Especulación salvaje, endeudamiento y corralitos: así se pervirtió el mundo cripto

Especulación salvaje, endeudamiento y corralitos: así se pervirtió el mundo cripto

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"Coge todo tu dinero y compra bitcoin; después dedica todo tu tiempo a pensar cómo endeudarte para comprar más bitcoin; después dedica todo tu tiempo a pensar qué puedes vender para comprar bitcoin y, si no puedes vender esas cosas porque te encantan, hipoteca tu casa y compra bitcoin con ella”.

A cualquiera que haya estudiado la historia de las burbujas financieras, éstas palabras hace un año durante una entrevista en Youtube de Michael Saylor, uno de los profetas del mundo cripto y CEO de Microstrategy, le habrían puesto las orejas tiesas.

Es el ingrediente clave, “el golpe letal”, como lo describe Fernando Trias de Bes en su libro 'El hombre que cambió su casa por un tulipán'. Si hay endeudamiento salvaje, si hay “compra apalancada y a crédito”, la probabilidad de que eso que sube como la espuma se haya convertido en una burbuja se dispara.

“Podrá ser mediante contratos futuros, canjes, compras a plazo con fianza o préstamos hipotecarios”, escribe Trias de Bes en su libro, en el que repasa cómo se originó durante los tulipanes, los Mares del Sur, la euforia previa al crash del 29 o la crisis subprime… “No importa el mecanismo, porque el número de formas en que puede articularse una palanca es casi infinito”.

Segundo gran corralito cripto

Y también imaginativo, podríamos decir, como nos muestra Celsius, el ‘criptobanco’ que ahora está en pleno corralito. Corralito, sí. Es decir, que sus clientes no pueden sacar el dinero que tienen depositado. Dos semanas sin poder retirarlo ya, casi más tiempo que cuando lo sufrieron los bancos griegos hace ahora 7 años.

El intento de creación de un nuevo sistema financiero descentralizado está cayendo en los mismos vicios del tradicional casi antes de nacer. O peores. Por ejemplo, días antes de congelar las retiradas de dinero, Alex Mashinsky, fundador de Celsius, realizó una entrevista en directo en Youtube negando cualquier problema: “Tenemos miles de millones de dólares en liquidez. Cualquiera que quiera retirar su dinero, podrá hacerlo en cualquier momento”. Pues desde el 13 de junio nadie puede.

¿Y no íbamos hacia la era de la transparencia? Pues al revés. El único detalle conocido sobre dónde tiene la liquidez Celsius está en la frase del párrafo anterior de su CEO. Nadie sabe en qué están las reservas, quiénes son las contrapartidas… 12 días de silencio total, con muchas de las personas que pusieron allí su dinero desesperadas por recuperarlo.

“¿Podéis al menos darnos un calendario de cuándo se podrán iniciar las retiradas? Eran nuestros tokens y nuestro dinero, hemos trabajado duro para ganarlos”, requería una inversora en el blog de Celsius. Chitón de la compañía. “Siento decírtelo, Grace, pero probablemente no recuperarás tu dinero”, le respondía otro usuario.

Cadena… de caídas

Siguiendo con la escalada de horrores habitual en los pánicos bancarios, la caída de Celsius tuvo cierta relación con la de Terra Luna, el otro proyecto cripto caído en desgracia y que aspiraba a crear una “moneda estable”, en la que también hubo corralito.

Ambas compartían una característica: en torno a estos proyectos se ofrecía jugosas rentabilidades a los usuarios, simplemente por prestar su dinero. En teoría, para financiar el crecimiento del ecosistema y el minado de las monedas o tokens. “En Celsius hemos inventado el Rendimiento sobre Blockchain y hemos pagado más de 1.000 millones de dólares a la comunidad. Estamos redefiniendo cómo compras y te pides prestado, sin cargar comisiones”, dice la web de Celsius.

Ofrecían, y las que aún no han caído todavía lo hacen, intereses asegurados del 10% o del 20% al año, con teórico bajo riesgo, que los inversores devoraban. ¿Pero cómo eran posibles esas cifras con los tipos de interés oficiales casi al 0%?

"Si algo parece demasiado bueno…"

“Siempre que ves algo que parece demasiado bueno para ser verdad, generalmente no lo es y en la mayoría de los casos estarías en lo cierto asumiendo eso. Pero no en este caso”, se puede leer en una página en español relacionada con Celsius, en la que se pasa a realizar una enrevesada explicación de por qué no puede fallar.

Teorías tan complejas y, en teoría tan perfectas, como las que tenían los vendedores de aquellos bonos de Lehman Brothers con rentabilidades espectaculares hace 3 lustros.

Pero también, como entonces, tan frágiles como un castillo de naipes, ya que empiezan a saltar los margin calls y la urgencia por salir a vender, en cuanto llega un soplido más o menos fuerte. En esta ocasión, el del final del dinero gratis, el del inicio del ciclo de subidas de tipos en Estados Unidos y casi a nivel mundial…

Destacaban la semana pasada desde Bank of America en su informe semanal que estos ciclos de encarecimiento del dinero, siempre rompen algo. Por ejemplo, la burbuja hipotecaria en el 2007, la puntocom en el 2000… ¿Podemos decir ya originalmente que ha pinchado la de las criptos?

Allá donde esté (o estén) Satoshi Nakamoto, el pseudónimo del fundador o es de bitcoin, se debe estar revolviendo. La pregunta ahora es hasta dónde caerá la criptomoneda madre ante la sacudida que esta montaña de especulación está provocando. Desde dónde tendrá que empezar a reconstruirse el ecosistema, una vez purgados los excesos.

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Este artículo de Finect se publicó originalmente el martes 28 de junio en el periódico El Confidencial

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