Segundo semestre de 2025: Oportunidades en la selección activa de crédito basada en valoraciones
Comunicación de marketing. Exclusivamente para inversores profesionales.
Este artículo fue originalmente publicado en la web de M&G Investments.
Para empezar, los últimos meses se han caracterizado por un alto nivel de incertidumbre en los mercados financieros. ¿Cuál ha sido el impacto de la guerra comercial desencadenada por EE. UU. y de las fuertes tensiones geopolíticas sobre los mercados de crédito?
La intensificación de la guerra comercial desatada por Washington ha complicado más si cabe el panorama para la deuda corporativa, al elevar los riesgos de inflación y la incertidumbre macroeconómica. Los aranceles introducidos en abril se consideran como un «shock» de oferta que trastoca el equilibrio entre crecimiento e inflación y limita la libertad de actuación de la Reserva Federal estadounidense. Ahora que la inflación se ve cada vez más determinada por decisiones políticas que por los ciclos económicos, la Fed ve restringida su capacidad para combatir la debilidad doméstica, un panorama que todavía no está plenamente reflejado en los diferenciales de crédito.
Los mercados de deuda corporativa han respondido a estos desarrollos con un aumento considerable de la volatilidad. Los diferenciales se ensancharon (aunque no hasta los niveles típicamente asociados con una recesión) para luego comprimirse. Los de los bonos americanos (tanto high yield como con grado de inversión) son ahora más estrechos que los de sus equivalentes europeos, lo cual ofrece un punto de entrada a los inversores interesados en diversificar sus carteras más allá de los activos denominados en dólares.
Además, el mercado europeo se beneficia de un entorno favorable. El respaldo fiscal (sobre todo en Alemania) y del BCE ha ayudado a estabilizar el mercado, y la divergencia en las trayectorias de política monetaria e inflación entre EE. UU. y Europa ha creado brechas de valoración considerables.
En el contexto actual, ¿cómo creéis que evolucionarán los mercados de crédito en la segunda mitad de 2025? ¿En qué segmentos detectáis las mejores oportunidades?
Afrontamos el segundo semestre del año con un optimismo cauto. Los mercados de deuda corporativa han mantenido una calma relativa pese a las turbulencias geopolíticas, y muchos sectores presentan valoraciones todavía elevadas respecto a sus niveles a largo plazo. Creemos que este entorno exige disciplina, recortando riesgo cuando los diferenciales ya no justifican la exposición a dichos bonos y preservando liquidez para actuar de manera decisiva cuando surgen anomalías en el mercado.
Seguimos encontrando oportunidades selectivas en bonos cuya cotización se ha desviado de los fundamentales subyacentes debido a la volatilidad de abril, desencadenada por los anuncios arancelarios de EE. UU. Por ejemplo, esta coyuntura nos ha permitido invertir en los bonos de un proveedor automotriz cuyos diferenciales se ensancharon de 300 a 600 puntos básicos, pese al balance saneado de la compañía.
Aunque los mercados fueron escenario de ventas generalizadas al anunciarse los aranceles, repuntaron rápidamente al aplazarse la implementación de tales medidas. Es probable que vuelvan a aparecer oportunidades similares en los próximos meses, al persistir la incertidumbre tanto política como económica. Con eso en mente mantenemos un posicionamiento defensivo, pero estamos listos para volver a asumir riesgo cuando identifiquemos bonos que cotizan en descuentos no justificados. Nuestra mayor asignación en deuda soberana y liquidez refleja esta disposición a desplegar capital cuando la volatilidad genere valor.
En resumen, creemos que la segunda mitad de 2025 remunerará una selección de créditos activa y basada en el valor, sobre todo en áreas donde los fundamentales permanecen sólidos pero el sentimiento ha conducido a correcciones excesivas.
En el actual entorno de incertidumbre y volatilidad, ¿puede un enfoque de gestión activa ser la mejor solución para los inversores en el mercado de deuda cotizada?
Sin duda alguna. Creemos que la gestión activa puede ofrecer la flexibilidad necesaria para navegar un entorno de tipos de interés cambiantes, diferenciales volátiles y riesgos idiosincráticos. Nuestras estrategias de crédito, por ejemplo, combinan un análisis fundamental de tipo «bottom-up» con un fuerte énfasis en las valoraciones para generar rentabilidad. Invertimos exclusivamente en bonos que en nuestra opinión remuneran adecuadamente el riesgo que conllevan. Este enfoque disciplinado ha aportado niveles de rentabilidad ajustada al riesgo consistentemente superiores a los de los índices de referencia tradicionales.
En vuestra gama, el M&G Total Return Credit Investment Fund se gestiona de manera activa. ¿En qué consiste esta estrategia?
El fondo se propone aportar una rentabilidad anual equivalente a la tasa EURIBOR 1 mes más 3-5 puntos porcentuales (bruto comisiones) con un horizonte de inversión de 5 años. Para ello accede a la prima de riesgo del crédito global limitando su exposición a la volatilidad de los tipos de interés y de los tipos de cambio. La estrategia es flexible y no está sujeta a un índice de referencia, lo cual le permite invertir en un amplio abanico de activos de crédito, incluyendo deuda con grado de inversión y high yield.
El fondo mantiene una cartera muy diversificada a fin de mitigar el riesgo de caídas y reducir su volatilidad. Por lo general tiene una asignación sustancial en activos defensivos y líquidos de gran calidad, lo cual permite al gestor responder rápidamente durante periodos de malestar en los mercados y aprovechar de inmediato nuevas oportunidades.
