Nunca más me enamoraré... De una acción

Nunca más me enamoraré... De una acción

"What do you get when you fall in love?" Cantaba Burt Bacharach, en un tema que me encanta y acaba con a frase 'I'll never fall in love again" (Nunca más me enamoraré). Y hoy, día de San Valentín, yo también quiero romper una lanza por los que no se quieren enamorar, pero en este caso de las acciones. ¿Cómo?

"Vicente, estás tonto. ¿Cómo me voy a volver loco por una acción?" Pues, ten cuidado, porque igual te pasa como a esos enamorados a los ves que están perdiditos por su chico/chica y ellos te dicen que no, que sólo es una amiga.

Por ejemplo, la de gente que he visto yo enamorada de las acciones de Apple...

Cuando te enamoras de una acción es cuando la has comprado y te ha encandilado. Piensas que es la oportunidad de tu vida, que va a ser tu mejor inversión, que es una joyita de valor incalculable... Y puedes tener esos riesgos: 

- Sobrevalorar la compañía. Piensas que es la 'más guapa' del mundo y le juras amor eterno. Esto te puede llevar a pensar que tiene un precio objetivo más alto que sus comparables. Igual la acción nunca llega ahí.

- Infravalorar los riesgos. Estás tan encandilado con las perspectivas de la compañía, que no eres capaz de ver que te está defraudando. Piensas que esta revisión a la baja en las previsiones de beneficios no es para tanto, te aferras al dato positivo que se ha publicado en los resultados

- No ver otros peces en el mar. La fidelidad es un gran valor en las relaciones de pareja, pero no en la gestión de tu cartera. Fijarte demasiado en una acción te puede llevar a no ver otras buenas oportunidades que hay en el mercado. 

- Jurar amor eterno. Si los precios llegan al nivel que nos habíamos marcado como objetivo, quizá es la hora de vender. Mantener la pareja con la que estás enamorado hasta el final de tus días es lo mejor que te puede pasar, pero hacerlo con una acción no tiene mucho sentido. 

Como resumen, el mensaje es intentar ser lo más frío y racional posible al comprar una acción, e intentar dejar a un lado los sentimientos, que nos pueden llevar a tomar decisiones erróneas.

En fin, les dejo con la versión de Bacharach por Sheryl Crow y Lyle Lovett . Cantanda, ante los Obama, por cierto 

 


 

¡Feliz San Valentín! Y, en contra de lo que dice Bacharach, ¡enamórense mucho de sus parejas, pero nada de sus inversiones :)!

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