Wait and See… Hasta Nuevo Aviso
La Fed se sienta, observa y estira el calendario monetario
Jerome Powell y la Reserva Federal han vuelto a hacer gala de su estilo ya clásico: paciencia estratégica disfrazada de inacción calculada. La consigna es clara: esperar y observar. Pero en esta edición, el "ver" parece extenderse más allá del horizonte político, económico y hasta geológico.
A pesar de que ciertos focos de incertidumbre se han debilitado —como los temores inmediatos de recesión o una caída abrupta del empleo—, otras sombras siguen al acecho. Powell ha sido claro: “los acuerdos comerciales llegarán”, sí... pero también ha sido honesto al admitir que no se sabe ni cuándo ni cómo. Es decir, una expectativa que, aunque mejora el “sentimiento”, no reduce el riesgo lo suficiente como para justificar movimientos agresivos.
🔍 ¿Qué frena a la Fed?
1️⃣ Revisión a la baja del crecimiento:
Las proyecciones reflejan una economía que avanza, pero con menor vigor. El aterrizaje suave sigue en juego, pero las señales de fatiga aumentan.
2️⃣ Inflación más persistente de lo esperado:
Las estimaciones de inflación han sido revisadas al alza. Aunque los niveles actuales no son alarmantes, sí lo es su resistencia a caer de forma sostenida. Powell teme que un recorte prematuro de tipos pueda reavivar fuegos ya contenidos.
3️⃣ Un sendero de tipos más largo y empinado:
La narrativa interna en la Fed ha girado hacia un ciclo de bajadas más espaciado, con posibles recortes que se extenderán gradualmente hasta 2027. Nada de tijeretazos: más bien, un goteo controlado que permita responder sin comprometer la estabilidad.
Mientras tanto, desde el ala política, Trump y otros actores presionan por una reducción más inmediata, alegando que el crecimiento se está desacelerando y la inflación ya no es un peligro inminente. Pero Powell, fiel a su estilo, sigue priorizando la cautela por encima de la complacencia. En su visión, un error por acción sería más costoso que un error por omisión.
🎭 Entre la firmeza técnica y la diplomacia monetaria
La Fed, en suma, no está inactiva: está calculando. Pero el mercado, ansioso por señales claras, empieza a impacientarse. Este "wait and see" se transforma poco a poco en un "wait and stretch", con cada reunión alimentando tanto la especulación como la frustración.
Conclusión:
La bajada de tipos llegará. Pero no será un evento, sino un proceso. Uno lento, deliberado y condicionado. Porque, en el mundo de Powell, la paciencia no es resignación: es estrategia.
Un saludo desde Sherwood 🏹📊💰🌲
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