Las Finanzas Conductuales

Las Finanzas Conductuales

 

Los inversores, lejos de ser seres totalmente racionales, son (somos) individuos dotados de instintos y emociones, lo que lleva a tomar, en muchas ocasiones, decisiones irracionales.

La necesidad de conocer y analizar el comportamiento humano dentro del mundo de las finanzas dio lugar a la unión de tres disciplinas: la economía tradicional, la psicología y la neuroeconomía.

¿Cómo funciona el cerebro humano a la hora de invertir?

Aquí es donde entran los sesgos. Los sesgos son, nada más y nada menos que “errores” de nuestro cerebro.

El premio Nobel de economía Daniel Kahneman, junto con Amos Tversky, desarrolló una teoría en la que distingue dos tipos de pensamiento. El sistema 1 o “sistema rápido”, que se basa en lo emocional e intuitivo, y el sistema 2 o “sistema lento”, que se apoya en la lógica y la racionalidad. Ni falta hace indicar que, como seres ahorradores que somos, utilizamos el sistema 1 la mayor parte del tiempo, lo que da lugar a esos errores o sesgos.

Sesgos que debes tener en cuenta en tu vida financiera

Aunque el mundo de los sesgos es un pozo casi infinito, vamos a mencionar los más importes. Conocerlos, nos dará la posibilidad de analizarlos e intentar evitarlos.

EL EFECTO ANCLAJE

“El precio de la acción llegó a 150 euros. No venderé hasta que vuelva a llegar a 150 €”. Tomamos como ciertos ejemplos arbitrarios cuando nos encontramos en un contexto incierto, confiando demasiado en la primera información que obtenemos al tomar decisiones.

¿Cómo evitarlo? Basando nuestras decisiones en hechos objetivos.

SESGO DE CONFIRMACIÓN

“¿Ves? Este periódico dice que tengo razón”. Prestamos atención de forma selectiva a la información que confirma nuestras ideas y creencias, ignorando todo aquello que lo contradice.  Vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír.

¿Cómo evitarlo? Contrastando la información en varias fuentes, siempre objetivas y fidedignas. Y, sobre todo, siendo conscientes de que no siempre tenemos razón.

SESGO DE DISPONIBILIDAD

Este fondo que acabo de contratar hace un mes bajó en las últimas dos semanas. Invertir no funciona”.  Cuanto más accesible y reciente es un suceso, más probabilidades le damos de que ocurra. En el ejemplo, no se están teniendo en cuenta rentabilidades pasadas ni previsiones futuras.

¿Cómo evitarlo? Analizando toda la información disponible, no solo tus propias experiencias (o las de tu vecino).

 SESGO DE REPRESENTATIVIDAD

“¿Cómo no va a ser un asesor financiero profesional?, ¡si llevaba traje!”. Basamos nuestros juicios en estereotipos, generalizado nuestras ideas preconcebidas. Relacionamos a las personas trajeadas con gente profesional, o ciertas marcas a un “estatus” determinado o a un estándar elevado de calidad.

¿Cómo evitarlo? Fuera prejuicios. La información (objetiva), es poder.

AVERSIÓN A LA PÉRDIDA

“¡¡¡Perdí 50 euros!!!”. Siempre damos mayor valor a una pérdida que a una ganancia, teniendo más impacto sobre nosotros una situación negativa, del impacto que podría tener una situación positiva (somos negativos por naturaleza).

¿Cómo evitarlo? Enfocándose en los posibles resultados positivos y aceptando las pérdidas como parte de la vida.

EFECTO MANADA

“Voy a invertir en criptomonedas, como mi cuñado”. Tenemos tendencia a repetir lo que vemos alrededor sin analizar si es verdaderamente lo que nos conviene. “Culo veo, culo quiero”.

¿Cómo evitarlo? Analizando y siendo realista. ¿Realmente es lo que yo necesito?

EXCESO DE CONFIANZA

“Mi primo perdió dinero porque no sabe tanto como yo sobre finanzas”. Pensamos (de forma infundada) que somos más listos y habilidosos que los demás, dándonos una sensación de invencibilidad.

¿Cómo evitarlo? Reflexiona y sé realista. Nadie es tan listo como se cree.

 SESGO DE INMEDIATEZ

“¿Pero ¿cómo voy a esperar 5 años?”. Queremos ver los frutos y recompensas ya, sin esperar. Cuando nuestro asesor nos aconseja esperar a que el mercado se recupere, vemos la contraprestación tan lejana que preferimos tomar decisiones rápidas y precipitadas.

¿Cómo evitarlo? Paciencia. Siéntate y reflexiona.

IMPACTO

“Si invierto y pierdo dinero no voy a poder recuperarlo jamás, será mi ruina”. Tendemos a suponer que las situaciones negativas serán mucho peores de lo que son en realidad.

¿Cómo evitarlo? Dejando a un lado la negatividad y valorando las posibilidades de manera objetiva y realista, sin catastrofismos.

FAMILIARIDAD

“Yo voy a invertir en lo mismo que mi primo, el fondo que me dijo mi asesor no lo conozco”. Aunque existan mejores opciones, sentimos seguridad ante lo conocido.

¿Cómo evitarlo? Aceptando que lo conocido, no es siempre lo mejor.

 

Guía de la CNMV

La CNMV ha publicado una guía llamada “Psicología Económica para Inversores” donde nos habla sobre este tema tan interesante y nos da consejos sobre cómo mitigarlo.  Merece la pena echarle un vistazo.

https://www.cnmv.es/DocPortal/Publicaciones/Guias/Psicologia_economica_para_inversores.pdf

 

 

Patricia Méndez López

Asesora Financiera Certificada

Gestión Patrimonial

MAPFRE

Tel. 683 506 247

pmende2@mapfre.com 

 

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