Populistas vs Bonos: la batalla que nos espera en 2025, avisa Carmignac
Carmignac alerta sobre una confrontación inevitable entre los líderes populistas y los mercados financieros el año que viene
Francia, posible riesgo para la estabilidad del euro
2025 va a ser un año de "batalla" entre los mercados financieros y el populismo. Carmignac presentó su análisis sobre las perspectivas económicas y de inversión para 2025, señalando que el año estará marcado por la confrontación entre los líderes populistas y los mercados financieros. Raphaël Gallardo, economista jefe, y Kevin Thozet, miembro del comité de inversiones, desglosaron los riesgos clave y las oportunidades de inversión en un contexto global caracterizado por la persistencia de la inflación, tensiones fiscales y volatilidad geopolítica.
Gallardo planteó el eje central del análisis: una "lucha entre los populistas y el mercado de bonos". Según el economista, el regreso de la inflación ha provocado una ruptura del consenso político y económico que había prevalecido en las últimas tres décadas. Destaca que 2024 fue un "gran año electoral" con casi el 40% de la población mundial acudiendo a las urnas. "Aunque los gobiernos en funciones abrazaron algunas de las políticas heterodoxas de sus oponentes, el 80% de ellos fueron derrocados por la ola populista mundial".
Según Gallardo, tras décadas de desigualdades y estancamiento de los salarios reales, el retorno de la inflación entre 2021 y 2023 fue el catalizador definitivo para que los votantes abandonaran el consenso favorable al mercado del llamado ‘Consenso de Washington’.
"El retorno de la inflación fue la gota que colmó el vaso. Para el votante medio, una de las pocas cosas positivas de las políticas de mercado libre era la ausencia de inflación, pero eso ya no existe. Ahora vemos países que han elegido líderes populistas en plataformas inflacionarias, quienes tendrán que enfrentar la realidad fiscal y su dependencia del mercado de bonos", avisa el experto.
"La inflación rígida y las trayectorias fiscales insostenibles mantendrán elevados los costes reales de los préstamos y muy nerviosos a los mercados de divisas", afirmó Gallardo. "A los populistas les espera un ajuste de cuentas que pondrá a prueba la paciencia de los llamados 'bond vigilantes' [...] Si estos poderosos inversores empiezan a vender, en protesta por unas políticas fiscales aparentemente insostenibles, una avalancha de bonos hará subir los costes de los préstamos y debilitará el tipo de cambio, provocando un bucle de retroalimentación negativa con la inflación y la economía real".
En este entorno, Gallardo destacó que los bancos centrales están relajando las tasas de interés, pero simultáneamente reduciendo sus balances, lo que limita la liquidez global. "Nos encontramos en un entorno donde la inflación seguirá siendo persistente, los tipos reales seguirán elevados y los mercados de divisas y primas de término serán altamente sensibles a cualquier desarrollo en política fiscal".
Trump, el "populista en jefe", ha vuelto
El análisis sobre Estados Unidos fue particularmente detallado. Gallardo exploró cómo las políticas del segundo mandato de Donald Trump (al que llaman el "populista en jefe") podrían amplificar estas tensiones. Por el contrario, las perspectivas de desregulación y recortes fiscales impulsarían la demanda interna. Esto mantendrá el crecimiento de la economía en torno al 2,5%, pero "con una inflación pegajosa por encima del objetivo y elevados tipos de interés reales".
"Trump prometió aumentar el poder adquisitivo y reindustrializar América. Sin embargo, sus políticas de comercio y anti inmigración solo fortalecerán al dólar y elevarán los tipos de interés", comentó Gallardo. El mandatario norteamericano, se verá obligado a cumplir sus promesas electorales de recortes fiscales. "Aquí es donde se enfrentará a la limitación de un mercado de bonos saturado y un dólar fuerte impulsado por el Nasdaq. El populista se convertirá entonces en un disruptor", comenta.
La opción predeterminada para cumplir con sus promesas será recortar impuestos, lo que desatará la furia del mercado de bonos. En un escenario extremo, Gallardo sugirió que Trump podría intentar controlar la Reserva Federal para bajar tipos: "Eso sería la peor opción, porque obtendría un dólar más débil, pero también una curva de rendimiento más pronunciada, con mayores tipos reales que destruirían espacio fiscal en lugar de crearlo".
