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Productos de ahorro para la jubilación
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Productos de ahorro para la jubilación

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Los planes de pensiones son, quizá, el producto de previsión social más conocido, pero no es el único. Como comentábamos en el anterior artículo sobre la planificación de la jubilación, existen distintas opciones a nuestra disposición. Vamos a repasar brevemente estos productos.

-Plan de pensiones

Son vehículos de inversión diseñados para el ahorro para la jubilación y, por ello, tienen ciertas ventajas fiscales y ciertas limitaciones. Para empezar, solo se puede sacar el dinero del plan en alguna de las contingencias (jubilación, incapacidad, dependencia o fallecimiento) o alguno de los supuestos de liquidez (enfermedad grave, paro de larga duración o a partir del décimo año).

Los planes de pensiones pueden ser individuales, asociados (cuando lo promueve una asociación o colegio profesional, a las que los partícipes deben pertenecer) o de empleo (los promueven las empresas para sus trabajadores).

A través de los planes de pensiones se puede invertir en cualquier tipo de activo, desde activos del mercado monetario a renta variable, pasando por renta fija. La rentabilidad que nos proporcione el plan dependerá -en parte- de los activos en los que invierta, que determinarán también el riesgo del producto.

Los planes de pensiones tienen un beneficio fiscal en la aportación: las cantidades que invirtamos a través de este vehículo son deducibles en la base imponible. Es decir, Hacienda nos devuelve con la declaración de la renta anual parte del dinero invertido, en función del tipo impositivo marginal que nos corresponda.

Entre las limitaciones, además de los casos en los que se puede hacer líquida la inversión, se encuentra la de las aportaciones: por un lado, el límite financiero o cantidad máxima que podemos ingresar cada año en el plan es de 8.000 euros y, por otro, el fiscal es el tope máximo que nos podemos deducir anualmente (la menor de las siguientes cantidades: 8.000 euros o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas).

-Plan de previsión asegurado (PPA)

Son seguros que garantizan, además del capital invertido, una rentabilidad mínima -por ley-, gracias a técnicas actuariales. La necesidad de garantía implica que la inversión no puede asumir determinados niveles de riesgo y que, por tanto, la rentabilidad objetivo que podemos esperar será limitada. Respecto al resto de características -fiscalidad, contingencias y supuestos excepcionales de liquidez, rescate- son iguales que las de los planes de pensiones.

-Plan de ahorro sistemático (PIAS)

Son seguros cuyo objetivo es acumular un capital para la jubilación y que permiten construir rentas vitalicias aseguradas a partir de dicho momento y cuya ventaja fiscal se produce en el momento de constitución de la renta.

Los PIAS pueden ser de rentabilidad mínima garantizada, en cuyo caso se adaptaría a perfiles conservadores, o de capitalización, sin rentabilidad garantizada. En este caso la rentabilidad dependería de la política de inversión. Tiene liquidez a partir del quinto año, como los planes de ahorro 5 y en las aportaciones existe un límite anual de 8.000 euros. En total –durante toda la vida del producto- solo se pueden acumular 240.000 euros.

Una vez que el inversor comience a recibir la renta vitalicia, esta tributará en el IRPF, según unos coeficientes que se establecen en función de la edad del individuo en el momento de constitución de la renta.

-Plan de ahorro cinco

Este tipo de productos, que se aprobó en la reforma fiscal de 2014, puede comercializarse en forma de depósito (CIALP) o de seguro (SIALP). La aportación anual máxima es de 5.000 euros y garantizan el 85% del capital, como mínimo, por ello, se ajusta a perfiles de riesgo conservadores y es previsible que invierta en renta fija. Por este motivo no se pueden esperar rentabilidades elevadas.

-Seguros de rentas vitalicias

Es una modalidad de seguro de vida ahorro en la que la aseguradora, a cambio de una prima única, garantiza al asegurado una renta periódica, que puede ser mensual, trimestral, anual, etc. Las rentas vitalicias incluyen el capital aportado más el pago de un interés.

Este tipo de seguro sirve para convertir una cantidad de dinero en un pago periódico vitalicio, de forma que el inversor dosifica su ahorro y se planifica mejor para la etapa de la jubilación.

Las rentas vitalicias pueden ser inmediatas (cuando el beneficiario comienza a recibir la primera renta después de firmar el contrato) o diferidas (el primer pago se fija, por contrato, a partir de una determinada fecha futura).

¿Quieres saber más? Descarga nuestra guía "Gestión del ahorro para tu jubilación"

En ella respondemos a preguntas como ¿Por qué no elegimos la mejor gestión para nuestra jubilación?, ¿cómo podemos poner en práctica nuestro plan de ahorro para esta etapa? o ¿cuáles son los mejores planes de pensiones para cada caso?

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