En cambio, el M&G European Credit Investment Fund se concentra en el mercado europeo. ¿Cuál es su estrategia, y qué dinámica anticipáis en los próximos meses en el mercado de crédito de la región?
El fondo intenta superar a su índice de referencia en 75 puntos básicos (bruto comisiones) con un horizonte de inversión de 5 años, invirtiendo como mínimo un 70% de la cartera en bonos corporativos con grado de inversión denominados en euros. Al igual que el M&G Total Return Credit Investment Fund, combina análisis fundamental de tipo «bottom-up» con un fuerte énfasis en la valoración, aunque en este caso dentro de un marco operativo centrado en un indicador.
Se trata de un fondo de Artículo 8 e integra criterios ESG mediante filtros tanto de selección como de exclusión de valores. De cara a los próximos meses, creemos que la postura expansiva del BCE, unida a una política gubernamental orientada al crecimiento, respaldará al crédito europeo. Al mismo tiempo, anticipamos episodios de volatilidad en los mercados capaces de ofrecer puntos de entrada atractivos.
En los últimos años, el segmento high yield ha aportado rentabilidades significativas. ¿Seguirá haciéndolo en el futuro? ¿Cómo captura el M&G European High Yield Credit Investment Fund estas oportunidades?
El crédito high yield europeo todavía presenta oportunidades interesantes, sobre todo en un entorno de tipos de interés estables y resiliencia fundamental de las empresas.
Al igual que con el M&G European Credit Investment Fund, la estrategia combina análisis fundamental de tipo «bottom-up» con un fuerte énfasis en las valoraciones, y se ejecuta a través de una cartera muy diversificada y sin perder de vista a su índice de referencia. La gestión activa nos permite limitar los riesgos idiosincráticos y aprovechar perturbaciones transitorias del mercado.
Principales riesgos asociados con estos fondos:
- Riesgo de mercado: El valor de las inversiones y los ingresos generados por estas suben y bajan. Esto provoca que el precio del subfondo, así como cualesquiera ingresos que este genere, también suba o baje. No hay ninguna garantía de que el subfondo vaya a lograr su objetivo, y es posible que no recupere usted la cantidad invertida inicialmente.
- Riesgo de crédito: el valor del subfondo puede caer si el emisor de un valor de renta fija en el que se haya invertido es incapaz de cumplir con los pagos de rentas o de reembolsar su deuda (lo que se conoce como impago).
- Riesgo de tipos de interés: cuando suben los tipos de interés, es probable que caiga el valor del Subfondo.
- Riesgo de instrumentos derivados: el subfondo puede utilizar instrumentos derivados para obtener exposición a inversiones, lo que podría generar cambios importantes en el precio del Subfondo y aumentar el riesgo de pérdidas.
- Riesgo de contraparte: algunas transacciones realizadas por el subfondo, como los depósitos en efectivo, requieren recurrir a otras instituciones financieras. Si una de esas instituciones incumple sus obligaciones o se declara insolvente, el subfondo puede sufrir una pérdida.
- Riesgo de valores respaldados por activos: los activos que respaldan hipotecas y los valores respaldados por activos pueden reembolsarse antes de lo previsto, con lo que su rentabilidad se vería reducida.
- Riesgo de valores de deuda convertibles contingentes: la inversión en valores de deuda convertibles contingentes puede afectar negativamente al subfondo en caso de que se den ciertos eventos desencadenantes. En tal caso, el Subfondo podría ver aumentar su riesgo de pérdida de capital.
- Riesgo de datos ESG: La información ESG de proveedores de datos externos puede ser incompleta, inexacta o no estar disponible. Existe el riesgo de que la gestora de inversiones evalúe incorrectamente un valor o emisor, lo que podría dar lugar a la inclusión o exclusión incorrecta de un valor en la cartera del subfondo. (Aplica a M&G European Credit Investment Fund y M&G European High Yield Credit Investment Fund)
- Riesgo de liquidez: En condiciones de mercado difíciles, es posible que el fondo no pueda vender un valor por su valor total, o ni siquiera lograr su venta. Esto podría afectar a la rentabilidad y hacer que el fondo aplace o suspenda temporalmente el reembolso de sus acciones.
- Riesgo de divisas y de tipos de cambio: las fluctuaciones de los tipos de cambio pueden afectar negativamente al rendimiento de su inversión. (Aplica a M&G Total Return Credit Investment Fund)
- Riesgo de valores de deuda con grado inferior al de inversión: por lo general, estos valores conllevan un riesgo mayor de impago y una mayor sensibilidad a factores económicos adversos que los valores de deuda con una calificación superior. (Aplica a M&G European High Yield Credit Investment Fund y M&G Total Return Credit Investment Fund)
Esto es una comunicación de marketing. Consulte el Folleto y el Documento de Datos Fundamentales (KID) antes de tomar una decisión final de inversión. Los puntos de vista expresados en este sitio web no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
Invertir en este fondo significa que se adquieren participaciones del mismo, por lo que no se está invirtiendo en el activo subyacente (ej., un inmueble o acciones de una compañía, que solo serían los activos subyacentes de dicho fondo).
El Folleto de cada fondo ofrece una descripción más detallada de los factores de riesgo que afectan a cada uno de ellos
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