¿Es posible apostar por la sostenibilidad invirtiendo en Small & Mid Caps?
Si hay una temática que ha emergido con la pandemia, esa es la sostenibilidad. La mayoría de los programas de estímulo de los gobiernos tienen un denominador común, inversión en tecnologías verdes y sostenibilidad. Ante esta situación, los fondos gestionados bajo criterios ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo han vivido un tremendo boom por el aumento de la concienciación en la sociedad. La buena noticia es que esa explosión ha venido acompañada de rentabilidades más atractivas para los inversores. Así, en Europa, el índice MSCI Europe ESG ha superado en rentabilidad al índice MSCI Europe en casi un 4% según Morningstar. También en Europa, los fondos de temática sostenible han rentado de media este año el 15%, frente a la pérdida superior al 2% del Stoxx Europe 600. Lo que hace pensar que la ESG será un tema clave en 2021 y en el futuro.
Lo cierto, es que cuando se habla de inversión sostenible la mayoría de las veces se habla de valores de gran capitalización, lo que no quiere decir, ni mucho menos, que no se pueda invertir bajo estos mismos criterios en pequeñas y medianas empresas. De hecho, es exactamente lo que hace LONVIA Capital al construir sus carteras. Eso sí, no sin dificultades.
Los datos proporcionados por las agencias de calificación extrafinanciera no están estandarizados ni son exhaustivos sobre el universo de las small & mid caps. Para determinadas compañías o sectores, estos datos pueden ser de calidad limitada y poco discriminatorios. Puede haber carteras en las que más del 75% de las compañías no estén monitorizadas y calificadas activamente por agencias de calificación extrafinanciera.
El análisis ESG es multidimensional y eso denota complejidad. Hay que valorar las empresas en torno a tres criterios: ambientales, sociales y de gobernanza, y ponderar esos criterios. Eso puede hacer que un resultado negativo en alguno de los factores se compense con uno positivo en otro factor, distorsionando el resultado final. Así, cada proveedor tiene una definición diferente de lo que significa un buen desempeño ESG.
Por ello, LONVIA Capital mantiene una integración extrafinanciera propia en sus análisis y valoraciones. Su proceso de inversión incorpora sistemáticamente una función de utilidad social y medioambiental de las compañías en las que invierten. Su objetivo es integrar completa y sistemáticamente el análisis extra-financiero en su proceso de selección. Así, han creado un modelo propio que se basa en cuatro pilares:
1) exigiendo a las compañías un impacto social positivo para la sociedad en su conjunto, pudiendo excluir modelos de negocio que no cumplan con este criterio
2) cuantificando el impacto medioambiental de sus compañías en cartera
3) integrando criterios ESG y valorando las medidas que el management de las compañías implementa para su mitigación
4) con la creación de su propia fundación, donde destinarán el 10% de sus beneficios netos anuales a proyectos de investigación médica, educación, inclusión social y preservación del medioambiente.
Tal y como señala Iván Díez Sainz, socio y director LONVIA Capital, en la gestora son conscientes de la función que las empresas juegan en los planos medioambiental y social, y seleccionamos aquellas con estrategias de crecimiento duraderas, un aspecto inherente a nuestra visión de inversión a largo plazo. “Por el tipo de empresas que seleccionamos teniendo en cuenta su impacto en la sociedad, nuestro objetivo es invertir en compañías que responden a los retos abordados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas”, afirma Díez Sainz.
En LONVIA Capital tienen el firme convencimiento que las empresas que ayudan a resolver los problemas de la sociedad y el planeta están en una mejor posición para un crecimiento constante en el futuro. Además, consideran que el universo de pequeñas y medianas compañías es el lugar para la innovación donde se crean y desarrollan nuevos modelos económicos en campos como la industria, tecnología y servicios.