Un ataque de más de mil millones de dólares
Se trata de un hecho preocupante por lo que puede acarrear de cara a futuro, aunque el efecto en el corto plazo es reducido. Habrá que estar atentos a la evolución del conflicto y al mercado del petróleo, en un momento en el que los inversores se están guiando mucho por los datos de precios. No obstante, las crisis nunca se repiten, pero se parecen; y en el pasado momentos de nerviosismo geopolítico han sido buenas oportunidades de compra.
Durante el fin de semana, Irán ha lanzado unos 170 drones, 30 misiles crucero y 120 misiles balísticos hacia territorio israelí; un 99% de los cuales han sido interceptados por los sistemas defensivos israelíes y por tropas americanas y británicas desplegadas por la zona, la mayoría fuera del espacio aéreo del estado judío.
En el mundo de la información en el que vivimos, cada día sucede algo nuevo. Pero, en este caso, el ataque de Irán a Israel sí que es algo que realmente nunca habíamos visto. Primero, porque hasta ahora Irán había promovido agresiones contra Israel y tropas de EE. UU camuflado bajo distintas organizaciones financiadas y ayudadas logísticamente por la república islámica: Hamás en Palestina, Hizbulá en el Líbano, las milicias de la Resistencia Islámica en Siria e Irak, los rebeldes hutíes en Yemen, etc. Este es el primer ataque a cara descubierta y abre un nuevo panorama potencialmente muy peligroso, porque el conflicto podría convertirse en una guerra abierta.
El segundo motivo que llama la atención de esta ofensiva es que ha sido prácticamente preanunciada. El objetivo ha sido más salvar el orgullo del país tras el ataque israelí al consulado de Irán en Damasco que provocar el mayor destrozo posible. De hecho, EE. UU. estaba informado del mismo vía Turquía; e Irán ha dado ya por concluida la operación a pesar de su poco éxito militar. Los israelíes siguen pensándose su respuesta, mientras el número de países que piden sangre fría y calma aumenta.
Los mercados han reaccionado aliviados ya que se daba por hecho alguna respuesta iraní y corrigieron la semana pasada en anticipación. Incluso el precio de petróleo cotiza por debajo de donde lo hacía el viernes. El ataque iraní ha sido relativamente comedido, aunque cargado de simbolismo; los sectores más beligerantes dentro del gobierno israelí piden una respuesta para evitar males mayores en el futuro. También piden nuevas sanciones a la república islámica, que podrían tener efecto a corto plazo en el precio del petróleo. En el medio plazo, estos barriles podrían ser sustituidos por los que Arabia Saudí ha dejado de producir de manera voluntaria. Sin embargo, la situación estratégica de Irán le permitiría bloquear con cierta facilidad el tránsito marítimo por el estrecho de Ormuz, por el que pasa alrededor del 20% del petróleo mundial.
La que se frota las manos es la industria armamentística. El armamento empleado en el ataque de Irán ha costado alrededor de 300 millones de dólares. El coste de repeler la agresión con misiles antiaéreos y desde aviones puede haber superado los mil millones. Los presupuestos de defensa en este entorno sólo pueden aumentar.
Oscar del Diego, CFA
Director Técnico y de Análisis
