Qué puedes hacer con tu dinero si te toca la lotería

Si eres uno de los más de 24 millones de españoles que compran Lotería de Navidad, según datos del Estudio ‘Juego y Sociedad’, es muy posible que ya estés paladeando en qué te gustaría gastarte el dinero. También cabe la posibilidad de que quieras ahorrar una parte para crear un colchón de cara al futuro, por lo que pueda pasar. O financiar algún sueño que actualmente te parece inalcanzable. En ese caso, ¿cómo deberías invertirlo? Te ofrecemos algunas claves.

Primeros pasos

Muchos agraciados con la Lotería acaban arruinados al cabo de unos pocos años. Y a menudo es porque el entusiasmo y la adrenalina no les deja planificar sus finanzas con cabeza fría. Tú no cometas el mismo error. Tanto si te ha tocado el Premio Gordo como si tienes una cantidad mucho más modesta para invertir (la cuantía es lo de menos) merece la pena que te pares a pensar y ordenes tus ideas.

Lo primero que tienes que dilucidar es cuál es la razón por la que estás invirtiendo. A fin de cuentas, ahorrar es posponer el consumo actual a un periodo posterior en el tiempo. Por tanto ¿en qué te gustaría gastarte ese dinero en el futuro? Puede ser que quieras comprarte una casa, dar la vuelta al mundo o financiar la educación de tus hijos. También puede ser que quieras emplearlo para asegurarte una renta suficiente de cara a tu jubilación.

Sea cual sea la razón por la que estás invirtiendo, es importante que la tengas clara porque de ella depende el plazo, el horizonte temporal, que tendrá tu inversión y, por ende, el riesgo que deberías asumir e incluso el instrumento que puede resultar más adecuado.

El segundo elemento clave es analizar tu propio perfil de riesgo. En otras palabras, cuál es tu nivel de tolerancia a las pérdidas. En este sentido es importante que sea cual sea la inversión que elijas entiendas en qué estás invirtiendo y cuál es el nivel de volatilidad esperable en el corto o medio plazo. Eso sí, piensa que riesgo y rentabilidad van de la mano. Si quieres obtener rentabilidades jugosas tendrás que asumir más riesgo. Y al revés, si tu perfil de tolerancia al riesgo es conservador, tus perspectivas de rentabilidad también deberán serlo.

Finalmente, a la hora de invertir lo ideal no es que optes por un solo producto, sino que construyas una cartera diversificada que refleje el nivel de rentabilidad/riesgo con el que te sientes cómodo y que resulta más adecuado para tus objetivos financieros.

Errores a evitar

Acabas de ganar la Lotería y te encuentras en un estado de euforia. Lo entendemos, tiene todo el sentido. Pero también te advertimos que ese no es el mejor punto de partida para tomar decisiones financieras. El hecho de obtener un premio de manera inesperada te puede llevar a asumir riesgos muy superiores a los que, según veíamos en el apartado anterior, son más adecuados. Para ti ese dinero viene como caído del cielo, por lo que quizá caigas en la trampa mental de pensar que perderlo tampoco sería tan grave.

Por tanto, si realmente quieres sacarle todo el jugo es importante que no tomes decisiones de inversión apresuradas. Tómate tu tiempo para disfrutar de la noticia, gasta la parte que consideres conveniente en celebrarlo con tus seres queridos y darte algún capricho. Y cuando creas que ya te has bajado en parte de la nube, piensa en qué quieres emplear el dinero o en qué deseas invertirlo. En definitiva: no te precipites.

Otro de los problemas a los que se enfrenta un reciente millonario (y en general cualquier inversor) es la falta de cultura financiera. Y esta es imprescindible si queremos sacarle todo el partido a nuestros ahorros. Es posible que pienses que si cuentas con el dinero suficiente siempre puedes delegar tus decisiones financieras en un asesor. Pero incluso en ese caso es recomendable que cuentes con unos conocimientos básicos. De ese modo, te asegurarás de que sea cual sea la inversión que te recomiende está perfectamente alineada con tus intereses… y no con los suyos, o con los de su banco. En este sentido, contar con una mínima cultura financiera no es tan difícil (ni aburrido) como puedas pensar y tienes multitud de vías para adquirirla.

Además, de este modo evitarás algunos de los errores más comunes entre los ganadores del Premio Gordo, como poner todo su dinero en el activo de moda o en el último negocio que le acaban de recomendar. Como dice el gurú de las finanzas Warren Buffett: “Nunca inviertas en un negocio que no entiendas”.

Elegir el producto adecuado

Y entrando en materia, ¿cuál puede ser el producto más adecuado para ti? No hay una respuesta definitiva ya que, como veíamos antes, todo depende de tus objetivos financieros, tus conocimientos y tu perfil de riesgo.

Puedes invertir de forma directa (creando, por ejemplo, tu propia cartera de acciones) o puedes optar por las ventajas de la inversión colectiva, comprando participaciones de un fondo de inversión o de un plan de pensiones.

Si tus conocimientos financieros no son muy elevados y no te ves capaz de elegir por ti mismo los fondos que más te convienen siempre puedes invertir en una cartera de fondos ya creada. Los roboadvisors ponen a tu disposición una selección de fondos adaptada a tu perfil de riesgo.

Lo más importante es que sean cuales sean los instrumentos que elijas, el mix de activos a los que estés expuesto sea el más adecuado para ti. Lo habitual es que las dos clases protagonistas sean la renta variable y la renta fija, pero también puedes ampliar la diversificación con inversiones alternativas, como el oro, las materias primas o el inmobiliario. Eso sí, siempre en pequeñas dosis, ya que suelen ser activos de elevada volatilidad.

Y, por supuesto, piensa siempre en la liquidez de tu cartera. E inviertas en los que inviertas, déjate un colchón para imprevistos.