Fondos de rentabilidad objetivo: ¿cómo tributan en la declaración de la Renta?
Los fondos de inversión con rentabilidad objetivo se han colocado como los productos de inversión más populares en los últimos años. La popularidad de estos vehículos de inversión se ha debido al gran poder comercial de los bancos, que han recuperado este tipo de fondos tras las subidas de tipos de interés.
Las entidades financieras han promocionado estos fondos de inversión que tienen como objetivo conseguir una rentabilidad determinada en un plazo establecido, siempre que se mantenga el dinero hasta el vencimiento. Se dirigen a inversores con un perfil conservador, es decir, aquellos que desean sacar provecho a sus ahorros, sin asumir mucho riesgo.
Al igual que ha ocurrido con las Letras del Tesoro, muchos ahorradores se han atrevido a invertir por primera vez a través de estos productos. Debido a ello, existe cierto desconocimiento sobre cómo funciona la tributación de los fondos de inversión con rentabilidad objetiva.
¿Cómo tributan los fondos de rentabilidad objetivo?
Los fondos de rentabilidad objetivo son fondos de inversión y tributan como tales. Los rendimientos obtenidos mediante este producto son considerados como ganancia o pérdida patrimonial. El contribuyente tiene que incluir estos rendimientos en la base imponible del ahorro en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
El año pasado, las ganancias o pérdidas patrimoniales por la venta de fondos de inversión se tuvieron que incluir en las casillas 310 a 316 de la declaración de la Renta. Sin embargo, los números de las casillas de la declaración pueden variar entre un ejercicio fiscal y otro.
¿Cuántos impuestos pagan los fondos con rentabilidad objetivo?
Los bancos españoles aplican por defecto una retención del 19% en el momento en el que se rescata una inversión. Posteriormente, el ciudadano tiene que ajustar cuentas en la declaración de la Renta.
Como se ha comentado anteriormente, los fondos de inversión tributan en la base del ahorro como ganancias y pérdidas patrimoniales ocasionadas por una operación de compra-venta.
Estos son los tramos del IRPF en función de las ganancias obtenidas:
- Hasta 6.000 euros: 19%.
- Entre 6.000 y 50.000 euros: 21%.
- Entre 50.000 y 200.000 euros: 23%.
- Entre 200.000 y 300.000 euros: 27%.
- Más de 300.000 euros: 28%.
La ventaja de los fondos: traspasar el dinero
La gran ventaja de los fondos de inversión frente a otros productos como las Letras del Tesoro es que el inversor puede posponer el momento de tributar. Cuando un inversor invierte en fondos de inversión, el único momento en el que se tributa por las ganancias es cuando se produce el reembolso.
Si un inversor ha decidido contratar un fondo de rentabilidad objetivo con vencimiento determinado, puede traspasar el dinero a otro fondo de inversión cuando llegue ese momento.
Este contenido se ha elaborado bajo un criterio editorial y no constituye una recomendación ni propuesta de inversión. La inversión contiene riesgos. Las rentabilidades pasadas no son garantía de rentabilidades futuras.
