La gran apuesta de Grecia
Por Kerry Craig, global market strategist de J.P. Morgan Asset
Management:
" El gobierno griego decidió
este lunes adelantar las elecciones presidenciales de
febrero de 2015 al próximo 17 de diciembre y los mercados reaccionaron
mal ante la inesperada noticia: mientras que la bolsa de Atenas perdió
un 13%, la prima de riesgo del bono heleno a diez años sumó 94 puntos
básicos (p. b.) en un solo día.
A día de hoy,
Grecia resulta menos determinante para el sentimiento del
mercado europeo que durante los peores momentos de la
crisis financiera, por lo que es probable que el impacto sea más
localizado que en ocasiones anteriores. Sin embargo, la convocatoria
de elecciones abre la posibilidad de que los partidos que se oponen
frontalmente a las medidas de austeridad ganen poder en Grecia, lo que
podría acabar provocando su salida del euro. Como explicaremos a
continuación, nosotros no creemos que este sea el escenario
más probable
pero los inversores europeos no pueden mostrarse
indiferentes ante esta posibilidad y sería una imprudencia ignorarla.
¿Por qué ahora?
En los últimos meses, la incertidumbre sobre el futuro
del rescate griego se ha dejado sentir en los mercados
financieros helenos y la prima de riesgo del bono soberano a diez años
ha escalado 261 p. b. desde el mínimo anual marcado el 8 de
septiembre. Con el adelanto electoral, el gobierno intenta
limitar el daño financiero provocado por la ruptura de las
negociaciones con la troika —el grupo de instituciones que
supervisan el rescate— y beneficiar así al primer ministro Antonis
Samaras.
Al convocar elecciones antes de que se
resuelvan las negociaciones, el primer ministro espera mejorar sus
posibilidades de mantenerse en el poder y ganar tiempo para
que se afiancen las reformas. Pese a que la
economía griega vuelve a expandirse y ha registrado
crecimiento en los dos últimos trimestres, los ciudadanos aún
no perciben esta mejora y Syriza, el partido de la
oposición que rechaza las medidas de austeridad, continúa ganando
respaldo.
Obviamente, existe el riesgo de que el
resultado electoral sea exactamente el que Samaras quiere evitar.
Según una encuesta realizada recientemente por un diario griego,
Syriza superaría a Nueva Democracia por un 28,6% de los
votos frente al 25,5%, y un 39% de los encuestados votaría por el
líder de Syriza, Alexis Tsipras, como primer ministro.
Syriza es conocido por su fuerte posicionamiento antieuropeísta y,
aunque el partido ha suavizado su mensaje últimamente, Tsipras amenazó
en su momento con romper el acuerdo de rescate con la troika.
Según la constitución griega, para que alguno de los candidatos
sea elegido como presidente debe obtener al menos 200 de los 300 votos
del Parlamento en la primera o la segunda ronda de la votación, que se
celebrarán los próximos 17 y 23 de diciembre. Si ninguno lo
consiguiese, se convocará una tercera ronda el 29 de diciembre en la
que el ganador solo necesitaría obtener 180 votos. De fallar este
tercer intento, se disolvería el Parlamento y se convocarían
elecciones generales para finales de enero.
Teniendo en
cuenta que la actual coalición de gobierno (Nueva Democracia y Pasok)
suma 155 escaños, es probable que la votación llegue a la tercera
ronda pero, aún así, la coalición necesitará que al menos 25 miembros
de la oposición voten a su candidato para obtener la victori
a. Samaras espera recabar el apoyo de los diputados
independientes que podrían perder su escaño en caso de que se
convoquen elecciones generales.
Lo cierto es que
Grecia vivirá un periodo de incertidumbre hasta que se
complete el proceso electoral y que una victoria de Syriza
podría generar más preguntas que respuestas. Aunque el partido quiere
que Grecia permanezca en la eurozona, se propone renegociar
las condiciones del rescate y la estrategia de salida, algo
a lo que probablemente se opondrán los líderes europeos.
El primer programa de rescate, que debía finalizar en
diciembre de 2014, se amplió hasta febrero de 2015.
A la finalización de otros programas de la troika, los préstamos de
urgencia fueron sustituidos por líneas de crédito preventivas que
respaldasen las finanzas gubernamentales. La posibilidad que
obviamente preocupa a los inversores en activos griegos es
que Syriza podría ganar las elecciones sin que se haya
puesto en marcha esta garantía.
Implicaciones
para la inversión
El adelanto electoral implica que los mercados griegos
se verán afectados por la incertidumbre política durante
algún tiempo. Aunque esta situación podría provocar algo de
volatilidad en los mercados europeos, es de esperar que el
daño lo sufran principalmente los tenedores de deuda y acciones
griegas.
Independientemente del resultado,
estos acontecimientos nos recuerdan que el factor político
sigue ejerciendo su influencia sobre los mercados europeos
y, de hecho, se podría argumentar que Europa se verá expuesta
a un mayor riesgo político en 2015 que en 2010 y 2011. En
el punto álgido de la crisis financiera, los principales partidos
perdieron popularidad pero retuvieron el poder político, mientras que
ahora los partidos extremistas y antieuropeístas
resultan cada vez más populares y podrían ganar posiciones en
algunos Estados miembros clave.
En
España, por ejemplo, las elecciones generales de 2015
podrían ver cómo un partido como Podemos
que se opone a las medidas de austeridad se
enfrentará a los dos partidos mayoritarios, mientras que en
Francia, la extrema derecha también avanza con el Frente Nacional.
El entorno político resultará sin duda determinante en
Europa a lo largo de 2015. Ahora mismo, sin embargo,
los inversores están más pendientes de las perspectivas a
corto plazo para la inflación
y la economía europeas, así como de la posibilidad,
cada vez más firme, de que el Banco Central Europeo lleve a cabo una
compra masiva de bonos soberanos durante la primera mitad del año que viene".