Mi crónica de la conferencia anual de Warren Buffett

Mi crónica de la conferencia anual de Warren Buffett

Se ha quedado pequeño. En el CenturyLink, el estadio al que Warren Buffett tuvo que mudar su conferencia anual de inversiones, no cabía ni una chocolatina de See’s Candies, los caramelos con los que Buffett empezó a construir su imperio. 

La platea, las tribunas, el anillo superior… Y hasta la zona detrás del escenario, desde la que no se veía a Buffett y Munger, sólo a través de pantallas gigantes. Todo lleno. También las salas habilitadas al efecto en el hotel Hilton, situado justo enfrente. 

Cuentan que se hospedan allí cada año las celebrities del value investing que acuden a Omaha a ver a Buffett. Entre otras cosas, porque el hotel está unido al Century Link, a través de una pasarela elevada sobre la carretera. Un puente por el que, de pronto, a las 7.30 de aquel 2 de mayo, empezamos a ver cómo había gente que empezaba a caminar apresurada camino del Century Link, incluso algunos corriendo. 

Se había abierto la competición y el premio era coger sitio en el patio de butacas, lo más cerca posible de los ídolos Buffett y Munger. 

 


 

Probablemente lo lograron, como los primeros inversores que hacían cola junto a las puertas del complejo y que hacían auténticos sprints según entraban. 

El World Herald de Omaha decía al día siguiente que los primeros acamparon allí a las 00.30 para que nadie les quitara su sitio. También que el cuarto y el quinto (más o menos) eran unos lugareños que se llevaron unos colchones y pasaron la noche allí al raso... Pero no para ver a Buffett, sino porque un inversor les había pagado 250 dólares para que le guardaran el sitio, según el diario

Foto  tuiteada por Cindy González, periodista del Omaha Herald
 


 

Nosotros nos retrasamos sobre nuestros planes previstos. Llegamos hacia las 6.20 de la mañana, cuando la intención era estar un poco antes de las 6. Menos mal que @fab_g sí había sido puntual y nos guardó sitio. Si no, a más de una hora para la apertura de puertas, la cola ya era kilométrica. Eso sí, todavía logramos aparcar de maravilla, a 100 metros del estadio.

Decían que este año se superarían los 40.000 asistentes (unos cuantos más que hace 35 años, cuando 20 inversores  asistieron aquí a la primera junta de accionistas 'pública' de Berkshire…) Y tiene toda la pinta de que así fue, aunque no hay cifras oficiales. Nadie se quería perder el 50 aniversario de Berkshire Hathaway, la sociedad del mejor inversor de todos los tiempos.  Y allí estábamos unos cuantos uniencers para ser testigos de la onomástica.

Cuando accedimos, ya estaba complicado tener cuatro sitios juntos, por lo que tuvimos que separarnos.  En teoría, había dos accesos y los inversores no lo sabían. “Pero algunos de los que probaron por la puerta sur lo pusieron en redes sociales y, ya sabes, momentos después la locura. Ya es difícil saber cúal es la cola corta y la larga”, decía un guarda de seguridad en la entrada mientras agurdábamos nuestro turno. 

Esto era lo que teníamos por delante (como se puede ver, los de la pasarela ya habían pasado).
 


Nosotros no vimos a Buffett hasta que a las 8.25 entró en el escenario, pero en realidad ya había estado dando vueltas por allí. De hecho, @balboa le hizo unas fotos a un metro de distancia (a ver si las comparte :)) mientras Buffett participaba en un curioso concurso: el mejor lanzador de periódicos a las casas, recordando cómo ganó sus primeros dólares.

En la zona donde @fab_g y yo nos sentamos, el asiático que teníamos delante también había conseguido otra instantanea de la que presumía antes sus amigos ante sus colegas: un selfie con el oráculo de Omaha a 5 metros. 
 

 

Por cierto, justo después empezaron a tirar fotos a un señor de pelo canoso como si no hubiera un mañana. Era Mario Gabelli, otro de los gigantes de la inversión. 

No fue el único al que vimos, yo me crucé en el patio de butacas con Monish Pabrai justo antes de que terminara la conferencia y Withney Tilson incluso hizó una pregunta. También nos enteramos, a posteriori, de que había estado muy cerca Guy Spier. De gestores españoles, sólo nos encontramos con Pablo González, de Ábaco Capital, que también había asistido los días previos a las Value Investing Conference.

El sitio donde nos colocamos Fab_g y servidor estaba en la fila 12 del primer anillo, ligeramente escorado a la derecha si miras al escenario.  Muy buena visión y con la mesa donde se sentaban Buffett y Munger a unos 100 metros, a la que me acerqué lo máximo que pude antes de que empezara la acción.

 

Un poco más centrado, pero casi a tiro de piedra, estaba @julen.b La senación de encontrarte en Omaha con  amigos de Unience a los que no conocías es indescriptible, una gozada. Me mandó una foto desde su sitio por whatsapp y así logré encontrarle. 
 

Entre los asistentes, había más hombres, claramente, pero la diferencia tampoco era descomunal. Por edades, había representación de casi todos los perfiles. Me sorprendió ver un buen puñado de padres con sus hijos pequeños. Algunos de ellos asiáticos, que en sus preguntas solían glosar grandes alabanzas al Oráculo de Omaha, algunas incluso amonestadas con gracejo por Buffett por exceso de Almibar. También nos sorprendió el extenso número de hindús.

A las 8.30 hora de Omaha (15.30 CET), empezó el show, con la proyección de una película desternillante por momentos, en la que Buffett había liado para participar a actores de la talla de Jack Nicholson o  Jamie Lee Curtis, que asociada con Buffett intenta liar a Charlie Munger para que comprara una compañía de internet. 

El momento cumbre del vídeo es cuando Buffett aparece en un gimnasio en el que está entrenando el nuevo campeón mundial de Boxeo 'Money' Mayweather (que precisamente la noche de la conferencia ganó el título en la pelea donde se movió más dinero de la historia) y el oráculo de Omaha le desafía ...  Aquí una foto de Associated Press del momento recogida por el WSJ:

El vídeo termina justo en el momento en que Mayweather y Buffett van a empezar la pelea... Y la muchachada estalla en un gran aplauso. Por cierto, que la sudadera que llevaba Buffett en el spot, con el alias 'berkshire bomber' , estaba a la venta como souvenir estrella después en la zona de expositores y fue una de los productos más vendidos del evento.

Cuando terminó la proyección, ya eran las 9.30 am, el momento en que Warren Buffett, de 84 años, y su socio Charlie Munger, de 91, se sentaron para empezar a responder a todas las preguntas de los accionistas, periodistas y analistas, cuestiones que se prolongaron durante casi cinco horas con una pausa entre medias para comer...

Buffett dio la bienvenida a todos los accionistas, recordó que estaba prohibido grabar vídeo, audio o hacer fotos y afirmó que esperaba que hubiera preguntas difíciles... Y realmente lo fueron desde la primera... Pero eso ya lo dejamos para el segundo capítulo, que será mañana :)

Yo compartiré las preguntas y respuestas que más me gustaron, pero será genial que los otros 'uniencers' que asistieron al evento compartan también las suyas y lo que más les gustó.

Os sigo contando mañana!

 

0 ComentariosSé el primero en comentar
User