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Por qué el 2021 puede ser un año decisivo en la lucha contra el cambio climático
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Por qué el 2021 puede ser un año decisivo en la lucha contra el cambio climático

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Cuenta atrás para la COP26: El último informe de la ONU ha puesto al mundo en alerta roja, pero la tendencia está clara. Esto es lo que nuestro Consejero Delegado y nuestros especialistas opinan del papel de los inversores en la transición energética.

El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido que este año será un año decisivo en la lucha contra el cambio climático.

La próxima cumbre del clima de la ONU, la COP26, o, según su denominación oficial, la 26ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático, se celebrará en Glasgow en noviembre. 

Aplazada desde el año pasado debido a las restricciones derivadas del COVID-19, los coanfitriones son el Reino Unido e Italia, y se espera que los distintos países anuncien sus nuevos objetivos climáticos.

En contexto

Más de 190 países firmaron el Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el aumento de la temperatura por debajo de los 2 grados Celsius, e, idealmente, a 1,5 grados Celsius, en comparación con los niveles de comienzos del siglo XX.

No obstante, el Secretario General de la ONU, al comentar un informe de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático publicado el 26 de febrero, lo describió como una alerta roja para el mundo.

Para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius, debemos reducir las emisiones de carbono en un 45% para 2030 en comparación con los niveles de 2010, según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

Sin embargo, el informe concluía que, aunque la mayoría de países representados habían incrementado su nivel de ambición sobre los objetivos de emisiones, su esfuerzo conjunto quedaba muy por debajo de este objetivo. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático afirmaba que, “si continuaban como hasta ahora, solo lograrían reducir las emisiones en un 1% para 2030 en comparación con los niveles de 2010”.

El informe sintetizado inicial de las “Contribuciones Nacionales Determinadas” resume el impacto de los planes nacionales por el clima nuevos y revisados de 48 países, incluidos sus objetivos de reducción de emisiones para 2030.

¿Qué reacciones ha habido?

Puesto que la versión definitiva no se publicará hasta finales de este año, lo que tenemos es una foto fija.

Sin embargo, Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, afirma que eso demuestra que el actual nivel de ambición climática está “muy lejos de meternos en la senda que nos lleve a cumplir los objetivos del Acuerdo de París”. “Hay que tomar decisiones que aceleren y amplíen la acción climática en todo el mundo ya”, añadía.

El Presidente de la COP26, Alok Sharma, afirmaba que el informe “debe ser una llamada a la acción” y pedía a todos los países fijarse objetivos ambiciosos para 2030.

“Tenemos que ser conscientes de que la ventana de oportunidad para actuar y proteger el planeta se cierra rápido, advertía. 

¿Quién más ha hablado de la COP26 y la lucha contra el cambio climático?

Puesto que la vacunación ha avivado la esperanza del fin de las restricciones de confinamiento, e, incluso, de la pandemia en sí, el cambio climático vuelve a cobrar protagonismo.

Representantes gubernamentales, activistas por el clima, personalidades empresariales y celebridades mediáticas se dan cita para hacer hincapié en lo urgente de la situación. Malala Yousafzai, activista por el derecho a la educación y premio Nobel, el naturalista Sir David Attenborough, el fundador de Tesla Elon Musk, y otros rostros conocidos, como la actriz Emma Thompson, Arnold Schwarzenegger, Leonardo DiCaprio o Pharrell Williams, son algunos de ellos.

El presidente de EE. UU., Joe Biden, celebrará su propia cumbre de líderes sobre el cambio climático el 22 de abril tras volver a los Acuerdos de París nada más llegar a la Casa Blanca.

Bill Gates ha publicado un libro de referencia sobre la materia, y, hace poco, señalaba lo siguiente: “Evitar un desastre climático exige hacer negocios de otra forma, exige la valentía de asumir riesgos que muchos consejeros delegados no están acostumbrados a asumir, y que los inversores no están acostumbrados a recompensar.”

En enero, Schroders se puso en contacto con las mayores empresas del Reino Unido para pedirles que publicasen planes detallados para afrontar el cambio climático, con sus correspondientes costes totalmente desglosados. El Consejero Delegado de Schroders advierte que el “cambio climático está creando una situación parecida a 1929”.

En diciembre de 2020, Schroders se unió a otras 29 gestoras de activos de todo el mundo, que, en conjunto, gestionan activos por valor de más de 9 billones de dólares, para lanzar la iniciativa Net Zero Asset Managers. Este grupo de gestoras de activos líderes se compromete a apoyar el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 o antes, en línea con el esfuerzo mundial para limitar el calentamiento global a 1,5°C.

