"El mejor mes para una cartera mixta desde hace 30 años"

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Ilustración realizada con IA generativa

Una cartera compuesta en un 60% por acciones globales y un 40% por renta fija global habría obtenido en noviembre de 2023 un resultado del 9,6%, según los cálculos de Bank of America, lo que supondría el mejor resultado en un mes desde hace casi 30 años. "Desde diciembre de 1991, coincidiendo con la disolución de la URSS", escribe Michael Harnett, estratega de la entidad en su último informe semanal.

A pesar de esta recuperación tan espectacular, esta cartera todavía no habría marcado nuevos máximos históricos, como se puede ver en este gráfico de Portfolio Lab. En concreto, todavía no se había recuperado del todo el fatídico 2022, donde tanto la renta variable como la renta fija cayeron a pulmón. 

Este noviembre ha pasado justo lo contrario. Tanto los bonos han subido con fuerza, por las perspectivas de que acaben llegando las bajadas de tipos antes de lo esperado. Como la renta variable está viviendo días de gran impulso alcista, por la esperanza de que esa bajada de tipos llegue sin que sea necesario pasar por una ralentización dura, sólo un aterrizaje suave.

Tal llegó a ser el castigo durante 2022, que se pudo leer titulares que anunciaban que este tipo de carteras 60% acciones y 40% bonos había muerto, había quedado en desuso, y que había que meter otros activos en la cesta para hacerla realmente eficiente.

¿Por qué la cartera 60/40 se toma como referencia en los mercados? Por varias razones:

Equilibrio entre Riesgo y Retorno: Esta distribución busca un balance entre el potencial de crecimiento de las acciones y la estabilidad de los bonos. Las acciones ofrecen mayores rendimientos a largo plazo pero con mayor volatilidad, mientras que los bonos proporcionan ingresos más estables y son menos susceptibles a las fluctuaciones del mercado.

Diversificación: La cartera 60/40 proporciona una diversificación natural. Las acciones y los bonos a menudo se mueven en direcciones opuestas, lo que puede ayudar a reducir el riesgo total de la cartera. Aunque como se puede ver, en los últimos dos años este patrón no ha sido precisamente el más habitual.

Sencillez y Accesibilidad: Es una estrategia fácil de entender y de implementar para los inversores individuales. No requiere de un seguimiento constante o de complejas decisiones de inversión, lo que la hace atractiva para un amplio rango de inversores, desde principiantes hasta más experimentados.

Historial de rentabilidad: Salvo años como 2022, la cartera 60/40 ha proporcionado históricamente un buen equilibrio de crecimiento y protección contra la inflación, con una volatilidad relativamente baja en comparación con una cartera compuesta únicamente por acciones.

Eso sí, este tipo de pautas históricas, el mercado siempre se encarga de ponerlas a prueba, por lo que una cartera 60/40 puede ser un buen marco, pero que cada inversor debe adaptar en función de sus objetivos específicos, horizonte temporal y tolerancia al riesgo.

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