¿Pueden los monos operar y hacer trading mejor que los humanos?

¿Pueden los monos operar y hacer trading mejor que los humanos?

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Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención...) hasta qué punto es importante la opinión de los analistas y presuntos expertos en la Bolsa y en los mercados de renta variable y si sería conveniente dejarse guiar o no de sus recomendaciones y consejos a la hora de invertir.

Evidentemente, con todo el respeto hacia la ocupación o actividad de cada persona y entendiendo que no es en absoluto fácil intuir o tratar de pronosticar qué es lo que hará la cotización de un determinado índice, valor, par de divisas o materia prima, en los siguientes días, semanas o meses, no es demasiado aplicable el análisis a medio o largo plazo con la operativa intradiaria o a corto plazo.

De aquí a 1 año alguien, esgrimiendo todos los argumentos habidos y por haber, puede atreverse a marcar o presuponer por el ejemplo que el Dax, el Ibex o el petróleo, estarán cotizando 1.000 puntos por encima del precio actual, y una persona, siguiendo dichas predicciones, pudiera atreverse a comprar hoy y esperar todo ese tiempo para ver si aciertan o no.

Pero mientras, y como el precio no suele nunca subir o bajar de modo vertical,sino que se va moviendo con impulsos y retrocesos, otra persona que opere intradía, jornada a jornada, alguien que no hiciera caso a dichos análisis o vaticinios, tendría 252 oportunidades de comprar o vender dicho instrumento financiero (ó 504 si opera en la sesión de mañana y de tarde) y si sigue un sistema con una esperanza matemática positiva (con disciplina, cabeza, conciencia,paciencia y prudencia), unos días ganará y otros perderá, pero sin importarle si el precio sube o si el precio baja, e independientemente de si el precio llega o no al nivel pronosticado por un determinado análisis, en el camino ya puede haber dado un montón de buenos "mordiscos" al mercado y obtener una más que jugosa rentabilidad (sin precipitaciones y sin prisas), tanto si finalmente al finalizar el año el precio ha subido los 1.000 referidos puntos...como si ha bajado 1.000 o 2.000 puntos.

El primer inversor quedaría condicionado o "atado" a ese precio objetivo dado por el analista en cuestión. Pondría todas sus esperanzas en que realmente se produjera esa subida y solamente ganaría si el precio sube, ya que él está comprado, y sin capacidad de decisión ni reacción (ya que está depositando todas sus oportunidades en manos o en la mente del análisis de otra persona) y al final, como puede ocurrir cualquier cosa en cualquier momento y digan lo que digan, puede que finalmente el producto en cuestión no suba, o que baje, o que se en el mejor de los casos se quede en el mismo nivel de cotización.

En cambio, el segundo, al enfrentarse cada día (cada sesión o cada hora o cada 4 horas, según el espacio temporal en el que opere) a los mercados con su "folio en blanco" y con su red dispuesta a atrapar las posibles oportunidades que su sistema le ofrezcan en cualquiera de los activos que se decida a operar, y no solamente no sufrirá si se produce por ejemplo una acusada y sostenida tendencia bajista (como está ocurriendo desde inicios de año), sino que por contra, se pondrá "corto" y venderá contratos mientras dure ese periodo a la baja (y ganará sin ser subjetivo, sino objetivo, sin vaticinar sino actuando según lo que realmente esté ocurriendo con el precio, y no según lo que él o los demás deseen o intuyan que debe hacer el precio), y luego, si termina la tendencia bajista y finalmente comienza otra alcista, si sigue sus reglas, se posicionará al alza e intentará coger otros "trozos" del pastel que el mercado nos ofrece cada día.

Cada vez que entramos al mercado (y como suelo repetir a mis alumnos y compañeros), aunque lo hagamos con los ojos cerrados y no sepamos si estamos dando a la tecla del Buy o del Sell (de comprar o de vender), tenemos un 50% de posibilidades de acertar, tanto si nos ponemos alcistas como si nos ponemos bajistas.

Incrementar ese porcentaje a nuestro favor, para que esa estadística aumente en el lado de los aciertos, no va a depender ni de los analistas, ni de los vaticinios, ni de los profetizan que el precio subirá o bajará mucho, sino de nosotros, de cambiar nuestra actitud (esfuerzo,constancia,dedicación,sin prisas,decisión,no sobreapalancamiento...) y nuestra aptitud (aprender,formarnos, aprendernos y saber controlarnos, practicar, operar, actuar...).

Supongo que muchos conocéis el experimento que supuestamente se realizó hace años, acerca de la fiabilidad de las recomendaciones de los analistas bursátiles y que tiene como protagonista a un mono.

Para comprobar si los aciertos de los expertos eran o no aleatorios se realizó un "concurso" entre profesionales y analistas que seleccionaban una cartera de acciones basándose en sus estudios y análisis y una elección de acciones que escogería al azar un mono con los ojos vendados lanzando dardos a la página con la lista de acciones del The Wall Street Journal. Luego se compararían los rendimientos de las carteras de ambos contendientes.

Cuando finalmente se e comparó el comportamiento anual de la cartera de valores elegida al azar por el mono, con el de la cartera elegida por el grupo de analistas, la rentabilidad de la cartera del mono había superado en casi un 75 % a la seleccionada "profesionalmente" además de haber logrado superar también el comportamiento de los principales índices mundiales.
Se supone que en el largo plazo las recomendaciones de los profesionales batieron a las de su rival, a las apuestas del mono... o no, pero evidentemente, mejor no confiar nuestras inversiones ni a un dardo ni a un primate...

Quitémonos también la venda de los ojos y de nuestra cabeza nosotros también: Ocúpemonos de operar nosotros con nuestro propio criterio, y no con el de los analistas, con cabeza y sistema... no operemos como monos. Incluso a éstos un día se les puede acabar un día la suerte... o la puntería.

 

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