En Schroders también estamos activamente comprometidos con Climate Action 100+, la iniciativa de un grupo de inversores que pretende garantizar que las empresas del mundo que más gases de efecto invernadero emiten tomen las medidas necesarias para hacer frente al cambio climático.

Para nuestro Consejero Delegado, igual que el “crack” del 29 supuso una transformación total en cuanto a la transparencia de las empresas, ahora, la presión sobre ellas para que presenten planes claros para afrontar el cambio climático debería ser igual de grande. 

Peter Harrison, Consejero Delegado de Schroders, afirma:

“En un principio, nos hemos puesto en contacto con las empresas del FTSE 350. Les hemos ofrecido ayuda para llevar a cabo sus planes, pero también les hemos dejado claro que vigilaremos su progreso de cerca. De cara al futuro, esperamos ver ese mismo progreso en otros mercados. Nos gustaría que todas las grandes y medianas empresas publicasen sus planes, coticen donde coticen.”

Mark Lacey, Responsable de Acciones Globales de Recursos Naturales de Schroders, apunta:

“Como inversores en esa tendencia, tenemos la responsabilidad de invertir el dinero de nuestros clientes de forma responsable, en aquellas empresas directamente implicadas en el cambio estructural del sistema energético del mundo en los próximos 30 años.”

Lesley-Ann Morgan, Responsable de Estrategia Multiactivo, indica:

“La voluntad política para actuar sigue ganando impulso, por lo que empresarios e inversores tendrán que estar activos si quieren que sus empresas e inversiones estén preparadas para hacerlo. Incluso para empezar a pensar en cumplir los ambiciosos objetivos de neutralidad climática, las propias empresas tienen que elaborar planes de descarbonización cuantificables.

“Esto pone de relieve la importancia de la gestión activa, y de ser proactivos a la hora de saber qué hacen las empresas para mejorar, y exigirles responsabilidades si no hacen nada.

“Si buscan aquellas empresas que darán forma a un futuro más verde, los inversores pueden salir reforzados de la transición a un mundo con cero emisiones. En los próximos años y décadas, este será uno de los cambios y oportunidades más disruptivos con los que las empresas tendrán que lidiar.”

Andy Howard, Responsable Global de Inversión Sostenible, añade:

“Está muy claro que muchas empresas, no solo las que forman parte de la industria pesada, sino de forma generalizada, ya trabajan en planes de descarbonización o los tienen. No cabe duda que la tendencia se ha invertido: el cambio climático ha pasado de ser un tema distante en cuanto a riesgos a estar mucho más presente en las agendas de los Consejos de Administración.”

Información importante: Los puntos de vista y opiniones aquí contenidos son los de Peter Harrison, Consejero Delegado, Mark Lacey, Responsable de Acciones Globales de Recursos Naturales, Lesley-Ann Morgan, Responsable de Estrategia Multiactivo y Andy Howard, responsable de inversión sostenible de Schroders, y no necesariamente representan puntos de vista expresados o reflejados en otras comunicaciones, estrategias o fondos de Schroders. Este material tiene la intención de ser sólo para fines informativos y no tiene la intención de ser material promocional en ningún sentido. El material no pretende ser una oferta o solicitud de compra o venta de ningún instrumento financiero. El material no tiene la intención de proporcionar y no se debe confiar en él para la contabilidad, asesoramiento jurídico o fiscal, o recomendaciones de inversión. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Las rentabilidades pasadas no son una guía para las rentabilidades futuras y es posible que no se repitan. El valor de las inversiones y los ingresos de las mismas pueden disminuir o aumentar, y los inversores pueden no recuperar las cantidades invertidas originalmente. Todas las inversiones implican riesgos, incluido el riesgo de una posible pérdida de capital. Se cree que la información aquí contenida es fiable, pero Schroders no garantiza su integridad o exactitud. No se debe confiar en las opiniones y la información de este documento cuando se toman decisiones individuales de inversión y/o estratégicas. Los dictámenes de este documento incluyen algunos pronósticos. Creemos que estamos basando nuestras expectativas y creencias en suposiciones razonables dentro de los límites de lo que sabemos actualmente. Sin embargo, no hay garantía de que se vayan a realizar previsiones u opiniones. Estos puntos de vista y opiniones pueden cambiar.

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