¿Value en Europa o growth en EE. UU.? ¿O ambos?
Comunicación de marketing. Exclusivamente para inversores profesionales.
Este artículo fue originalmente publicado en la web de M&G Investments.
Parece que el mercado de renta variable global no se deja sacudir por nada. El MSCI ACWI Index ha subido más de un 20% en lo que va de año (a 15 de noviembre de 2024, en euros). Una vez más, el mercado de renta variable estadounidense es el factor determinante. Las acciones de fuera de EE. UU. ―es decir, el índice MSCI ACWI ex USA― «solo» han subido un 12%. Resulta especialmente llamativa la diferencia de rentabilidad desde principios de octubre, posiblemente debido a las desventajas potenciales a las que podrían enfrentarse los socios comerciales de EE. UU. como consecuencia, entre otras cosas, de la esperada subida de los aranceles por parte del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
Rentabilidad del mercado de renta variable global con y sin EE. UU., en % (EUR)
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Fuente: Morningstar, 15 de noviembre de 2024.
Otra observación interesante es la diferente evolución de los distintos segmentos del mercado dentro de los mercados regionales de renta variable. Por ejemplo, mientras que las acciones growth van claramente por delante en EE. UU. en lo que va de año, en Europa sucede justamente lo contrario. Aquí, las acciones value se están viendo favorecidas por un factor de impulso y, por tanto, se sitúan claramente por delante de las acciones growth. Por tanto, para los inversores que estructuran sus carteras por regiones, merece la pena examinar más detenidamente cada uno de los mercados regionales de renta variable.
Rentabilidad total de las acciones value y growth a lo largo del año, en % (EUR)*.
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Fuente: Morningstar, 15 de noviembre de 2024. * Basado en los respectivos índices MSCI.
Por muy interesante que resulte observar las rentabilidades pasadas, mucho más importantes son las expectativas de futuro. Aunque, en retrospectiva, las diferentes evoluciones no carecen de fundamento ―el crecimiento de los beneficios en EE. UU. fue simplemente mayor que en el resto del mundo―, las dos cuestiones cruciales para la decisión de inversión actual son qué esperar en el futuro y qué expectativas están ya descontadas. La segunda pregunta puede responderse, al menos a grandes rasgos, tomando como base las valoraciones.
¿Qué nos dicen las valoraciones actuales?
Los múltiplos de valoración, como el PER a plazo (PER basado en los beneficios previstos para los próximos doce meses), pueden compararse desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, se pueden observar las valoraciones de distintos mercados en relación con los demás o en relación con su propio historial. Esta última perspectiva revela actualmente tres características llamativas (ver gráfico):
- El mercado de renta variable estadounidense parece muy caro comparado con su propio historial de 20 años (prima del 37%). Las valoraciones en Europa, Japón y los mercados emergentes parecen mucho más moderadas.
- Las acciones growth están caras en todas partes con respecto a su propio historial, pero parecen especialmente caras en EE. UU. (¡prima del 62%!), seguidas de Europa (prima del 32%) y los mercados emergentes (prima del 19%).
- Por su parte, las acciones value siguen pareciendo baratas con respecto a su propio historial, especialmente en Europa (descuento del 9%) y Japón (descuento del 8%).
Prima/descuento de valoración en relación con su propio historial de 20 años por región*
Fuente: Refinitiv Datastream, 31 de octubre de 2024. * Basado en los respectivos índices MSCI y en los ratios precio-beneficio a plazo (próximos 12 meses), datos del 30/11/2004 al 31/10/2024.
Por supuesto, esta visión generalizada es muy simplista y a menudo no refleja la situación de los valores individuales dentro de cada mercado. No obstante, en mi opinión, al menos se puede intuir cuánto optimismo o pesimismo podría descontar un mercado determinado.
La renta variable estadounidense, con expectativas muy altas
A juzgar por las valoraciones, los mercados parecen esperar tiempos favorable para la renta variable estadounidense. Para justificar una prima de valoración del 37%, el crecimiento futuro de los beneficios tendría que ser muy superior al crecimiento ya de por sí fuerte de los beneficios del pasado. Dada la calidad a menudo elevada de las empresas estadounidenses dominantes, esto no parece imposible, pero hay poco margen para la decepción.