Francia, una "amenaza" para Europa
En el caso de Francia, el panorama es igualmente preocupante. Gallardo advirtió sobre una crisis fiscal que podría tener consecuencias severas para la eurozona. "El estallido de la burbuja fiscal en Francia podría convertirse, si no se resuelve rápidamente, en una amenaza existencial para la eurozona, porque la moneda común necesita un ancla fiscal."
También subrayó que la deuda total de Francia, pública y privada, es de las más altas entre las economías avanzadas. "El nivel total de deuda, pública y privada, está muy lejos de la norma. Solo Japón tiene un ratio de deuda más alto, pero Japón no es un país con déficit gemelos y está endeudado en su propia moneda, mientras que Francia está endeudada en moneda extranjera."
Si la clase política francesa es incapaz de revertir el deterioro fiscal, la crisis institucional "podría transformarse en una crisis financiera con ramificaciones globales, dada la difusión de los bonos soberanos franceses en las carteras mundiales y la gran huella global de los bancos franceses".
En cuanto a China, el economista destacó que el país enfrenta problemas de solvencia concentrados en el sector privado, particularmente en el mercado inmobiliario y los gobiernos locales. Sin embargo, China cuenta con margen fiscal gracias a su superávit por cuenta corriente y su capital cerrado.
A pesar de ello, criticó la falta de estímulo económico: "La ambición número uno de Xi Jinping es crear una economía de guerra a prueba de sanciones en la frontera tecnológica. Ya no necesitan un crecimiento del 5% para mantener a la población satisfecha ni para mantenerse en el poder".
"A falta de estímulos tangibles anunciados en las sesiones parlamentarias de marzo, tendremos que mantener la cautela sobre la economía china".
Oportunidades en Europa, renta fija y variable
Por su parte, Kevin Thozet abordó las implicaciones para los inversores, destacando que los bonos corporativos high yield continúan ofreciendo oportunidades atractivas. "Creemos que el carry continúa siendo una buena manera de encontrar cierta visibilidad en términos de retornos, y también permite digerir malas noticias".
En renta fija en general, Thozet comenta que prefieren los bonos corporativos con grado de inversión a corto plazo, "donde una posible ampliación de los diferenciales de crédito se vería compensada con creces por la bajada de los tipos"; así como los bonos high yield, "con un telón de fondo técnico favorable en un contexto en el que las emisiones netas han sido negativas y se espera que se vean continuamente satisfechas por el apetito de los inversores".
En renta variable, Thozet anticipó un desempeño inicial favorable para Estados Unidos debido al efecto Trump, aunque sugirió que las valoraciones excesivas podrían generar una rotación hacia otras regiones a medida que aumenten las preocupaciones por la inflación.
"Incluso ajustando por ponderación sectorial, seguimos teniendo una diferencia de valoración del 25% al 30% entre los activos estadounidenses y europeos." Este diferencial, según Thozet, crea oportunidades en sectores europeos menos expuestos al crecimiento económico local, como el aeroespacial y la electrificación. También apuntan a empresas de calidad de sectores de consumo discrecional, farmacéutico y de bienes de consumo básico.
"Prevemos que EE. UU. obtenga mejores resultados a principios de año. Sin embargo, las preocupaciones por la inflación y una curva de rendimientos más pronunciada, más adelante, podrían llevar a los inversores a cuestionar las valoraciones realmente excepcionales de la renta variable estadounidense", dice el experto
Mientras tanto, "el sentimiento pesimista ampliamente compartido hacia Europa significa que algunos activos de gran calidad pueden comprarse con descuento en comparación con sus homólogos estadounidenses".
"No esperamos fuegos artificiales en el crecimiento dado lo que está ocurriendo -o más bien no está ocurriendo- en el viejo continente, pero varios factores podrían jugar a favor de la renta variable europea", concluye.
Emergentes: India y Japón
En mercados emergentes, Thozet mencionó a India como un caso destacable, beneficiándose de la fragmentación geopolítica y de motores de crecimiento sólidos a largo plazo. Japón, con su ciclo económico contracorriente, y sectores específicos en Europa, como el lujo y la digitalización, también figuran entre las áreas de interés identificadas por Carmignac.
También señalan a "países como Argentina (donde la inflación está pasando de tres a dos dígitos), Turquía (donde los rendimientos reales están entrando por fin en terreno positivo) o Ecuador (donde la combinación de reformas y apoyo de las instituciones internacionales es beneficiosa)".
Este contenido se ha elaborado bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.
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