No seamos cortos con los bajistas

No seamos cortos con los bajistas

Creo distinguir dos tendencias en el debate de las posiciones bajistas en bolsa. Quienes consideran que suponen una parte importante del mercado y borrarlas equivaldría a tapar una parte de la realidad y eliminar información del mercado, y quienes caricaturizan a los bajistas como unos malvados que atacan sin piedad a las compañías con el único objetivo de hacerlas quebrar. Yo me incluyo entre los primeros, pero insistiendo en algo que ya manifesté la semana pasada: el sistema no es perfecto, ni mucho menos, y necesita mejoras. Sobre todo, de información, y, sobre todo, que se sepa quiénes son los inversores que están prestando acciones . Y aunque ya lo explicó clarísimamente Carlos Arenillas el fin de semana en una tribuna en El País , yo voy a intentar hacerlo aún más sencillo de entender con una metáfora. Imagínate que te compras un coche que te gusta una barbaridad y quieres tener muchos años. Para cuidarlo mejor lo dejas en un garaje pagándole al dueño un alquiler. Pero éste a su vez se lo presta, cobrando también él, a un tercero que se dedica a machacar el coche haciendo carreras urbanas por las noches. Está claro que, como mínimo, el dueño del garaje te debería informar de que está prestando tu coche, ¿no? Y quizá haya ciudadanos que estén de acuerdo en alquilar ese coche. Pero por lo menos toman esa decisión conscientemente. [caption id="attachment_1450" align="alignright" width="200" caption="Los bajistas también se divierten en los descensos. istockphoto.com/lugo"] [/caption] El problema está en, como explica en El Confidencial, Jesús Sánchez Quiñones , director general de Renta 4, la mayor parte de inversores extranjeros tiene sus acciones depositadas en cuentas omnibus, con lo que no se puede saber de quién son esas acciones que se están prestando. En teoría, sólo lo sabría el depositario (el que tiene el garaje), que son quienes hacen mejor negocio con todo este lío. Eso no sucede con las posiciones de los inversores españoles, donde sí se puede ver su trazabilidad, como explica Sánchez Quiñones en su recomendable artículo, cuyo enlace me pasó mi amigo Rubén Jiménez Lapetra . Pero recordemos que los inversores extranjeros son el "grupo" que más pesa en nuestro mercado, y que tienen el 36,8 por ciento de las acciones de empresas cotizadas en España, según cifras de BME. Y aquí la CNMV puede hacer muy poco, por eso aboga continuamente por medidas transnacionales. Y bien que hace. En fin, ahora como dije ayer me gustaría repasar algunas citas contra los bajistas sacadas de medios y blogs (algunas incluso son de amigos míos), con los que no estoy de acuerdo en este debate: - "Gran parte del volumen que se está negociando en bolsa es de posiciones bajistas manejadas por inversores institucionales extranjeras", citaba una fuente no identificada en un artículo de Expansión este martes. ¿Y qué? Lo mismo sucede los días que hay rebote: siempre podríamos decir entonces que "Gran parte del volumen que se está negociando en bolsa es de posiciones alcistas manejadas por inversores institucionales extranjeras" - "Seguimos obteniendo beneficios, repartiendo dividendos y somos muy sólidos", afirman en el mismo artículo desde un banco. ¿Y qué? Hay muchos inversores que parecen pensar que esta situación no se mantendrá en el futuro, y por eso venden. Si fuera al revés, estarían tomando posiciones alcistas. Sólo quieren ganar dinero, no hacer quebrar a ninguna entidad. - "¿Quién va a operar ya a corto en EEUU o Reino Unido, donde sus bancos no valen prácticamente nada y están en su mayoría intervenidos por el Estado?" se pregunta un alto directivo de un banco español en El Mundo. Insisto. A la mayoría de estos inversores (no a todos, cierto) les da igual operar al alza o a la baja. Y con sus apuestas bajistas en el caso de EEUU tuvieron razón, porque ya se ha visto cómo estaban los balances de estas entidades y cómo se han ido degradando. Igual piensan que aquí acabará ocurriendo lo mismo e igual tienen razón también (No tengo ni idea de ello y espero que no sea así). O sea, que este argumento bien visto casi apunta a lo contrario de lo que pretende. - "Llevado al extremo, si cuanto más baja un valor más se enriquecen estos inversores, serían culpables de la desaparición de compañías y a la postre de miles de puestos de trabajo" aseguraban "fuentes oficiales" de Sacyr a elEconomista este fin de semana. Podía haber seguido diciendo que también serán culpables de la recesión mundial, el cambio climático y el apocalípsis. Yo que creía que las compañías desaparecían por no vender coches, pisos o lo que sea, por haberse endeudado salvajemente en los últimos años y porque su negocio no da más de sí... Y resulta que la culpa es de los bajistas. - "Entre 1991 y 1993 nos enteramos de la presencia de unos fondos especulativos. Había que imaginarlos planeando como alimañas sobre las divisas y lanzándose para destrozar a los más débiles. Los bancos centrales europeos no pudieron con ellos (Nota mía: menos mal que a quienes atacaban era a los más débiles). Este fenómeno lo estamos sufriendo ahora con toda su crudeza. (...) Hunden la cotización y se llevan a la baja a los índices. Es inútil pedir socorro a la CNMV. Cuando ya hayan chupado toda la sangre a la banca, atacarán a muerte a Telefónica y Repsol. De paso machacan a empresas pequeñas o medianas (...) Al final, cuando no tengan a quien devorar, se acabarán devorando entre ellos". Para esta tribuna de José Antonio Fernández Hódar el sábado en Expansión sólo tengo que objetar su evidente sensacionalismo y hacer una pregunta. ¿Por qué no criticó de igual manera a estos mismos fondos cuando todos estos últimos años han estado especulando al alza? Desde luego se está demostrando que los bajistas como chivos expiatorios desde luego sí que sirven. Como los prohiban a ver a quién buscamos. Yo sigo pensando lo mismo: que las acciones caen porque hay más gente que quiere vender de la que quiere comprar. Y subirán cuando ocurra lo contrario.
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