Qué es una cartera de inversión y cómo montarte una

Qué es una cartera de inversión y cómo montarte una

Qué es una cartera de inversión

¿Estás empezando en esto de invertir y has escuchado hablar de las carteras de inversión? Pues seguramente lo primero que se te haya venido a la cabeza es: ¿qué es eso y cómo puedo montarme yo una buena cartera?

Te contamos todo lo que debes saber para montártela por ti mismo hasta cómo tener una cartera ya hecha, muy apañada y en 5 minutitos de una forma súper fácil.

Qué es una cartera de inversión

Vamos a empezar por el principio: ¿qué es una cartera de inversión? Pues bien, una cartera es básicamente el conjunto de activos en los que invierte una persona. Abarca todo tipo de inversiones, es decir, todo en lo que haya invertido una persona. Todo eso, es nuestra cartera de inversión.

Piensa que cuando montas tu cartera de inversión lo que haces elegir los diferentes productos que componen la misma con el objetivo último de lograr la mayor rentabilidad para tus inversiones.  Pero para que esto sea posible, lo primero que deberemos hacer es tener en cuenta una serie de puntos clave sin los que no podríamos montar una buena cartera.

El primero de todos ellos es definir nuestro perfil de riesgo, nuestro perfil inversor. Vamos, analizarnos a nosotros mismos y conocernos como inversores. Deberás preguntarte qué capacidad de tolerancia al riesgo tienes…

¿Eres conservador, moderado, agresivo…? Es decir, piensa cómo de cómodo te sentirías con los vaivenes del mercado, viendo pérdidas en tus productos… Esta herramienta que te ayudará a definir tu perfil de riesgo de una forma muy fácil y en apenas dos minutos.

Una vez tengas claro si eres más conservador, más agresivo…El siguiente punto es fijarte tus objetivos. ¿Para qué vas a crear tu cartera de inversión? Para comprar una casa, para gozar de mayor tranquilidad durante la jubilación, para afrontar los gastos de los  estudios de los hijos, etc.

Dentro de estos objetivos, como verás, muchos tienen un plazo bastante largo. Y es que eso es fundamental: fijar el plazo de nuestra inversión. Piensa que cuanto mayor sea el plazo, más tiempo podrás tener el dinero invertido y, por lo tanto, optar a una mayor rentabilidad en los productos de inversión.

En función de nuestra tolerancia al riesgo, de nuestros objetivos, del plazo, etc., deberemos elegir los productos que formarán parte de nuestra cartera de inversión.

Obviamente, será parte de nuestro cometido el valorar las condiciones que nos ofrezca cada producto o cada opción, determinar sus rentabilidades reales, el nivel de riesgo que tienen, el tiempo en el que recuperaremos la inversión… Vamos, que tienes que dedicarle un tiempecito para saber si los productos se ajustan o no a tus necesidades y objetivos marcados.

Si no te ves capaz, o si necesitas ayuda, busca un buen asesor financiero. En Finect tenemos un buscador para ayudarte a encontrarlos.

La importancia de la diversificación en una cartera de inversión

Además de valorar cada uno de los productos por sí mismos, es fundamental que los veamos en conjunto. Y es ahí donde entra en juego la diversificación. No importa qué tipo de inversor seas, la diversificación es fundamental, ya que nunca debemos poner todos los huevos en la misma cesta.

Si conseguimos una buena diversificación entre diferentes productos, regiones, temáticas, etc., acabaremos por tener una cartera con una rentabilidad óptima, que además reducirá significativamente el nivel de riesgo al tener varios productos y tan variados. Piensa que es mucho más complicado que vayan mal cinco productos a que vaya uno.

Teniendo claros todos estos puntos ya puedes comenzar a informarte sobre los diferentes productos, fondos, planes, acciones, inversiones alternativas….

Vamos, sobre todo lo que quieras que componga tu cartera de inversión diversificada en función de tu perfil como inversor y el riesgo que estés dispuesto a asumir.

Cómo crear una cartera de inversión fácil: roboadvisors, carteras gestionadas y fondos de fondos

Hay formas de crear una cartera de inversión diversificada y muy apañada en cuestión de minutos, sin tener que complicarte mucho y sin tener muchos conocimientos de inversión. Vamos, sin tener que elegir todos los productos por ti mismo.

Roboadvisors

La primera opción es hacerlo a través de un roboadvisor. También conocidos como gestores automatizados, es básicamente un servicio de gestión online de carteras de inversión.

Normalmente este tipo de gestores ofrecen dos tipos de inversión: carteras de fondos indexados y planes de pensiones. Sólo tienes que dedicarle 10 minutos para responder unas preguntas muy sencillas con las que analizarán el nivel de riesgo de las inversiones que podrías asumir, con el fin de recomendarte una cartera que se adapte a ti.

Este análisis y la recomendación de la cartera se realizan a partir de un algoritmo, que tiene en cuenta tus necesidades de rentabilidad y el riesgo que puedes tolerar. No sólo genera la inversión inicial, sino que incluye un seguimiento constante para ir adaptando y reequilibrando tus inversiones para la mejor relación entre rentabilidad y riesgo.

Carteras gestionadas

Por otro lado, encontramos la opción de las carteras gestionadas que ofrecen los bancos. Básicamente, se trata de un servicio que te ofrece el banco para invertir tu dinero por ti en función de tu perfil de riesgo y tus objetivos de rentabilidad.

Al firmar el contrato, autorizas al banco a que gestione por ti la cartera y vaya haciendo los cambios en la composición de la misma que considere convenientes, siempre dentro de los límites del perfil de riesgo elegido.

Esta cartera se invierte en un conjunto de fondos de inversión, que pueden ser de la gestora de la propia entidad financiera o de terceros.

Fondos de fondos

Por último, hay otra opción: seleccionar un fondo de inversión que a su vez invierte en otros fondos de inversión, vamos, un fondo de fondos. Parecido a las carteras gestionadas, pero con mayor flexibilidad para el equipo gestor a la hora de decidir los cambios en sus carteras.

Las entidades y las gestoras suelen tener fondos de fondos de diversos niveles de riesgo, lo que se conoce como fondos perfilados.

Como siempre, es muy importante buscar, comparar y analizar, tanto las rentabilidades como las comisiones de todos estos productos.

Obviamente, elegir un producto gestionado, como una cartera de gestión automatizada, una cartera gestionada o un fondo de fondos tiene mayores costes que hacerlo por tu cuenta.

Pero tú eliges si quieres dedicarle tiempo a formarte, decidir tu cartera y hacer el seguimiento o prefieres pagar a un profesional para que lo haga por ti.

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