porque las cifras apuntan a una ralentización del sector privado. Esta publicación “muestra una cierta debilidad”, pero no es preocupante porque es coherente con el contexto general económico, según Alberto Matellán, director general de La Financière Responsable, filial de inversión ESG de MAPFRE.
El directivo ha explicado este miércoles que el PMI “no deja de ser una encuesta, y se ve muy influenciada por el contexto en cuanto a la confianza”. Y, advierte, “uno de los daños más grandes a la economía es que caiga la confianza”, que está siendo una de las consecuencias de las disputas comerciales. Por eso, el descenso en este indicador “no es una sorpresa”.
En España, el PMI ha sido más negativo en cuanto al sector servicios, un “mal dato” para Matellán, pero que “en sí mismo no compromete el hecho de que España sigue siendo uno de los países que más crece en Europa”. La desconfianza que muestra puede revertirse, pero, de continuar así, terminaría conllevando una menor inversión y por tanto menor crecimiento.
Esta semana se reúne el Banco Central Europeo, y el consenso de mercado ya cuenta con una bajada de tipos de interés de 25 puntos básicos. A partir de ahí, lo probable es que haya una nueva rebaja de tipos y ahí se detengan las bajadas, prevé Alberto Matellán, para quien una política monetaria más expansiva en Europa no sería razonable, porque, aunque la inflación esté controlada, sigue suponiendo un riesgo, y porque la política fiscal ya está teniendo un tono claramente expansivo.
En cuanto a los vaivenes en torno a los aranceles de la administración estadounidense, el economista cree que “este juego político empieza a cansar al mercado”, y que, ante acontecimientos como la llamada de este miércoles entre Trump y Xi Jinping, “no deberíamos depender de esto sino de cuestiones de fondo”. “Todas estas idas y venidas lo que hacen es crear incertidumbre y mayor desconfianza”, ha añadido.
Antes de conocer los datos de empleo en EEUU, Matellán ha recordado que la situación del mercado laboral suele ir en línea con la macroeconómica, “siempre un poco por detrás”. Y la economía estadounidense está siendo “relativamente estable”, debilitándose “poco a poco”. El impacto negativo que la política arancelaria tuvo en las expectativas de crecimiento no se está traduciendo en el empleo “por lo brusco que fue”. Los nuevos datos de empleo, según el directivo, ayudarán a responder en qué medida se traducirá este impacto, y pronostica que se debilitarán solo “ligeramente”, porque la economía de EEUU está resistiendo “bastante bien”.
Por último, se acerca el verano y eso siempre acarrea un menor volumen de negociación en las bolsas, lo que aumenta el riesgo de volatilidad, pero Matellán pronostica que, en Europa, las alzas se mantendrán porque lo que las ha hecho subir, la ventaja comparativa con la incertidumbre de EEUU, se mantiene.