El mercado óptimo para la inversión con Warrants

El mercado óptimo para la inversión con Warrants

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Requisito imprescindible para poder utilizar los Warrants es la existencia de un mínimo de movimiento y de tendencia en el activo subyacente. 

La tendencia es la condición necesaria para la inversión con Warrants, ya que el apalancamiento que otorgan los Warrants (CALL y PUT) amplifica el movimiento del activo subyacente, consiguiendo un resultado multiplicador tanto a favor, cuando se acierta en la tendencia, como en contra, cuando se falla, y siempre con un riesgo limitado.

El efecto multiplicación de los Warrants (relacionado con su apalancamiento) es su principal atractivo, pero no el único, se mide a través de la Elasticidad, sensibilidad que publica el Emisor de Warrants en su página web. 

La Elasticidad expresa en porcentaje lo que gana o pierde el Warrant por cada 1% de variación en el activo subyacente. De tal forma que, si hablamos de un Warrant PUT sobre Ibex 35 con vencimiento Junio 2012, Paridad 1000/1 (lo que significa que 1000 Warrants dan derecho a 1 índice Ibex) y Elasticidad 7,5; cuando el Ibex 35 (activo subyacente del Warrant) caiga un 1%, el Warrant PUT incrementará su precio en: 7.5 x 1% = 7,5%, resultado de multiplicar la Elasticidad del Warrant por la variación porcentual del activo subyacente. Igualmente, cuando el Ibex 35 suba un 1%, el Warrant PUT perderá: 7,5 x 1% = -7,5%.

El efecto multiplicación, la Elasticidad del Warrant, constituye el potencial de beneficio que tiene un Warrant ante las variaciones del activo subyacente, pero también su riesgo, cuando fallamos en la tendencia.

Sin embargo, quedarse sólo en las variaciones del activo subyacente, es olvidar que los Warrants dependen de más factores y que todos ellos se aplican de forma simultánea. Uno de ellos, que en las últimas semanas ha tomado especial relevancia es la volatilidad.

La volatilidad mide la amplitud y velocidad del movimiento esperado en el activo subyacente. Es un factor que suele asociarse al nerviosismo del mercado, a la incertidumbre, al miedo,  y que por norma general, aumenta cuando el mercado cae.

Es importante no confundir la tendencia de un activo, que es la dirección del activo, es decir, el “qué” hace el activo: sube (tendencia alcista), baja (tendencia bajista), está lateral (tendencia lateral); con el movimiento del activo, el “cómo” lo hace el activo. Esto último es la volatilidad, que aunque no es la tendencia, sí está relacionada con ella porque estadísticamente se puede demostrar que la volatilidad aumenta en mercados bajistas y disminuye en mercados alcistas.

A continuación vemos el gráfico del índice VIX, que probablemente es el índice más conocido de volatilidad y que se construye con la volatilidad de las opciones de más corto plazo del índice americano S&P 500. Por tanto, no es un índice que necesariamente mida la evolución de la volatilidad del Ibex 35 o de Telefónica, pero si nos da una idea que cómo ha evolucionado esta variable en términos globales.

Gráfico VIX. Fuente: Bloomberg

Como podemos ver, el VIX venía cayendo desde el inicio del año, como consecuencia de la tendencia alcista reinante en los principales índices bursátiles, a excepción del Ibex 35. Sin embargo, a partir del mes de Marzo, se han producido alzas en la Volatilidad, como consecuencia del aumento de la incertidumbre y los recortes que han empezado a experimentar los mercados. Aunque, por el momento, los niveles cotizados del VIX, en el rango 15% – 20%, son niveles medios, desde el punto de vista histórico.

Estamos en un buen momento para invertir en Warrants porque hay tendencia: bajista en el caso del Ibex 35 y la mayoría de acciones nacionales, y alcista en el caso de otros índices bursátiles. Además, se han producido repuntes en la volatilidad, lo que beneficia a la inversión tanto en Warrants CALL (alcistas) como en Warrants PUT (bajistas).

Los Turbos, igual que los Warrants, nos permiten invertir al alza, Turbos CALL, y a la baja, Turbos PUT, sobre un activo subyacente, por ejemplo: Ibex 35; con un apalancamiento extremo. Por tanto, los Turbos están destinados a un perfil de inversor más agresivo que los Warrants clásicos, CALL y PUT.

Los Turbos tiene un nivel de barrera, que coincide con el Strike o precio de ejercicio del Turbo, que de tocar el activo subyacente, provoca el vencimiento anticipado del Turbo sin valor. Por el contrario, y a diferencia de los Warrants clásicos, son productos que dependen casi exclusivamente de la evolución del activo subyacente y no se ven afectados por otros factores que sí son relevantes en los Warrants clásicos, CALL y PUT, como el paso del tiempo o las variaciones de la Volatilidad.

Los Warrants y los Turbos son excelentes vehículos para aprovechar las variaciones del mercado, pero no están exentos de riesgos, eso sí, siempre limitados y como máximo, a la propia inversión. Su contratación es similar a la de las acciones del mercado español, con una cuenta de valores y a través de un intermediario financiero.

En cualquier caso, lo recomendable es informarse bien del funcionamiento de estos productos para poder valorar si se adecuan al perfil de riesgo de cada inversor. Para ello, Emisores como Société Générale realizan cursos de formación gratuitos e incluso ponen a nuestra disposición herramientas de simulación que nos permiten poner en práctica la operativa con Warrants y Turbos, con dinero ficticio para no comprometer nuestro capital. No deje de utilizar este tipo de herramientas.

Únete al grupo warrants para conocer mejor estos productos y seguir las estrategias recomendadas de nuestros analistas asociados.

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