No obstante, creo que los inversores deben afrontar el hecho de que muchas compañías estadounidenses son líderes mundiales en sus respectivas áreas de negocio. Cuando se trata de grandes innovaciones tecnológicas en particular, es difícil imaginarlas sin EE. UU. Es poco probable que empresas como NVIDIA, Microsoft y Alphabet dejen que nadie les robe el protagonismo en lo que respecta a la IA. Su posición en el mercado es sencillamente demasiado dominante y su poder financiero demasiado grande. Además, en EE. UU. surgen continuamente nuevas compañías que se caracterizan por la innovación y tienen un gran éxito en la comercialización de sus productos a escala mundial. En mi opinión, sería un error ignorar por completo este potencial de crecimiento innovador en una cartera de renta variable global.
Sin embargo, limitarse a comprar ciegamente acciones growth estadounidenses también sería demasiado fácil. Se requiere selectividad, ya que no todas las acciones growth estadounidenses caras justifican sus elevadas valoraciones. Muchas de estas acciones pueden estar simplemente subidas a la ola de euforia en relación con determinadas temáticas de crecimiento. En estos casos, el potencial de un retroceso puede ser muy alto si el mercado se da cuenta de que las compañías podrían no estar entre las ganadoras en sus áreas temáticas después de todo. Sin embargo, una cierta prima de valoración ―aunque no arbitraria― puede estar justificada en el caso de los ganadores de alta calidad, siempre que puedan identificarse con algún grado de certeza.
Acciones value europeas con potencial de recuperación
Lo bueno de las acciones value con valoraciones bajas es que las expectativas sobre el crecimiento futuro de los beneficios suelen ser muy bajas. Esto significa que los resultados empresariales futuros no tienen por qué ser excelentes para que dichas acciones generen rentabilidades aceptables. Si el pesimismo es lo suficientemente grande y la valoración es correspondientemente barata, el bajo crecimiento suele bastar para proporcionar una sorpresa positiva.
Como se ha mostrado anteriormente, los acciones value en Europa se ven favorecidas actualmente por un factor de impulso comparado con las acciones growth. Sin embargo, este factor de impulso no acaba de empezar este año, sino que ya era evidente en los dos años anteriores. Desde el 1 de enero de 2022, el segmento del value en Europa acumula una rentabilidad de casi el 30%, mientras que las acciones growth europeas apenas se encuentran en verde, con una subida de alrededor del 1% en el mismo período (a 15 de noviembre de 2024, en euros).
Rentabilidad de las acciones europeas value y growth desde principios de 2022, en % (euro)
Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
Aunque las acciones value ya han recuperado el terreno perdido en Europa, sigue existiendo una clara anomalía en las valoraciones. En contraste con las acciones growth europeas, que siguen estando alrededor de un 30% más caras que su mediana de 20 años, las valoraciones de las acciones value siguen estando casi un 10% por debajo de su mediana de 20 años. Dicho de otro modo, el mercado parece ser relativamente pesimista para el segmento value, pero al mismo tiempo bastante optimista para el segmento growth del mercado. Dada esta anomalía en las valoraciones y el impulso de los precios a favor del value, puede merecer la pena fijarse en el segmento del value barato, especialmente en Europa, a pesar de los obstáculos macroeconómicos de la ralentización del crecimiento económico y las incertidumbres acerca de la segunda presidencia de Trump. Después de todo, cuando ya se ha descontado una gran cantidad de pesimismo, el potencial de sorpresas positivas es igualmente alto.
Sin embargo, al igual que ocurre con las acciones growth estadounidenses, la selección de valores también resulta crucial en este caso. Que una acción value tenga múltiplos de valoración baratos no significa automáticamente que esté infravalorada. Hay muchas acciones value que están baratas por una buena razón. Estas, denominadas «trampas de valoración», deben evitarse siempre que sea posible. Un análisis fundamental en profundidad, que examine la solidez del balance, la longevidad del modelo de negocio y el comportamiento de la dirección, entre otras cosas, es fundamental. Quienes logren excluir esas trampas de valoración deberían tener un camino despejado hacia la cima.
La cuestión no es «¿growth o value?»
Los distintos mercados regionales de renta variable suelen tener características diferentes con oportunidades y riesgos distintos. Por tanto, en una cartera de renta variable global hay que examinar más detenidamente cada una de las regiones. Al final, es muy posible que llegue a la conclusión de que las acciones growth de una región y las acciones value de otra resultan atractivas por diferentes razones. En mi opinión, una buena asignación a la renta variable global no es necesariamente una cuestión de entre estilo value y growth, sino que puede ser una combinación de ambos, dependiendo de las condiciones del mercado.
El valor de las inversiones fluctuará, lo cual provocará que el valor de las participaciones se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
Por Ivan Domjanic, Capital market strategist